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aitor alonso
Jueves, 6 de mayo 2021, 20:19
El explorador alavés Miguel Gutiérrez-Garitano -junto al que viajaban el explorador y fotógrafo Jordi Canal-Soler, la historiadora Silvia Carretero Gómez y el guía ... Sahid Jamil Rana- ha comunicado hoy el posible descubrimiento de un hallazgo extraordinario en Pakistán, donde ha permanecido los últimos ocho días siguiendo la pista de Alejandro Magno. Según ha confirmado a DV, cree haber localizado las ciudades perdidas Alejandría Bucéfala y Alejandría Nicaea, además de un túmulo de enterramiento colosal que podría haber servido como lugar de reposo del legendario caballo del conquistador, Bucéfalo.
Gutiérrez-Garitano, de la Sociedad Geográfica La Exploradora de Vitoria, acaba de regresar de un viaje de ocho días por Pakistán siguiendo los pasos de Alejandro Magno. En concreto, de recorrer el escenario de su última pelea llevada a cabo en el 326 a.C: la Batalla del Hidaspes, combate tras el cual el general macedonio conquistó parte de La India y fundó tres ciudades que se habían perdido, puede que hasta hoy. «Porque el recorrido, que pretendía ser de carácter formativo e histórico, ha deparado descubrimientos sorprendentes», señala el explorador, que lleva dos años estudiando todo lo referente a la batalla y su escenario. El relevante hallazgo ha sido puesto en conocimiento ya de las autoridades locales.
«Nuestra intención era recorrer la ruta de Alejandro para poder dar charlas sobre nuestras hipótesis en un futuro, se trataba de un proyecto formativo a futuro. Y también pensaba en conocer el lugar de cara a escribir un libro sobre la batalla o filmar un documental más adelante. Pero el descubrimiento del enorme túmulo de enterramiento y del resto de lugares, lo cambia todo. Ahora estamos a expensas de que arqueólogos expertos se pronuncien sobre nuestras hipótesis. Podríamos haber resuelto un enigma de 2.500 años. Aunque pienso que el túmulo, se trate o no de la tumba de Bucéfalo, es un yacimiento de extraordinario valor».
Gutiérrez enmarca la historia. «Gracias a Plutarco sabemos que el rey Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro, compró un caballo tan salvaje que nadie podía domarlo, hasta que su hijo Alejandro apenas un adolescente por entonces, consiguió la increíble hazaña», describe Gutiérrez-Garitano, que ha completado ya una quincena de viajes exploratorios por medio mundo. «Alejandro Magno conquistó Persia, Fenicia y Egipto para después hacerse con Bactriana, Sogdiana y Drangiana (Afganistán, Uzbekistán y Tayikistán) y finalmente entrar como un mar bravío en La India. Fue a orillas del río Hidaspes, actual río Jhelum (justo antes de la batalla del mismo nombre, en la que Alejandro venció al rey indio Porus) donde murió el famoso caballo. Su muerte con casi 30 años por la edad, marcó el final de la epopeya y Alejandro regresó a Persia poco después», relata.
Alejandro estimaba tanto al caballo que dicen que cuando una tribu bactriana se lo robó, el macedonio amenazó con aniquilarla al completo si no se lo devolvían vivo, como así fue. Después, ya en tierras de la actual Pakistán, en el lugar de su muerte erigió la ciudad de Alejandría Bucéfala en cuyo centro dispuso la tumba del equino. La ciudad perduró hasta el siglo IV d. C., fecha en que su pista se pierde de tal manera que en la actualidad no queda ni rastro.
«Cuando murió, se construyó una tumba, se celebraron funerales y se llevaron sus restos en procesión», señala Gutiérrez-Garitano. «La tumba hizo de piedra fundacional de Alejandría Bucéfala; y hemos descubierto un túmulo de 130 metros de diámetro, con una entrada que nos hace pensar a la morfología de la tumba de Vergina, donde reposan los restos de Filipo II. Se trata de un anillo de adobe con corredor de entrada, y paredes de cinco metros de alto, llenos completamente de cerámicas de diversas épocas y morfologías, piedras de molino, piedras talladas, etc.», agrega. El hallazgo se produjo cuando el grupo recorría el escenario de la batalla en una aldea situada al sur de la ciudad punyabí de Jhelum, aunque Gutiérrez-Garitano no quiere desvelar todavía el lugar para preservarlo del posible saqueo: «Hemos dado la información al Gobierno pakistaní, para que se encarguen de protegerlo de la manera más eficaz. Además, estamos consultando el hallazgo con expertos, porque hasta que el lugar sea estudiado por arqueólogos, todo lo que podamos adelantar son hipótesis».
El viaje llevado a cabo por el explorador y sus compañeros pasaba por recorrer y tratar de identificar los hitos de aquel enfrentamiento: los lugares donde se produjo la batalla, las fundaciones alejandrinas y los campamentos usados por los dos ejércitos, de cara a un proyecto formativo que pretendía realizarse en el futuro con la Sociedad Geográfica La Exploradora, de la que Gutiérrez-Garitano es presidente.
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