Single dice hola a la madurez con sosiego

Continuará, por tanto, la difusión de 'Hola' en digital, pero parte de su nutrido nicho de seguidores esperará a conseguir el formato físico: como siempre Single cuida al máximo el envoltorio, y la carpeta del vinilo se despliega para mostrar una nueva obra exclusiva de Javier Aramburu, que continúa fantaseando con el rostro de Teresa y despliega su pelo en forma de hojas: «Cada vez nos sorprende más, y esta portada es de las que no paras de mirar y mirar, cada vez me gusta más. Esa maraña de raíces, de tallos que se van enredando y que los puedes seguir hasta el final, es una pasada. Quizás la idea surgió de la canción 'Hola, soy Dafne'», apunta Teresa.

Como siempre también, Teresa e Ibon van a su aire, sin adscribirse a corrientes ni tendencias, reinventando continuamente su particular concepción del pop en sus ilimitadas posibilidades: «Más que nada, procuramos no aburrirnos, que llevamos muchos años. «Necesitamos sorprendernos a nosotros mismos. Es la única cosa buena que tiene esto de ser 'indie' y no vender mucho, que haces lo que te da la gana y porque realmente quieres. Hay que aprovecharlo».

Si 'Rea' (2014) estaba cargado de reggae, electrónica y ritmos callejeros, 'Hola' es lo contrario, acústico, natural y doméstico. «Me apetecía un disco más natural, con más espacio, a diferencia del anterior, que era loco y estridente y lleno de cosas. Y a Ibon no le apetecía tener un ritmo constreñido, quería algo menos agarrado a la tierra, más aéreo», resume Teresa.

Desde su propio confinamiento, Ibon confirma: «Creo que es un disco de madurez, y es la primera vez que lo hacemos, que ya era hora, por otra parte, ya tenemos edad. Es un disco tranquilo, sosegado, tiene un 'tempo' que da cierta placidez. Todo lo que hemos hecho antes tiene tensión, nuestros discos siempre han sido experimentos, planteándonos ¿qué pasaría si mezclamos esto con esto? Este disco es más conservador en ese sentido. No hay nada chocante, o arreglos que te descoloquen a la primera escucha. Aunque sí es un disco muy arreglado, por otra parte».

Todo ello se vislumbró cuando el dúo publicó el pasado octubre, como adelanto, la extraordinaria canción 'El roce' en un single que en la cara B alojaba una versión alternativa, 'Un roce al paso', en la que intervenía Javier Aramburu recitando el poema de Luis Cernuda 'No decía palabras' y que supone su primera grabación desde el venerado y fundamental álbum 'Un soplo en el corazón' (1993) del también dúo donostiarra Family. «Javier nos hizo un regalo con el recitado, surgió de él. A nosotros nunca se nos hubiera ocurrido pedírselo, claro. Pero cuando escuchó 'El roce' para hacer la portada del single, nos dijo que le había maravillado cómo encajaba en la canción ese poema. Le da un valor, una joya escondida, al single físico, que además tiene una portada muy bonita». Tanto es así que esa 'cara B' ha sido elegida por los lectores de Rock De Lux como la mejor canción nacional de 2019.

Las diez canciones del álbum se abren con una instrumental que adelanta en forma de suite algunas de las melodías del disco: «La idea viene de los musicales, de oberturas como las de 'West Side Story' y 'Oliver'», explica Ibon. «Creo que este disco tiene mucho que ver con el cine, nos hemos fijado mucho últimamente en películas en que de repente suena una canción y muchas veces son canciones raras, atípicas. Como en los westerns de los años 50, por ejemplo, cuando están por la noche al aire libre, uno coge la guitarra y empieza a cantar… O las que canta Marilyn Monroe en 'Río sin retorno'».

Otra fuente de inspiración fue el descubrimiento del cantante y compositor Rod McKuen, bastante olvidado hoy: «Nos fascinó a los dos hace cinco años o así, supongo que nos apetecían cosas tranquilas, y a lo mejor no se debe tanto a él como a que estábamos buscando algo así, esa forma de hacer canciones».

'Canción para hombres grandes' sorprende desde el título. «Es como una oda a los hombres, que no estáis muy de moda ahora», explica Teresa. «Pero como también hay hombres majos, me parecía que estaba bien recordarlo. Aunque tampoco tiene ninguna intención social, simplemente es decir con un poquito de humor que qué bien que tenemos hombres grandes, y pequeños, y medianos, y si son inteligentes y tienen ternura, pues guay».

Y 'Madrugada Belle Époque', ¿es lo que parece, una oda a San Sebastián con mirada arquitectónica? «Sí, sí, es exactamente eso», confirma Teresa. «Supongo que es que me hago vieja y soy cada vez más sentimental. Es tan bonito el centro de San Sebastián, sobre todo cuando no hay nadie de noche... Me apetecía, y salió así. Es nuestro Donosti blues», concluye entre risas.

Evocadoras y sugerentes, con la ironía rebajada en favor del lirismo, las letras de Teresa siguen siendo particulares: «Más que letrista, soy encajadora de sílabas en notas, porque el punto de partida siempre es una melodía que me pasa Ibon y me inspira algo, y sé que tiene que ser una palabra de tres sílabas y aguda, por ejemplo. Me gustan las palabras».