Entre la calma y el éxtasis
Crítica musical: Alos Quartet ·
Con más de medio aforo completo, el Victoria Eugenia reflejó ayer el ambiente de las grandes ocasiones. Alos Quartet celebró con amigos sus 20 años ... sobre los escenarios en una función que osciló entre el sosiego y el éxtasis, entre la calma y el frenesí bailable. Las pulcras y circulares melodías que brotaron de las cuerdas de Zeberio y compañía hallaron inmejorable acomodo en el bajo de Iván Alzate y las percusiones de Iñigo Díaz, en los sutiles apuntes sintéticos de Aitor Etxebarria, en los ritmos frágiles de la txalaparta de Oreka TX y en el arrebatado bandoneón de Gorka Hermosa en el tango 'Hosto dantza'.
Izaro cantó la conmovedora 'Uretan', la única pieza con letra a excepción del 'lekeitio' de Laboa sampleado en 'Oi Pello, Pello'. Por lo demás, los instrumentales aportaron sugerentes paisajes vinculados a la naturaleza y, sobre todo, a los sentimientos más diversos. Bixente Martínez (Oskorri) tocó la guitarra en la bella 'Epel' y durante toda la velada, la danza estuvo presente en las coreografías contemporáneas de Amaia Elizaran, bailarina de gran expresividad, y también en las de la compañía Aukeran: su gusto por el mestizaje entre el baile tradicional y contemporáneo es equiparable a la brillante e inclasificable apuesta de Alos por el clasicismo, la modernidad y lo popular.
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