Pirotécnica exhibición

La 'Tocata y fuga' de Ager fue un imponente arranque con su arrebatada rítmica y sus velocidades, tanto en los teclados como en el pedalero. Tras la virtuosa y veloz obra llegó la siempre intensa música de Widor. En sus sinfonías el compositor traslada toda una orquesta al órgano, con todas las dificultades que ello supone. Marshall arrancó con un brillante 'Allegro', tras el que pudimos escuchar un muy contrastado 'Adagio', tanto en tempo como en colores, mucho más delicado y suave. Como era de esperar, el 'Final' de la 'Sinfonía nº 6' volvió a comunicarnos grandeza y potencia. La registración utilizada nos hizo recordar a momentos wagnerianos. Marshall no tuvo ningún problema en ofrecer la obra con contundencia, seguridad y adecuado estilo.

Muy entretenidos fueron los 'Tres preludios de Hamburgo' de Guy Bovet. Su 'Salamanca', inspirada en un conocido tema español, convenció por el trabajo rítmico, 'Sarasota' por su swing y un estilo más cercano al blues y 'Hamburg' nos recordó incluso al minimalismo de Michael Nymann, en una obra divertida en la que pudimos advertir un guiño al 'Para Elisa' de Beethoven.

Marshall guardó la mayor exhibición para el final, con una demostración de su capacidad de deconstruir tres breves retazos de tres conocidos temas vascos en una improvisación de media hora sin descanso. En ella el organista permitió en algunos momentos reconocer los temas originales, mientras que en otras ocasiones los utilizó casi de excusa para elaborar una composición en tiempo real.