«Tocar en dúo de pianos requiere mucha disciplina para 'respirar' como uno solo»
El virtuoso pianista noruego interpretará junto al canadiense Marc-André Hamelin 'La consagración de la primavera' de Stravinsky
Kursaal Eszena acerca esta tarde al Kursaal (19.30 horas) al famoso pianista noruego Leif Ove Andsnes, que acude al auditorio con el canadiense Marc- ... André Hamelin. El dúo de pianistas ofrecerá en su concierto un impactante arreglo de 'La consagración de la primavera' de Igor Stravinsky con pasajes que aparecen en la partitura orquestal pero que faltaban en el arreglo original del compositor ruso para dos pianos.
– Ha estado en otras ocasiones en San Sebastián. ¿Qué impresión le causaron la ciudad, el auditorio y el público?
– Me encanta San Sebastián y me he prometido venir alguna vez de vacaciones con mi familia. Es una ciudad maravillosa, con un casco antiguo encantador y una comida estupenda. Destacaría su playa, su olor a mar y una sala de conciertos moderna, de gran calidad y de aspecto llamativo.
– En sus anteriores conciertos actuó como solista con orquesta, pero es la primera vez que le escucharemos en formato de dúo de pianos. ¿Qué alicientes tiene para usted como intérprete?
– Me resulta muy divertido tocar a dos pianos. El sonido adquiere un alcance muy orquestal, con muchas posibilidades de color y voces.
«'La Consagración' es, sin duda, una de las piezas de orquesta más famosas del siglo XX»
– Actúa junto al pianista canadiense Marc-André Hamelin. ¿Cómo surgió la iniciativa de formar dúo?
– Tocamos juntos por primera vez en 2008. Yo era el director artístico de un festival en Noruega, el festival de música de cámara Risør, e invité a venir a Marc- André. Y fue en aquella ocasión cuando tocamos juntos por primera vez 'La consagración de la primavera' de Stravinsky, que interpretaremos en San Sebastián.
– Y ofrecen una versión en la que han añadido pasajes que no aparecen en la que escribió para dos pianos el propio Stravinsky ¿Qué destacaría de ella?
– 'La Consagración' es, sin duda, una de las piezas de orquesta más famosas del siglo XX. Es cierto que en la versión para piano no se consigue lo mismo que con la increíble que escribió Stravinsky para orquesta, pero, por otro lado, cuando se toca a dos pianos se escucha muy claramente la estructura de los acordes y los ritmos. El dúo de pianos puede expresar muchos de los sonidos y de las expresiones bárbaras que resultan tan esenciales para la pieza, por lo que nos ofrece una visión diferente de una de las mejores piezas musicales jamás escritas.
– Si bien hay bastante literatura para dúo de pianos, sigue siendo un género que salvo en casos muy concretos, no tiene el éxito de otros.
– Creo que se trata, sobre todo, de una cuestión de practicidad, de que se necesitan dos pianos para tocar ese repertorio, y es muy difícil que haya dos pianos en una sala. Por supuesto, tocar a cuatro manos en un solo piano era muy popular en el siglo XIX y a principios del XX, ya que los pianistas aficionados tocaban juntos en casa, tanto composiciones originales como transcripciones de sinfonías, pero supongo que para los conciertos ofrecidos ante el público, el piano se ha visto como un instrumento para un intérprete solista, de forma individual. Tocar en dúo de pianos requiere mucha disciplina y organización para sonar y 'respirar' como si fuera uno solo.
«Debussy explora muchos personajes y sonidos, y las armonías son inquietantes»
– Hubo grandes compositores como Schubert, Brahms, Debussy o Stravinsky que escribieron para dúo de pianos. ¿Qué cree que les empujó a componer para esta formación?
– En esa época era popular tocar el piano en casa, incluso para músicos aficionados, por lo que había una demanda de piezas para poder tocar juntos, sobre todo en un piano.
– Además de Stravinsky, interpretarán en el Kursaal una obra de Adams y seis piezas de Schumann/Debussy, a las que se une 'En blanc et noir' de Debussy ¿Cómo son estas obras?
– En muy pocas palabras, la de Adams es una pieza estática, llena de ritmos y sonidos emocionantes. Schumann contrasta mucho con ésta, ya que se trata de una obra poética, íntima y juguetona. Debussy compuso 'En blanc et noir', una obra maestra, al final de su vida. Explora muchos personajes y sonidos, y las armonías son inquietantes. Está escrita en plena Primera Guerra Mundial y, de hecho, el segundo movimiento representa una escena de batalla entre las tropas alemanas y francesas.
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