Álber Vázquez: «El reto ha sido intentar averiguar qué sentían aquellos hombres»

-Es la primera vez que se aleja tanto de la época actual para escribir esta novela, ¿qué desafío le ha supuesto como autor histórico?

-El de siempre: ponerme en la piel de estos hombres y pensar e intentar sentir como ellos lo hacían. Ese ha sido el gran reto de esta novela. Hay que tener en cuenta que están sometidos a unas unas circunstancias imposibles de imaginar para nosotros. Por ejemplo, hay un momento en mitad del océano pacífico donde no hay nadie en miles de kilómetros a la redonda. Están solos, aislados del mundo en una nao, un barco pequeño de madera al que constantemente le está entrando agua...Ese aislamiento, soledad y penuria es muy difícil de imaginar. Me parece más importante lo que van sintiendo, que lo que van haciendo. Por eso los hitos del viaje no me parecen excesivamente relevantes, aunque lo son.

-¿Podría señalar cuáles?

-Es obvio que el descubrimiento del Estrecho de Magallanes. Otro importantísimo fue cruzar el Pacífico y averiguar la verdadera dimensión de ese océano. Encontrar las Molucas en mitad de miles de islas es otro momento clave. Y por supuesto el momento cumbre que determina esta historia es la decisión que toma Elcano de en lugar de regresar por el camino por el que habían venido, que era el plan inicial, continuar siempre hacia poniente y circunvalar el mundo.

-¿Por qué cree que Elcano toma esa decisión? ¿Qué le motivó a hacerlo?

-Como esto no queda por escrito no lo sabemos. Hay gente habla del honor, de la machada. No estoy de acuerdo con esa interpretación de los hechos. Elcano es un hombre pragmático, sí es un hombre de honor pero no se deja cegar por él. Hace lo que en ese momento considera mejor, que es continuar circunvalando el mundo. Él tiene sus motivos: los portugueses. Ellos están en el lado portugués del mundo y tienen miedo de que les pillen y si lo hacen les van a incautar la carga y hacerles prisioneros, en el mejor de los casos. Elcano toma esa decisión arriesgadísima de ir por donde no se los esperan.

-¿Qué ha sacrificado de la realidad en favor de la ficción?

-Nada, porque utilizo prácticamente toda la información que hay. De hecho el trabajo del novelista es ir rellenando con ficción lo que no sabemos, porque la realidad es la que es y los datos que tenemos son los que son. Encima hay que interpretarlos muy bien, porque la principal fuente es Antonio Pigafetta, que es lo que hoy denominaríamos un periodista amarillista. Cuando le apetece miente y exagera mucho. Dice que han estado en sitios que no han estado...

-¿Qué personajes destacaría de la expedición?

-Sin duda a Elcano y a Magallanes. En mi caso, he querido volcar toda la historia hacia Elcano y reivindicar un personaje que ha estado olvidado durante mucho tiempo. Hay gente que habla de la circunvalación de Magallanes. Esto sí que no es opinable. Magallanes ni tuvo en su cabeza nunca dar la vuelta al mundo, porque es una idea originaria de Elcano, ni tuvo oportunidad de hacerlo, porque le mataron en una batalla. Estas contradicciones existen básicamente por la desidia que ha existido en España a lo largo de los últimos tiempos a la hora de defender su patrimonio histórico.