«En los 80 y 90 no escribías pensando que ibas a herir sensibilidades»
Nacho Campillo, músico y líder de Tam Tam Go! ·
Tras un paréntesis de diez años, Tam Tam Go! regresa a los escenarios y este jueves presenta en La Cripta su disco 'Volando sobre un tacón'Aunque ha publicado discos en solitario, Nacho Campillo (Badajoz, 1960) ha sido siempre la cara visible de Tam Tam Go!, grupo que en ... los 90 triunfó con temas como 'Espaldas mojadas' o 'Lucía de los cartones'.
El concierto
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Cartel Tam Tam Go! Lugar: La Cripta (Donostia).
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Día y hora Jueves, a partir de las 20.00 horas
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Entradas 22 euros (con gastos) .
- ¿Tam Tam Go! se había separado o sólo estaba en 'standby'?
- Siempre hemos estado un poco en 'standby'. Somos de Extremadura y nos llamaban el Guadiana porque aparecíamos y desaparecíamos. Nunca hemos tenido una carrera tan estable como otras bandas de nuestra época. Durante la grabación de nuestro último disco, el directo 'Bolero incendiado' (2009), prometimos volver a los diez años con un trabajo nuevo, y aquí estamos.
-¿Les habían tentado antes?
-No ha habido ofertas golosas, pero los amigos y demás gente nos pedían volver, sobre todo porque las marcas funcionan y hoy el mundo de la música está más complicado con tanta oferta.
- Habrá quien les tache de oportunistas...
- Sí, es lo de siempre. Más que oportunista, creo que nuestro retorno es oportuno. Yo como artista siempre he estado ahí y con mi hermano Javier me llevo bien, no somos como los Gallagher. (Risas) Nos pareció bonito regrabar nuestros éxitos con colaboradores, algo que nunca habíamos hecho, para refrescar la memoria de la gente y conectar con nuevos públicos a través de esas colaboraciones. Esas canciones merecen una segunda oportunidad.
- ¿Qué pretenden ahora?
- Nos gusta pensar que podemos refrescar el panorama musical en español, ahora que hay demasiado reggaetón. Hay gente muy buena como Izal o Love of Lesbian, pero echamos en falta grupos de canciones como éramos nosotros: canciones bien construidas y profundas.
- ¿Qué público están encontrando?
- Un público muy cercano, hay gente de nuestra generación y de una anterior... Hace poco en Mallorca vimos a unas chicas de 25 años y sí nos sorprendió... (Risas) Lógicamente, eran hijas de fans nuestros...
- Hábleme de las colaboraciones de 'Volando sobre un tacón' (2019).
- Aparecen, entre otros, Manuela Vellés ('Manuel Raquel'), que es actriz pero canta muy bonito en un estilo francés que recuerda a Carla Bruni; Mikel Izal ('Espaldas mojadas'), a quien conozco desde hace años; Nina, del grupo Morgan ('I Come For You'), que viene a grabar en mi estudio... Son gente cercana como Maiko, Coti, Yadam y Diego Torres o Andrés Suárez, el único al que no conocía.
- El único colaborador de su generación es Mikel Erentxun ('Caer a tus pies').
- Le hemos dado una canción que le va como anillo al dedo. En la edición de vinilo también hay una versión inédita de 'Pasarán', que grabamos hace diez años con Antonio Vega, poco antes de que falleciera.
- ¿Les preocupa ser arrastrados por la nostalgia?
- No, porque yo sigo haciendo música. Lo que no me gusta tanto es hacer festivales de los 80, que sí son muy nostálgicos. Alguna vez lo he hecho porque, para ser sinceros, no hay tanto trabajo y es una oportunidad de juntarte con grupos como Nacha Pop o Los Secretos, pero no me siento cómodo porque la gente puede pensar que estás anclado en esa etapa y no has evolucionado. En mi caso no es verdad: yo no he parado, tengo cuatro discos, estoy preparando uno nuevo... Yo no vivo sólo de Tam Tam Go! y del pasado.
