Los Bracco + Infame: noche fluorescente

Más veloces, robustos y peligrosos resultaron Los Bracco, que abrieron su concierto sepultando bajo quintales de electricidad los coros 'gregorianos' de 'Infraser'. Comenzaron muy arriba ('Agujeros negros', 'Viento en las velas'...) y pronto se confirmó la sospecha: van sobrados de tablas y hoy suenan mejor que nunca. Con micro, cencerro y pandereta, Pablo Fernández exhibió maneras de 'frontman' carismático e interpretó con gracia y actitud himnos 'drogadictos' de nuevo cuño como 'Aquí estoy', que incluyó el bramido de guerra «¡Quiero ser anormal!», o 'Yonquis', con deje reggae. El inédito 'Tu enterrador' destacó entre temas recientes como el 'loureediano' 'Siempre hay algo', el 'punkarra' 'Hoy estoy destroy' (con mini-invasión de escenario) o el 'heavytrón' 'Directos al infierno', que pronto se sumarán a la banda sonora de los bajos fondos de la ciudad.

De ella forman parte 'Sayonara', 'Ángeles sin alas', 'Mugre y furia', 'Te buscaré', 'Traficantes' y 'Bendita esquizofrenia', canciones que muerden yugulares y son ideales para corear con el puño en alto. Así lo hizo un público fidelísimo que chapoteó en el lodazal de un rock disoluto, alérgico a las modas y muy apropiado para noches tan «fluorescentes» como las que describe 'Estrellas'. Con los bises 'Bienvenida paranoia' y 'El último tren' Los Bracco despidieron un fiestón que dejó melodías y resacas memorables.