Lolita Flores: «La directora me dice que soy una atleta emocional»

- ¿'La fuerza del cariño' es sobre todo una comedia de sentimientos?

- El título ya lo dice. En el teatro en general todo pasa por el camino de las emociones. Puede ser emoción de amor, de odio o de cualquier cosa. Pero al fin y al cabo son sentimientos y emociones.

- La vimos en Donostia con el drama 'La plaza del diamante' y luego con la comedia romántica 'Prefiero que seamos amigos'. Esta obra de ahora mezcla un poco de ambos géneros.

- Es una comedia con su parte de drama, como la vida misma. En la vida hay veces que te ríes y otras que lloras.

-¿Es una función que nos hace volver un poco la mirada a las relaciones familiares?

- No lo sé. La relación con mis hijos es completamente diferente a la que tiene Aurora, mi personaje, con su hija Emma. Yo le pongo a Aurora mi piel, mis ojos, mi voz, mi cuerpo, pero las relaciones en la obra no tienen nada que ver con las mías.

- ¿Cómo es Emma, su personaje?

- Es una mujer luchadora. En una época como los años 80, un momento de transición. Entonces en las relaciones entre padres e hijos quizás no había tanta comunicación como puede haberla ahora. Esos años a mí ya me cogieron grandecita y mis hijos eran pequeños. De hecho mi hija nació en 1988. La relación que tenía con mis padres era totalmente diferente. Al pertenecer a una familia de artistas quizás eso en la educación también tiene mucho que ver. Mi personaje es una mujer rígida en las relaciones con su hija, una mujer viuda, que está sola desde joven y sacrificó un poco todo.

- En esta historia aparece un tema importante, la grave enfermedad de la hija.

- Es algo que tiene un peso muy grande en 'La fuerza del cariño'. Para cualquier familia perder a un ser querido es un palo muy grande. Más si, como ocurre en este caso, se trata de un hijo.

- Vuelve a tener como compañero de trabajo a Luis Mottola, como ya ocurrió en 'Prefiero que seamos amigos'.

- Nuestro primer encuentro en escena fue estupendo, hicimos cerca de doscientas representaciones y un año y medio largo. Hacemos muy buena pareja encima del escenario, nos compenetramos de maravilla y hay buena química. Es lo que todos los actores estamos buscando, alguien de compañero o compañera que te conozca bien, que te dé la réplica y que si te equivocas te eche una mano. En este caso me ocurre con Luis y también con los otros dos compañeros, aunque con ellos no había trabajado antes.

- ¿Tan importante es llevarse bien con los compañeros, esa buena química que ustedes siempre citan?

- Es importante que ocurra no solo con los compañeros, también con los directores o los técnicos. Hay que darse cuenta de que son muchos días juntos, muchos viajes. Si no tienes un buen ambiente con el resto del equipo no se trabaja igual de bien. Son muchas horas de carretera, de aviones o trenes. No comes a tus horas, hoteles diferentes, camas distintas. Teatros maravillosos, pero todos también diferentes, y públicos distintos. Tienes que formar un poco de familia porque la tuya la dejas en casa. Pasas más tiempo con los compañeros que con la familia.

- Muchos espectadores irán a esta función con la referencia de la película, ganadora de cinco premios Oscar e interpretada nada menos que por Shirley MacLaine, Debra Winger, Jack Nicholson y Danny DeVito entre otros.

- La primera vez me gustó mucho y lloré mucho también. La he vuelto a ver hace poco y te das cuenta de que han pasado los años y hay cosas que ya están pasadas de moda. Nuestra directora ha querido mantener esa época y lo que era la vida entonces, pero por ejemplo el personaje del astronauta poco tiene que ver aquí con el de Nicholson y yo no tengo nada que ver con Shirley MacLaine. La historia es la misma, pero a los personajes les hemos dado nuestro toque.

- ¿Qué ha aportado Magüi Mira a esta versión?

- Una gran frescura y mucha libertad. No paraba de repetir que además de directora era compañera y es verdad. Ha sabido sacar lo máximo de todos nosotros. Es muy exigente, pero porque sabe muy bien lo que quiere y cómo ponerlo en el escenario.

- ¿Cuando la directora es también actriz todo es más fácil?

- Sí porque se mete un poco en la inseguridad que tenemos los actores al enfrentarnos a un personaje. Lógicamente te va a entender mucho más. He tenido suerte en general, no sé si es que soy una privilegiada o es que he tenido la fortuna de que me han tocado directores que me han permitido abrirme y decir lo que pensaba y eso para un actor está muy bien. Te da la libertad de crear y de hacer el personaje.

- ¿Se sigue sintiendo una «actriz de raza y de hígado», como dijo en una ocasión?

- Sí, es que yo no tengo escuela. Con 'Fedra' dijeron de mí que era un volcán de pasiones y ahora Magüi Mira dice que soy una atleta emocional. No lo sé, me dejo guiar por los sentimientos y me intento meter en ellos. En este caso los sentimientos de Aurora. Porque por supuesto también tengo mi volcán de pasiones particular. Lo de la pasión en escena quizás sea también porque me ofrecen personajes bastante pasionales.