Adolfo Gutiérrez Arenas | Violonchelo
«La música aviva el recuerdo de los que ya no están»Interpreta esta tarde junto al pianista Josu de Solaun un repertorio con obras de Schumann, Schubert y Franck en San Telmo
'Loss & Love' es el título del programa que el intérprete alemán Adolfo Gutiérrez Arenas (Munich, 1974) ofrece esta tarde junto al piano de Josu ... de Solaun en el Museo San Telmo (20.30 horas). La música de Schumann, Schubert y Franck servirá para rendir un homenaje a sus padres, ya fallecidos.
– ¿Es la primera vez que actúa en la Quincena Musical?
– No. Toqué hace unos años y estoy encantado de volver. Será mi tercera actuación en San Sebastián, ya que a principios de la temporada pasada actué en el Teatro Victoria Eugenia.
– Ofrece un concierto junto al pianista Josu de Solaun. ¿Acostumbran a tocar juntos?
– Llevamos tocando juntos un par de años. Durante la pandemia hubo una cancelación de un pianista que venía de New York, teníamos muchas ganas de colaborar y fue un amor a primera vista musical porque nos entendimos perfectamente y desde entonces hemos tocado muchísimas veces juntos. Hemos grabado un disco, con el que hemos disfrutado mucho, 'Love &Loss' nominado a los premios ICMA 2023 y tenemos muchos más proyectos.
–¿Qué valora en un intérprete para hacer música de cámara?
– Valoro, por ejemplo, todo lo que tiene Josu. Alguien que tiene un dominio absoluto de su instrumento de tal manera que las cuestiones técnicas nunca van a ser un problema para hacer la música de la manera que se quiera en cada momento. Valoro que tenga una idea muy clara de lo que quiere hacer, pero que, sin embargo, tenga la mente lo suficientemente abierta como para poder cambiar cosas. La colaboración y la flexibilidad son algo importantísimo en la música de cámara. Y otra cosa que valoro es la capacidad de improvisar. Así el concierto es una experiencia viva y vibrante y no una especie de reproducción de una serie interminable de ensayos.
«Es el mejor vehículo para transmitir sensaciones y emociones de forma muy vehemente y explícita»
– El concierto es un homenaje a sus padres y a los del pianista, ambos fallecidos.
– El disco es un homenaje a nuestros padres y el concierto adopta el nombre del disco porque la mayoría de las obras que grabamos, con excepción del 'Adagio y Allegro' de Schumann, están incluidas en él. No sé si la música ayuda a mitigar la pena, pero es un idioma intemporal que llega a lo más profundo del alma. En el caso de nuestros padres, bien porque amaban esta música o porque en mi caso estudié algunas de estas obras con mi padre, por lo que sea, la música conecta con los recuerdos y con las sensaciones más intensas que un ser humano pueda tener. No es que ayude a superar la pena, pero es un elemento más que aviva el recuerdo de los que ya no están.
– De hecho, 'Loss & Love' gira en torno a dos sentimientos inherentes al ser humano, como son la pérdida y el amor.
– En el momento que grabamos el disco tanto las pérdidas de los padres de Josu como de mi padre eran muy recientes. Esos sentimientos estaban muy a flor de piel. Tanto Schumann como Schubert se debaten en toda su obra y en su vida entre el amor más profundo y la pérdida más devastadora. Son grandes traductores de estos sentimientos. Por eso los elegimos.
«Si todos tendiéramos a intentar ser ciudadanos del mundo, probablemente éste no sería tan hostil»
– Incluyen también a César Franck. ¿Por qué tres compositores románticos?
– Pensamos que la 'Sonata' de César Franck era un broche perfecto por su romanticismo ya más tendente a lo wagneriano. Es una vuelta de tuerca más en lo que es el lenguaje romántico, aunque la primera parte del concierto no tiene mucho que ver con la segunda. La primera es un homenaje al disco y la segunda, a una de las grandes obras de música de cámara que se han compuesto jamás, como es la 'Sonata para violín' de Franck, pero en la versión de violonchelo.
– ¿Se presta más la música romántica a transmitir los sentimientos de pérdida y amor?
– Sí, claro. La música romántica es el ejemplo perfecto para transmitir los sentimientos de amor más puro, de desesperación más desoladora, con una expresión muy extrema.
– Usted nació en Munich, pero es hijo de españoles. ¿El origen de un intérprete marca a la hora de hacer música?
- No creo. Si todos tendiéramos a intentar ser ciudadanos del mundo, el mundo probablemente no sería el sitio tan hostil que es. Es importante, sobre todo a la hora de ser músico y artista, tener la mente muy abierta y ser un poco camaleónico, en el sentido de adaptarte a cada música que tocas. No pienso que para tocar Beethoven haya que ser alemán o para tocar Shostakovich, ruso.
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