El entusiasmo de Norman Foster en 'Hondalea': «Es una fantástica combinación de poesía y energía»

La pareja, una referencia en el mundo internacional del arte, no quería protagonismo. «Quien debe hablar hoy es Cristina, la responsable de este fantástico trabajo», subrayaba Norman Foster. Pero los dos accedieron a hablar con este periódico para mostrar «su fascinación» por el trabajo de Iglesias, con quien han colaborado en el pasado en distintos proyectos.

Llevan días en San Sebastián empapándose «de una ciudad maravillosa» que dejaron ayer mismo rumbo a Berna, en Suiza, para otro evento cultural. El martes, justamente, celebraron en Donostia el 86 cumpleaños de él. Pese a su edad ayer subió con energía juvenil la empinada cuesta de la isla que conduce hasta el faro. Tras la visita charlaron animadamente con el lehendakari Urkullu, que también estaba impactado con la visita, aunque no tanto como Markel Olano. El diputado general, que justamente ayer también celebraba su cumpleaños (en su caso, 56), dijo haberse emocionado intensamente en su visita. Lo comentó en su intervención pública y luego, ya en los corrillos, remarcaba que había «algo muy profundo, que te remueve», en esa obra artística.

Le escuchaba atento Eneko Goia. El alcalde ha seguido el proceso desde el principio y ya ha vivido todas las sensaciones. Ayer respiraba feliz al escuchar los comentarios positivos. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, insistía en que la escultura «emociona y sobrecoge». Y Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento Vasco, compartía los elogios bajo el sol que acompañó la jornada inaugural.

Fue una inauguración por oleadas, motivada por la ubicación y características de la obra y las medidas de seguridad ante la pandemia. A las once de la mañana salió del muelle la primera expedición con las primeras autoridades, consejeros del Gobierno Vasco como Bingen Zupiria y Javier Hurtado, diputados forales como Harkaitz Millán o José Ignacio Asensio y ediles de todos los grupos municipales de Donostia, salvo Bildu y Elkarrekin Podemos. También los representantes de las empresas patrocinadoras se sumaron a este primer grupo. La Ertzaintza y la Guardia Municipal desplegaron un dispositivo de seguridad que incluía varias embarcaciones por la bahía. Al llegar a la isla desde el barco de los fotógrafos se pedía a gritos a las autoridades, que viajaban en otra de las motoras, que se pusieran de pie en cubierta para lograr su imagen con la casa del faro al fondo.

Cristina Iglesias iba acompañada por su hijo, Diego Muñoz, y Lourdes Fernández, su apoyo a la hora de producir el proyecto. Tras la visita institucional llegaron sucesivos grupos de invitados, de distintos ámbitos artísticos y culturales, que irán conociendo la escultura hasta que el sábado se abra al público que ya ha reservado sus plazas.

Según se informó desde el Ayuntamiento directores de centro culturales como Juan Ignacio Vidarte, del Guggenheim; Miguel Zugaza, del Bellas Artes de Bilbao; Susana Soto, de San Telmo; Mireia Massagué, de Chillida Leku; Edurne Ormazabal, de Tabakalera, y José Luis Rebordinos, del Zinemaldia, conocieron la obra.

El domingo hubo otra visita íntima: los trabajadores que han participado en el proyecto, desde los técnicos de Alfa Arte de Eibar hasta quienes han 'reconstruido' la casa, descubrieron la obra terminada junto a la artista.