Quincena Musical
Así 'suena' la Quincena Musical por dentroEl equipo del festival muestra las entrañas desde las que se gesta todo un mes de música que arranca hoy con la clásica Jornada Inaugural
A media mañana, en la oficina del cubo pequeño del Kursaal no deja de sonar el teléfono. La 84 edición de la Quincena Musical de San Sebastián ... hierve en sus prolegómenos entre mails sobre pólizas, reservas de hoteles y comidas, firmas de contratos, transcripciones de entrevistas y recepción de vuelos. Las cajas de cartón repletas de programas de mano se amontonan en el pasillo que lleva a la recepción donde Lorena Arsuaga atiende las dudas de última hora de dos clientas.
Y es que hoy arranca la Jornada Inaugural del festival con cuatro conciertos gratuitos, dos recitales solidarios, el primer concierto del ciclo de órgano y la gran cita de apertura del Kursaal, que tendrá a la Orquesta Filarmónica de Rotterdam y al solista Pablo Ferrández como protagonistas. Suficiente menú en el plato como para mantener todas las manos ocupadas.
El programa de hoy
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Julia Blasco y Luken Munguira 11.30 horas, en la residencia Aldakonea.
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Suzana Nadejde 11.30 horas, en la residencia Zorroaga.
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Anacronía Ensemble 12 horas, Salón de Plenos del Ayuntamiento.
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Nacho Castellanos y Gato Murr 18 horas, Salón de Plenos del Ayuntamiento.
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Kresala Dantza Taldea 19 horas, terrazas del Ayuntamiento.
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Rotterdam Philharmonic Orchestra y Pablo Ferrández 20 horas, en el Kursaal.
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Vocalia Taldea 20.30 horas, en la Iglesia de San Vicente.
Desde su mesa, Elixabete Elizetxea se encarga de todo lo relacionado con la taquilla e invitaciones de prensa; mientras, a su lado y entre una maraña de documentos, el director de gestión Andoni Alonso ultima los preparativos con los responsables de producción dirigidos por Josi Abanda. Encabezado por Maider Oiarbide, el equipo de comunicación formado por Itziar Larrañaga, Leire Errazkin y Carla Emazabel acaban de concluir una rueda de prensa y preparan la convocatoria de la siguiente. La adjunta a la dirección artística Oihana Muguerza y el director del festival Patrick Alfaya ocupan las últimas mesas de una oficina que amplía sus redes a través de servicios subcontratados, acomodadores, regidores y empleados de los diferentes escenarios. «Alrededor de 40 personas formamos la Quincena», calcula Alfaya. Un grupo que trabaja en la sombra para permitir que sean las estrellas del cartel las que brillen con luz propia, sin que ningún foco se despiste de su papel.
Hay artistas que apenas demandan unos frutos secos para el backstage y otros que viajan con su propio grifo de cerveza
No hay más que comprobar el pulcro minutado del horario de ensayos que se ha preparado para la llegada de los músicos de Rotterdam. Martes: ensayo del Orfeón Donostiarra con Lahav Shani; miércoles: ensayo del Beethoven, solo orquesta; jueves: ensayo general del Chaikovsky y ensayo del Beethoven a piano con solistas... Suma y sigue.
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Antes, los artistas habrán hecho el 'check-in' en el hotel Amara Plaza, donde la mayoría de grandes agrupaciones forman su campo base, principalmente, por sus dimensiones. «No puedes tener a una orquesta distribuida en ocho hoteles diferentes, es un lío organizativo. Aunque alguna vez hemos tenido que alojarles en Vitoria por falta de habitaciones», admite Alfaya.
Mientras tanto, las grandes figuras suelen dormir en el María Cristina y no sólo por una cuestión de comodidad, «sino porque está al lado del auditorio y que se te pierda un solista...», reconoce sobre una pasada experiencia con el director de orquesta ruso Valery Gergiev. «Estaba el Kursaal lleno desde hacía cinco minutos y él no aparecía por ningún lado. Venía desde el María Cristina hablando por sus dos teléfonos y le dije: '¡Valery tienes que salir ya!'. Y me contestó que esperara un poco que estaba charlando con el rey Juan Carlos».
Hay artistas que apenas demandan unos frutos secos para el backstagey otros que viajan con su propio grifo de cerveza
Hay artistas, como Mitsuko Uchida, que apenas demandan unos frutos secos, unos plátanos o algo de chocolate antes de salir a escenario, «pero ha habido ocasiones en que compañías nos han pedido a última hora una máquina de café en el backstage...». Ahí el director se planta. «Lo siento, hay tropecientas cafeterías en la calle Peña y Goñi». Otros, en cambio, ya venían acompañados de su refrigerio, como la orquesta de Frankfurt. «Viajan con su grifo de cerveza para después del concierto».
Tres noches pasará Grigory Sokolov en Donostia. Como personaje curioso, hombre silencioso y pianista de enorme trascendencia, podría suponérsele un extenso listado de excentricidades, pero no. «Solo pide que se respeten sus horas de ensayo», dice Alfaya, «y ha generado muy buen rollo con el equipo de producción con Josi, Cristina, Idoia, Marta... a quienes llama 'Josi and his girls'».
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