«La música de Shostakovich es directa, emociones en crudo»
El grupo, formado por Judith Bardolet, Lluís Castán, Jesús Miralles y Miquel Jordà continúa este año la integral que inició la pasada edición de los cuartetos de cuerda de Shostakovich en Chillida Leku. Esta vez ofrecen dos conciertos este viernes y el domingo.
– ¿Cómo fue la experiencia la edición pasada?
– Muy especial, sobre todo por el hecho de conectar la música con un entorno excepcional y también la fusión entre artes; la fuerza de Chillida se suma al espíritu desgarrador y conmovedor de Shostakovich.
– ¿Qué destacarían de esta integral de cuartetos de cuerda?
– Es uno de los grandes ciclos que se han escrito para cuarteto de cuerda. Hay algo en los de Shostakovich que les dota de un valor especial: son testimonios emocionales de una época única en lo social. La Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la represión, los líderes autocráticos... De una etapa tan dolorosa, tan convulsa y tan llena de tensiones tuvo que nacer una música que anhelaba una salida, que buscaba elevar y dar voz a una sociedad quebrada.
– ¿Abordar una integral entraña más dificultades?
– Sí. Haremos quince cuartetos en tres años, sumado a todo el trabajo que llevamos a cabo más allá de estas obras. Para nosotros es un gran reto, y como tal también nos motiva mucho.
– ¿Qué alicientes tiene escuchar en directo todas las obras de un compositor para una formación en concreto?
– La música de Shostakovich es muy directa. Son emociones en crudo. La experiencia del directo adquiere un aire casi de ritual, pues al fin y al cabo lo que aquí cuenta es que las emociones que plasmó Shostakovich, sus heridas, sus miedos, pero también sus infrecuentes momentos de alegría, se reflejen en cada uno de los que van a estar presentes en la sala. Si esto sucede, nuestra labor será un éxito.
