«Lo de fusionar la OSE y la Sinfónica de Bilbao es el día de la marmota»

Arabaolaza señala que «la Orquesta de Euskadi se creó para divulgar la música aquí y fuera de nuestras fronteras, apoyar a las agrupaciones corales locales, registrar el patrimonio musical vasco y educar a la ciudadanía. A lo largo de 40 años ha realizado esta labor de forma desigual y con altibajos, como todas las instituciones». A lo largo de su trabajo, reconoce que ha descubierto «cosas pequeñitas, como que la Orquesta tocó en 1986 en el acto de entrada de Portugal y España en la Comunidad Europea. Es algo que no se dio a conocer mucho entre la ciudadanía. No asistió el lehendakari, sino el viceconsejero de Cultura».

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Señala la investigadora que «desde un principio la creación de la OSE fue una apuesta política del Gobierno Vasco», pero considera que «lo que prevalece es su cometido en la Historia musical de Euskadi y no tanto en aspectos de índole político-social».

Respecto a la nunca del todo enterrada polémica en torno a una eventual fusión de la Orquesta de Euskadi con la Sinfónica de Bilbao, señala que ese debate «es como el día de la marmota. Cada cierto tiempo, surge este tema. Es un fantasma que aflora cada X tiempo, aunque no sé muy bien qué poderes provocan ese debate, que tampoco creo que se haya silenciado para siempre». En este sentido, recuerda que la OSE es una sociedad anónima cuyo principal accionista es el Gobierno Vasco y de ahí proceden la mayor parte de sus fuentes de ingresos. No recibe un euro de ninguna diputación».