Bruce Springsteen deleita a 40.000 personas en Anoeta durante un concierto de casi tres horas

Bruce Springsteen ha deleitado a sus fans en un concierto de algo menos de tres horas en Anoeta. Con las notas del 'No surrender' ha arrancado su espectáculo ante 40.000 seguidores, en el que no ha faltado su habitual 'speech' reivindicativo. Con una rigurosa puntualidad, incluso con cuatro minutos de adelanto, la leyenda del rock y la E Street Band han comenzado el espectáculo que ha vibrar el estadio hasta casi la medianoche. 'The Boss' ha comenzado a desplegar su magia desde el inicio y no sólo en el aspecto musical: con el inicio del concierto, ha dejado de llover.

El primer mensaje de Springsteen a sus fans ya llevaba una buena carga de profundidad: «EEUU es un país que durante 250 años ha sido un faro de esperanza, pero está ahora en manos de un gobierno corrupto e incompetente», ha proclamado el intérprete. «Hay que reivindicar el arte, la música y el rock and roll en estos tiempos peligrosos», ha añadido, para solaz de buena parte de los presentes. Una nueva muestra de su radical confrontación con la ideología y proceder del actual presidente de Estados Unidos, su país. El inicio ha sido apoteósico en todos los sentidos.

Las puertas se han abierto a las 18 horas y todos los seguidores de 'The Boss' han comenzado a entrar con mucha calma, repletos de ilusión y de manera ordenada. Ya se empezaba respirar rock en un escenario puramente futbolístico. La zona del terreno de juego ha comenzado a estar repleta a más de una hora del inicio del concierto.

Los primeros en entrar, pasadas las cinco y media de la tarde, han sido los fans del llamado 'roll call', esto es, los que se han organizado durante estas últimas jornadas en las puertas del estadio y han tenido que 'fichar' tres veces al día para mantener su posición de entrada, con un número serigrafiado en la mano. Han hecho una fila aparte para poder entrar prematuramente en estricto orden, un privilegio adquirido por pasar los últimos días prácticamente acampados en los aledaños del estadio.

A hora y media del inicio del concierto ha habido una curiosa reacción de los ya presentes en el terreno de juego. Estaban sentados y han decidido levantarse, como si fuera inminente el inicio de la actuación de 'El jefe'. Y eso que todavía les quedaban 90 minutos de espera por delante. Incluso han permitido que una madre subiera con su bebé al escenario, para estupor de los presentes.

Poco después ha hecho aparición el líquido elemento. El sirimiri se ha colado en los prolegómenos del evento y ha habido quien ha recordado que en el evento en Donostia de 2012 llovió mucho al principio y todo comenzó con una interpretación del 'Who'll stop the rain?' o '¿Quién parará la lluvia?' de Creedence Clearwater Revival.

Hay otros asistentes que han preferido seguir disfrutando de la tarde y de la cerveza en los bares aledaños al estadio, especialmente los ocupantes de las butacas del graderío. Sus entradas son numeradas y para ellos no tiene tanta trascendencia entrar con mucha antelación.

En torno a las cinco de la tarde, los fans de la leyenda del rock ya han estado calentando motores con las pruebas de sonido de Bruce y su banda. Han podido escuchar y cantar temas como 'My letter to you' o 'No surrender', clásicos de 'The Boss'. Gran aperitivo para los más tempraneros.

A medida que ha avanzado el día, las colas ya han ido aumentando y pasadas las 15.00 horas rodeaban ya todo el estadio de la Real Sociedad. Además, las carreteras también han sufrido este impacto por el concierto, con colas en puntos como el peaje de Zarautz de la AP-8. Las puertas del estadio se abrirán a las 18.00 horas.

Ana, quien ha venido desde Barcelona para asistir al concierto junto a su pareja, se encuentra desde el mediodía sentada en el suelo haciendo la cola junto a varios fans, vistiendo una camisa de Bruce con la bandera americana de fondo asegura que «de aquí no me muevo».

Y es que en cuanto abran las puertas Ana buscará su sitio en los laterales, ya que «a mi marido no le gusta estar en el medio, pero si por mi fuera estaría en la primera fila», admite.

Rosa es otra fan que también viene de Barcelona junto a su marido, aprovechando el hospedaje gratis en casa de su hijo, que vive en la ciudad. La canción que más ganas tiene de escuchar la catalana es, como no, 'Born to run'. Vió a Bruce por primera vez en su concierto de Barcelona en el 88 y espera que los fans de Donostia sean «igual o mejores que los de Barcelona».

Unos metros más adelante, Fernando y su cuadrilla llamaban la atención, ya que Fernando llevaba un sombrero gigante y una camiseta del cantante estadounidense. «Venimos de Almería, hemos llegado hoy a San Sebastián y nos estamos quedando en Bilbao. Tenemos el plan perfecto. Nos comeremos unos pintxos, daremos un paseo por la Parte Vieja y luego al concierto de Bruce», asegura animado. El de hoy es nada menos que su concierto número 21.

Otro catalán que se encuentra junto a toda su familia a Donostia y que también asistió al primer concierto de Bruce Springsteen de Barcelona en el año 1988 es Jordi. Ansioso y emocionado a partes iguales, afirmaba categórico que «asistir a un concierto de Bruce es solo equiparable al sexo».

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