Pedro Guerra: «Vox niega los tres pilares de mi música»
Cantautor ·
El artista canario, que hoy recordará su disco 'Golosinas' (1995) en el Victoria Eugenia, se refiere a la violencia de género, la inmigración y la memoria históricaLa de hoy será la tercera vez que Pedro Guerra (Güímar, Tenerife, 1966) visita Gipuzkoa en 2019. En enero actuó en Tolosa, en verano lo ... hizo en Irun y esta tarde recala en el Victoria Eugenia para recordar su primer disco en solitario. Abre la velada la cantautora ubetense Sara Ráez.
-«Canté para no aburrirme los domingos», decía en 'Biografía', que abría 'Golosinas'. Su concierto de Donostia cae justo en domingo.
-(Risas) En esa canción quería recordar que empecé muy jovencito en esta profesión, primero como entretenimiento, tocando la guitarra durante horas y horas, y al final se fue convirtiendo en una profesión. Empecé a cantar en directo y a escribir canciones, un oficio que no tiene muchos lugares en los que aprender: sólo puedes fijarte en lo que otros han hecho antes que tú. Después de 30 años, me siento muy a gusto con mi carrera y creo que he acabado ocupando un espacio que cuido y defiendo del mejor modo posible.
-¿Alguna vez le ha pesado la etiqueta de cantautor?
-Todo lo contrario, siempre he reivindicado la figura del cantautor y de los trovadores porque yo procedo de ahí. Es verdad que yo lo vivo desde un punto de vista actual, porque la palabra cantautor se va amoldando a las diferentes épocas.
-Precisamente, en 'Golosinas' había un tema, 'Rap a duras penas', en el que definía el rap como «vocero periodista de la marginalidad», algo muy en boga hoy en día.
-Sí, el compromiso social ya no es exclusivo de los cantautores como antes. Es más, ahora hay cantautores que no muestran ningún compromiso y están más cerca de la canción romántica. Por el contrario, hay gente de otros géneros musicales que tienen una posición de compromiso mucho mayor. Eso me parece genial porque la etiqueta de cantautor puede quedarse pequeña dado que los géneros se mezclan cada vez más. Yo me siento cantautor pero también músico porque investigo, busco, mezclo... Me gusta moverme en todos los palos y atravesar todas esas fronteras que se van diluyendo.
-¿Cómo han envejecido las canciones de 'Golosinas'?
-Yo creo que muy bien. Hay una parte de ese repertorio -'Contamíname', 'El marido de la peluquera', 'Deseo'...- que no he dejado de tocar nunca, pero 'Golosinas' es un disco largo, de 17 canciones, y hay una docena larga de ellas que he cantado mucho menos. Al volver a revisarlas, pensé que igual habría alguna que no querría recuperar porque en 25 años cambian muchas cosas, pero no ha sido así: siento que es un disco actual que puedo defender hoy y, de hecho, las estoy cantando todas porque algunas están más vivas que nunca, lamentablemente.
-De hecho, en la entrevista que le hice en enero hablamos del peligro del auge del fascismo. Diez meses y dos elecciones generales después, la amenaza es una realidad: hay 52 parlamentarios de extrema derecha en el Congreso...
-Como muchas otras personas, yo lamento que el pacto entre PSOE y Podemos no se haya producido hace tres meses porque nos habríamos ahorrado bastantes cosas. También es verdad que los 52 parlamentarios de Vox no han salido de la nada: antes estaban en otros partidos, especialmente en el PP, que es de donde vienen la inmensa mayoría de ellos. En mi opinión, ha habido un proceso de blanqueamiento de ciertas cosas que ellos defienden y que me parecen escandalosas, como también lo es que no haya medios de comunicación ni partidos que les planten cara con mayor fuerza. Por ejemplo, es inadmisible decirle al PNV eso de «Tenéis que tenernos miedo porque os vamos a ilegalizar»,
-3,6 millones de votantes de Vox no es una cifra desdeñable: tercera fuerza política en España.
-Por eso pienso que el pacto PSOE-Podemos es lo mejor que nos puede pasar y espero que todo esto haya valido para verle las orejas al lobo y que se pongan las pilas quienes tienen que ponérselas. Al menos debería servir para frenar ese auge y que la gente que se ha sentido a gusto con lo que representa Vox se lo piensa un poco mejor y se dé cuenta de que es inviable: no podemos aceptar sus postulados.
El concierto
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Cartel Pedro Guerra + Sara Ráez. Lugar: Victoria Eugenia (Donostia).
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Día y hora Hoy, 20.00.
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Entradas 18 euros.
-Es de suponer que Santiago Abascal sentirá urticaria al escuchar versos como 'Contamíname, mézclate conmigo'...
-Es que Vox niega los tres pilares básicos de mi música: la violencia de género, la inmigración y la memoria histórica. Son temas sobre los que he trabajado siempre y que constituyen mi manera de entender el mundo. También niegan el cambio climático y dicen otras muchas barbaridades. Que la gente se vea reflejada y piense que ese discurso va a mejorar sus vidas... En fin. Vivimos un tiempo extraño, sí, pero de momento, la suma de las izquierdas puntúa más que la de las derechas.
-¿Y no le entran a uno ganas de escribir en su guitarra aquel lema que lucía Woody Guthrie en la suya: «Esta máquina mata fascistas»?
-En realidad, como músico no puedo hacer grandes cosas: sólo salir al escenario y cantar para la gente que logro atraer. Es lo que he estado haciendo todos estos años y seguiré haciéndolo siempre: difundir ideas que creo fundamentales para lograr un mundo para todos, pero para todos de verdad. Al final la pregunta es si hacemos políticas para la inmensa mayoría o sólo para unos pocos.
-En unos días actúa en República Dominicana. La situación en América también se está complicando...
-Las políticas de Trump, el Brasil de Bolsonaro, el neoliberalismo de Chile, lo que está ocurriendo en Bolivia, Ecuador... Son ciclos y en este caso lo que ocurre -creo yo- viene motivado por un hecho: el capitalismo más salvaje está tocando fondo. Espero que todas estas cosas no sean en vano y sirvan para reconducir la situación porque supongo que es una respuesta a algo que viene gestándose desde hace muchos años y que al fin ha estallado.
-En tiempos oscuros, ¿los textos de sus canciones también se le vuelven más negros?
-No necesariamente. Es verdad que la realidad a veces te puede estimular y empujar a decir las cosas de otra manera, pero después de 30 años, tengo una manera de escribir y hacer las cosas y me debo a ella.
-Lo preguntaba porque igual no le quedan tangas ganas de escribirle al amor, el otro gran tema de su repertorio...
-Bueno, en realidad son caminos distintos. La vida personal sigue y la vida colectiva, también. Es cierto que uno puede estar más desmotivado y más deprimido, porque la realidad puede ser muy deprimente, pero proteger y cuidar el otro aspecto hace que la situación sea más llevadera.
-¿Después de recuperar 'Golosinas' qué le pide el cuerpo?
-Tengo listos los temas de un nuevo disco y he empezado a preparar la producción, pero quiero tomármelo con calma y no lo sacaré hasta dentro de un año. En lo musical quiero que sea lo más potente posible y en lo referido a los textos, no variará mucho: hablaré del lado personal, del amor y también habrá algunas canciones sociales.
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