Un año dantesco y con buena música
La conmemoración de la muerte del autor de 'La Divina Comedia', así como los aniversarios de Enrico Caruso y Freddie Mercury marcan la agenda cultural
isabel urrutia cabrera
Domingo, 3 de enero 2021, 09:49
El nuevo año se presenta cargado de ilusiones. Hay que encarrilar el desaguisado de 2020 y queda mucho por hacer. Pero todo se andará. ... Poco a poco y con paso firme. Son muchas las incertidumbres pero, afortunadamente, también hay motivos de celebración. Como las efemérides culturales, que en esta ocasión son abracadabrantes. La liga de los fantásticos (y fantásticas) sobrevolará nuestras cabezas en los próximos 12 meses. Desde Enrico Caruso a Mario Lanza, sin olvidar a Freddie Mercury y John Lennon, pasando por la Catedral de Burgos, Emilia Pardo Bazán y Alfonso X el Sabio, no faltarán hitos que marcarán la agenda musical -especialmente surtida-, así como la artística y literaria.
Ya habrá ocasión de entrar en detalles y dar todos los nombres a medida que avance el año. De entrada, hay que poner el foco en la figura del inmenso Dante Alighieri. El 700 aniversario de la muerte del autor de 'La Divina Comedia' se conmemorará en Italia y toda Europa con veneración pero también con cercanía. Sin miedo. No hay que temer a los clásicos. Ya lo dice José María Micó, traductor de la obra maestra de Dante: todo el argumento se puede resumir a ritmo de bolero porque, en el fondo, «no deja de ser la historia de un amor como no hay otro igual, que nos hace comprender todo el bien y todo el mal». El protagonista baja a los infiernos por devoción a Beatriz y, en última instancia, las peripecias terminan relativamente bien. No todo lo dantesco cae en lo truculento y agónico. El poeta florentino veía el vaso medio lleno, pese a que la vida le dio muchos varapalos. Era un hombre renacentista de la cabeza a los pies. Tenía fe en sí mismo.
También se tragan las inseguridades y temores, nada más salir al escenario, los artistas del calibre de Enrico Caruso, Giuseppe di Stefano, Franco Corelli y Mario Lanza. Todos ellos, tenores que los aficionados a la ópera recordarán con fervor en el curso de este año. Cada uno en su estilo marcó una época y contribuyó a popularizar el género, ya fuera interpretando canciones populares o poniéndose delante de las cámaras. La propia Pilar Miró se sabía de memoria muchos diálogos de la película 'El gran Caruso', que lanzó al estrellato a Lanza. «Mi verdadera vocación es la de tenor pero, ay, mucho debería cambiar para eso...», solía bromear la cineasta madrileña.
Más de una vez la realizadora de 'Beltenebros', exitosa adaptación de la novela homónima de Antonio Muñoz Molina estrenada hace 30 años, se disfrazó del duque de Mantua para tararear 'La donna è mobile' delante de los amigos. No se cortaba las alas y es probable que sintonizara con 'Imagine', la utopía que compuso hace medio siglo John Lennon. Confesaba el beatle que no era el único soñador y tenía razón. Siempre habrá quienes lo apuesten todo a las quimeras y castillos en el aire. Y con empeño y una buena dosis de suerte, no se descarta que toquen el cielo.
Ahí está el jovencito Farrokh Bulsara, que en su primer concierto sonaba «como una oveja» -en palabras de la madre del batería, Roger Taylor- pero no tardó en aclararse la garganta, sacudirse los complejos y arrasar bajo su nombre de guerra: Freddie Mercury. Hace 30 años que falleció el líder de Queen y su figura no deja de crecer. Proliferan las bandas tributo y la generación del 'baby-boom', nacida entre 1960 y 1975, no olvida su estampa ni su carisma. Podría haber hecho carrera como barítono en el mundo de la lírica. Así lo reconoció Montserrat Caballé cuando interpretaron juntos 'Barcelona', el himno de los Juegos Olímpicos de la Ciudad Condal. Pero, no, lo suyo era otro cantar.
El centenario de Pardo Bazán
Hay perfiles indomables. Como la catedral gótica de Burgos, de la que se puso hace ocho siglos la primera piedra y se conserva tan imponente como siempre, con esa decoración flamígera que le da un aire de dama francesa de vuelta de todo. De ahí que en su estructura no desentone el Papamoscas, el famoso autómata del siglo XVIII que marca las horas. Su aniversario -que se festejará el 20 de julio- atraerá a turistas locales e internacionales, siempre que el coronavirus lo permita.
Y lo mismo cabe decir de Toledo, que rendirá tributo a su paisano Alfonso X el Sabio, fundador de la Escuela de Traductores de la ciudad manchega, con motivo de los 800 años del nacimiento del monarca. El latín, griego, hebreo, árabe y castellano se cruzaban y entrecruzaban en los atriles de los estudiosos de la época. Los políglotas gozaban del favor del rey y trabajaban a destajo. Un momento histórico que se recordará dentro y fuera de España.
Está visto que hay razones de sobra para celebrar la cultura en 2021. Ojalá que las efemérides no se frustren. La pandemia eclipsó el Año Galdós y ahora llega el turno de Emilia Pardo Bazán. El centenario de su muerte debería servir para reivindicar la obra de la autora de 'Los pazos de Ulloa'. Feminista, aristócrata y arrolladora, se saltaba hasta donde podía las convenciones sociales y solía mantener la amistad de sus amantes, como fue el caso de Galdós. «¡De aquí a 80 años la gente se reirá de tantas cosas! ¡Y nuestros huesos estarán tan reducidos a polvo!», le apuntaba al escritor en una de sus cartas. Lo que no intuía es que en 2021 ella pudiera ser noticia. Y muy importante.
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