Instrucciones para disfrutar del Jazzaldia: los secretos del escenario playero
Dos grandes trailers traen la producción de Simple Minds, que darán 90 minutos de show en la 'recuperada' Zurriola. La Trini sube su aforo a 1.500 espectadores
Tras dos años sin conciertos playeros el Jazzaldia invita otra vez al disfrute gratuito y festivo. Pero esta vez será distinto. Mañana miércoles, velada inaugural, solo un grupo actuará en el gran escenario de la Zurriola: los músicos de Simple Minds protagonizarán en solitario el concierto con un potente show de 90 minutos.
«La actuación tiene todos los elementos añadidos para gustar al público, además de la propia música de Simple Minds», avanza Miguel Martín, director del Jazzaldia. «Las terrazas del Kursaal estarán ya acondicionadas con sus barras y sus bares, y la playa preparada para los espectadores que quieran seguir el espectáculo desde la arena».
¿Qué veremos? «Hora y media con los grandes éxitos de Simple Minds, con una producción cuidada y potente que incluye un dispositivo en escena de tres metros de alto, sus propias proyecciones y juegos de luces y alguna sorpresa más. Ese día no estará en el escenario nuestra gran pantalla porque es incompatible con el montaje. Sí habrá pantalla en ese escenario, llamado Keler Gunea, de jueves a sábado. El domingo se retirará porque el montaje del show de León Benavente es también demasiado grande».
El público podrá ver al grupo desde la arena, el paseo y las terrazas del Kursaal, ya preparadas
El autobús de los músicos
Mañana, a las ocho de la mañana, dos grandes trailers empezarán a descargar en el escenario los elementos del montaje. Los componentes de Simple Minds, que viajan en su gira europeo en uno de esos autobuses en los que también duermen, también llegarán con tiempo para estar listos a las 21.30 en el concierto del reencuentro.
La primera jornada del Jazzaldia, mañana, tendrá un contrapunto íntimo y emotivo con el concierto del pianista ucraniano Vadim Neselovskyi en Chillida Leku, a las 19.00. El importe de la taquilla (con localidades a 25 euros) se destinará a actividades solidarias con el pueblo ucraniano. Neselovskyi, que dice que «he oído tantas cosas de San Sebastián y del País Vasco que ya estoy deseando llegar y tocar», presentará su obra 'Odesa Suite', a piano solo, memoria y homenaje de su tierra natal y de uno de los territorios de su país que más está sufriendo la agresión rusa.
El jueves la música ya sonará con fuerza en todos los escenarios del festival. Oreka TX y Chico Pérez abren el Victoria Eugenia a mediodía, Neselovskyi repite en las deliciosas mañanas de piano del claustro de San Telmo y los poderosos componentes de Calexico estrenan el Kursaal por la tarde.
Japonesas en Trinidad
Pero el escenario por antonomasia, la Plaza de la Trinidad, no subirá el telón hasta el viernes, aunque ayer ya se avanzaba en el montaje y su conversión en auditorio. Ese viernes será una noche japonesa: Miho Hazama abre la velada dirigiendo una big band con alumnos y exalumnos de Musikene y luego será la espectacular Hiromi la que sea cabeza de cartel.
Tras las restricciones de aforo en los dos años de pandemia, la Plaza de la Trinidad sube su capacidad hasta 1.500 espectadores. Se mantienen las localidades numeradas y la 'ordenada' disposición de las dos últimas ediciones, pero con ese ampliado aforo, que el año pasado y el anterior quedó prácticamente reducido a la mitad. La nueva ordenación de la plaza elimina parte de su laberíntico encanto anterior pero resulta más cómoda para el público, que no debe acudir con tanta antelación para reservar sus plazas, como ocurría anteriormente.
Miguel Martín se confiesa encantado de la acogida de los conciertos en taquilla, no solo los valores seguros, como Diana Krall: también el jazzero Steve Coleman o las clásicas como Amina Claudine Myers.