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El siglo de Chillida, el hombre que quiso aprender más
Arte y pensamiento se funden en el acto de homenaje al artista donostiarra en un abarrotado Teatro Victoria Eugenia
Los tonos grises del Cantábrico que Eduardo Chillida hizo suyos se aliaron este miércoles desde la reunión familiar en el Peine del Viento hasta la celebración al atardecer del centenario del nacimiento del artista donostiarra más universal. En un emotivo y sobrio acto celebrado en el Teatro Victoria Eugenia, las palabras, el pensamiento y las diferentes disciplinas artísticas se dieron cita para homenajear la trayectoria vital y creativa de un artista total que nunca se cansó de aprender, que siempre quiso saber más y que nos cambió para siempre la forma de mirar.
Con la presencia de numerosos responsables institucionales, con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, al frente, el acto 'Eduardo Chillida 100 años. Lugar de Encuentro', conducido por Mikel Chillida y Anne Igartiburu, combinó las actuaciones de una alumna chelista de Musikene, la danza 'Horizonte', de Metamorphosis Dance y las voces de Landarbaso Abesbatza. Entre medio, hubo lugar para las intervenciones del consejero vasco de Cultura, Bingen Zupiria; la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; y los alcaldes de Donostia -Eneko Goia-, y Hernani -Xabier Lertxundi-, que hablaron desde un escenario presidido por la obra 'Estela XIV'.



Entre todos, glosaron la poliédrica figura de un creador inabarcable que, como señaló Goia, «fue uno de nuestros pocos artistas que cruzó a la orilla de los genios. Hay un antes y un después en la Historia de una Donostia que este miércoles no somos capaces de imaginar sin las obras de Chillida». Lertxundi recordó la vinculación de Eduardo con Hernani, Bingen Zupiria evocó la dimensión universal del artista, así como su compromiso con la paz y en contra de la violencia y Eider Mendoza resaltó su papel y el de los artistas de su generación «en el desierto cultural de la posguerra. Nos dotó de una estética al pueblo vasco», dijo la diputada general. En cuanto a Urtasun, que visitaba por primera vez Donostia en el ejercicio de su cargo al frente del Ministerio de Cultura, se congratuló de estar en la ciudad que fue «la raíz de la experiencia artística de Chillida». Recordó la Medalla de Oro de las Bellas Artes concedida el martes al Museo Chillida Leku y se remitió al poema 'La flecha', del Premio Cervantes José Emilio Pacheco, para trazar la trayectoria del artista que ayer hubiera cumplido cien años.
A esta glosa desde diferentes perspectivas de la dimensión de la figura de Eduardo Chillida se sumó también su hija Susana, primero con un audiovisual que recogía fragmentos de una entrevista con su padre y después, junto a los profesores de Filosofía Ricardo Pinilla y Ana María Rabe. Entre los tres representaron una suerte de 'pieza' teatral en la que Susana locutaba frases y preguntas de su padre a las que Pinilla y Raba daban respuesta a través de citas de poetas y filósofos cuya obra amaba el artista donostiarra: desde San Juan de la Cruz y San Agustín hasta Clara Janés, Jorge Guillén, María Zambrano o Heidegger. El resultado fue tan interesante y denso, como un tanto anticlimático, en estos tiempos de déficit de atención. Dotó en cualquier caso al acto de una profundidad intelectual y dialéctica muy del gusto del propio Eduardo Chillida.
El homenaje, organizado por personal de Donostia Kultura, la agencia Move y la propia Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce en colaboración con el Ministerio de Cultura, el Gobierno Vasco, la Diputación y los ayuntamientos de Donostia y Hernani, revistió con el aire de las grandes ocasiones un Victoria Eugenia cuyas localidades se llenaron, tal y como ya anunció el ritmo al que se despacharon las invitaciones. A lo largo de dos horas, el arte y el reconocimiento a la figura del artista se tradujeron en un espectáculo multidisciplinar en el que público y participantes dieron lo mejor de sí mismos.
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La entrada de los invitados a partir de las seis de la tarde estuvo acompañada por el chelo de la alumna moscovita de Musikene Mariia Slashcheva, que desde el foyer del teatro interpretó la 'Suite nº 3' de Juan Sebastian Bach, quizás el compositor hacia el que Chillida sentía predilección. La conexión de audio permitió escuchar a la chelista rusa desde el patio de butacas durante la espera hasta el inicio del acto. Posteriormente y ya desde el escenario interpretó dos movimientos de la 'Suite nº 3' del compositor alemán.
«Es un honor participar»
La coral errenteriarra interpretó la canción popular africana 'Ukhutula' y el 'Zorion', de Laura Jekabsone por elección de su director, Iñaki Tolaretxipi. La primera, «porque es una obra interior como lo era también el propio Eduardo y la segunda porque es el acompañamiento perfecto para una celebración como es este centenario». En cuanto a la composición de Joxean Artze y Mikel Laboa, según los arreglos para coros de Javier Busto, fue una sugerencia de la organización, acogida gratamente por Landarbaso Abesbatza.
«Es un honor participar en este homenaje y esperemos que suponga el arranque de otro año increíble como ya lo fue 2023», señalaba en declaraciones a este periódico su director, que aprovechó para recordar que el coro errenteriarra también participará el próximo día 20 en el acto de entrega del Tambor de Oro. «También es una oportunidad para dar a conocer nuestro trabajo».
El acto se cerró con la intervención de Luis Chillida, presidente de la Fundación dedicada a sus padres, quien hizo un recorrido a través de la gestación y diferentes etapas en la atribulada vida de Chillida Leku. El 'Txoria txori', solemnemente interpretado por la coral Landarbaso según los arreglos de Javier Busto, puso punto final a uno de los más importantes y solemnes reconocimientos que Donostia ha dedicado al escultor. Posteriormente, buena parte de los invitados se trasladaron al contiguo Hotel María Cristina para un cóctel que sirvió de colofón a una jornada perfecta y que nos deja para la imaginación cómo la hubiera vivido el propio Eduardo Chillida, tan amante de la intimidad y tan refractario al protagonismo social y a los reconocimientos públicos.
El de este miércoles fue el inicio del centenario de Eduardo Chillida. A partir de ahora, llega un abigarrado programa que atravesará el calendario de este 2024.
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