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Los participantes congregados en el exterior del Kursaal.

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Los participantes congregados en el exterior del Kursaal. pedro martínez
Dance World Cup

Alderdi Eder, la Tierra de las Mil Danzas

Ritmos en la calle ·

1.200 alumnos de danza de los 23 países que tomarán parte en las Finales de la Dance World Cup que se celebrarán los próximos nueve días en Donostia desfilaron por el centro de la ciudad

Alberto Moyano

San Sebastián

Viernes, 24 de junio 2022

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Abrió el desfile la delegación ucraniana, en la que quizás no estaban todos los jóvenes bailarines que hubieran querido, pero seguro que más de lo que otros hubieran deseado. Y detrás de los representantes del país invadido por Rusia -excluida de la competición-, los alumnos de escuelas de danza de otros 22 países. Así, hasta 1.200 alumnos de danza que con su recorrido entre el Kursaal y los jardines de Alderdi Eder dieron por inauguradas las finales de la Dance World Cup, que durante los próximos nueve días se disputarán en el Kursaal y el Victoria Eugenia donostiarra.

En los mismos jardines de Alderdi Eder en los que las tamborradas infantiles desfilan circunspectas cada 20 de enero, cerca de 1.200 estudiantes de danza de escuelas y academias de 23 países dieron este viernes por la tarde por inaugurada la Dance World Cup. Hasta ahí llegaron desde el Kursaal, acompañados por la txaranga Joselontxos, en un sonoro, festivo y vistoso desfile inaugural que obligó a cortar el tráfico por el puente y el Boulevard. Braga, Sitges o Offenburg han sido las sedes del considerado «mayor evento mundial del baile», que a la luz de lo visto ayer, tiene bien ganado el título.

Si los preparativos del evento han transcurrido por los canales de la discreción, el arranque se celebró por todo lo alto, en una zona abarrotada de donostiarras y visitantes un viernes de verano en el que el sol brilló, pese a algunos augurios que anunciaban precipitaciones ligeras. No las hubo.

A su llegada a los jardines de la bahía donostiarra, cada delegación fue recibida por los acordes de sus himnos nacionales. Primero, la ucraniana; a continuación y por orden alfabético, Australia, Austria y el resto de los países participantes: Israel, Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Gales, Turquía, Canadá, Croacia, Polonia, México, Sudáfrica, India, Portugal e Irlanda del Norte, junto a representantes de Gibraltar, Eire o Jersey. Cerró la marcha la comitiva española, la más nutrida, en su calidad de país anfitrión.

El desfile arrancó a las siete de la tarde desde las terrazas del Kursaal, en donde ya a las seis se empezaron a congregar las primeras delegaciones en un ambiente con tal carga de electricidad que hubiera bastado para iluminar el edifico de Moneo. Cientos y cientos de alumnos -hasta los 1.200 señalados por la organización-, entonaban las canciones populares de sus respectivos países. En el caso de los alumnos de las escuelas españolas, se impuso el inmortal 'Que viva España' de Manolo Escobar. También estaban allí profesores y familiares, los primeros tratando de poner orden en el caos que sembraban los segundos.

Dos años de trabajo

Durante su marcha hasta Alderdi Eder, los participantes bailaron, saltaron y hasta realizaron algunos ejercicios de ballet que rozaban lo acrobático. Mientras, los perplejos peatones que a esas horas paseaban por la zona se preguntaban qué era todo aquello. ¿Y qué era? «Una demostración de que San Sebastián ama la danza y el arte por los valores que transmiten», en palabras de la concejala de Turismo, Cristina Lagé, encargada de dar la bienvenida a las delegaciones, junto a los 23 miembros del jurado.

Lagé explicó a este periódico que las finales donostiarras de la Dance World Cup son el resultado «de dos años de trabajo, en condiciones difíciles por la pandemia, pero que han valido la pena porque es un evento muy importante de los que hace marca de ciudad». Agradeció también la colaboración interdepartamental que ha implicado la organización de esta celebración, así como la buena disposición de «los hoteles de toda Gipuzkoa, que ya en temporada alta, han accedido a ofrecer plazas a tarifas razonables». De hecho, la concejala donostiarra indicó que por la celebración de esta Dance World Cup han pugnado «otras ciudades españolas con precios mucho más competitivos, pero el prestigio de nuestra ciudad se ha impuesto. Pocas inauguraciones de la Dance World Cup habrá en un escenario como éste», señalaba Lagé frente a la bahía de La Concha. La tamborrada infantil del Colegio Mundaiz fue la encargada de cerrar el acto con la interpretación de la Marcha de San Sebastián. Arriba el telón.

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