- En el repertorio de 'Volando sobre un tacón' llama la atención la ausencia de un tema que sonó mucho en su día: 'Crimen pasional'.
- Sí, la escribió Ricardo Franco, el cineasta, que era muy amigo mío. También son suyas 'Manuel Raquel' y 'Lucía de los cartones'. Aprendí mucho de él porque yo soy más lírico que narrativo, y él sabía resumir una historia en cuatro trazos.
- La letra decía: «Yo voy al volante y tu en la maleta, / envuelta en la manta no tendrás frío / tu último vuelo será el más brillante / cuando desde el puente rompas el río».
- Habla del asesinato de una mujer y nos pareció que hoy no era el momento de rescatarla. No somos feministas pero apoyamos a la mujer en todos los pasos que está dando. En su día, esa canción podía tener sentido como una 'boutade' de un grupo adolescente, pero no queríamos echar más leña al fuego. No nos parecía políticamente correcto.
- ¿Diría que han sucumbido a la ola de corrección política?
- Nunca hemos tenido prejuicios y hemos sido siempre muy independientes, pero no queremos herir sensibilidades gratuitamente. Creo que la moderación está bien en cierto momento: crear polémica gratis no tiene sentido.
- ¿Esa canción no era una ficción?
- Claro, claro. Ricardo Franco se basó en la película 'Henry, retrato de un asesino'. Es como un guion, pero mucha gente puede no entenderlo como tal y no nos apetece tener que andar dando explicaciones.
-¿Ahora hay menos libertad que en su época?
-Sí, sí, totalmente. Hoy la libertad de expresión está constreñida. Hay artistas que han sido censurados, y no me quiero meter porque es un debate que va más allá, es más político. ¿Hasta dónde llega la libertad de cada uno? ¿Es lícito herir la sensibilidad, por ejemplo, de las víctimas del terrorismo? Todo eso lleva a que los artistas nos lo pensemos dos veces antes de crear. En los 80 y 90 no escribías pensando en que ibas a herir la sensibilidad de nadie... Había libertad absoluta. Ahora al escribir te lo planteas, analizas mucho qué vas a contar y eso es malo.
- Se llama autocensura.
- Sí, el artista se corta y empieza a autocensurarse y eso no es bueno para la cultura... Deberíamos ser libres a la hora de crear siempre que no vulneres ciertos derechos o sensibilidades. Es un debate extenso.
- ¿Qué echan en falta de cuando estaban en el candelero?
- La ingenuidad y la juventud. Teníamos esa espontaneidad de lanzarnos al vacío sin miedo ni paracaídas. Ahora es lo contrario, está todo más pensado. En ello influyen también los años y la madurez. A cambio, hemos ganado en independencia y libertad. Las compañías de discos ya no tienen la misma fuerza y las multinacionales utilizan la televisión para crear artistas de usar y tirar, es muy triste. Nosotros estamos en el otro tipo de industria, la independiente y artesanal: todo el trabajo lo hacemos nosotros, pasito a pasito. Es más duro, pero ves los logros y a la larga es más agradecido.
- ¿Y hay algo que no echen de menos?
- Lo que nos han robado las compañías y los mánagers... No teníamos ni idea y firmábamos cualquier cosa, igual que muchas bandas de entonces. Ahora sabemos más y con el tiempo hemos recuperado los derechos de nuestras canciones, aunque cedimos el 50% de los mismos a las editoriales de por vida y hoy siguen ganando dinero con nosotros. Los royalties que nos daban eran tan miserables que hoy no nos llega nada. Eran lentejas: las tomabas o las dejabas. Si querías estar en el mundo de la música no podías hacerlo de otro modo, era una especie de extorsión. En 1998 creé mi sello discográfico, Stay Alive, y ahora funcionamos de modo autogestionado.
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