Mujeres que son cine
BOTÓN DE PLAY ·
Tilda Swinton conduce una 'road movie' por la inexplorada carretera de la obra de las cineastas a lo largo de la historiaSe habla tanto de que hace falta más mujeres en el cine, se clama tanto que mujeres cineastas ha habido pero han sido ninguneadas, apartadas ... u olvidadas sistemáticamente, que un documental que lleva el sencillo pero certero título de 'Women Make Film' (disponible en el canal TCM, a través de Movistar+ y otras plataformas) parece de lo más oportuno.
Pero lo que ha hecho Mark Cousins, autor de la también aclamada serie documental 'La historia del cine: una odisea' y del largometraje 'La mirada de Orson Welles', no es lo esperable, en absoluto. Nada más empezar ya hay un clima de misterio. Antes, incluso. Porque ese título con 'film' en singular evoca no solo el directo 'Las mujeres hacen películas' o 'Mujeres que hacen películas', sino un 'Mujeres que son cine', o que hacen al cine. He ahí la primera pista de que esos 14 capítulos van a ser un viaje lleno de sugerencias, lecturas múltiples y diversos sentidos. Un viaje a lo desconocido.
La voz de Tilda Swinton, cadenciosa, seria, escueta en sus palabras, ligeramente retadora, nos lleva a fijarnos en unas secuencias sueltas, magníficas, y a descubrir detalles que pueden pasar desapercibidos. También sale una carretera que podría ser la 'Carretera perdida' de David Lynch, pero pertenece a una película muy anterior, 'Brief Encounters' (1968), de la soviética Kira Muratova. ¿Por que decimos 'lynchiano' y no 'muratoviano' cuando vemos ese tipo de carretera perdida, si ella lo hizo antes?
Mark Cousins enseña a hacer y ver cine, a desentrañar las imágenes, solo con la obra de las cineastas
Pero solo en ese prólogo se alude a que «la historia del cine ha sido machista por omisión». Lo que viene a continuación, después de presentar a Tilda Swinton conduciendo un coche como metáfora de la 'road movie' insólita por la que nos va a llevar, es la brillante idea que sustenta las catorce horas de 'Women Make Film'.
En lugar de hacer el típico recorrido por las mujeres cineastas que han logrado salir adelante o recorrer la historia de su lucha por hacerse un hueco, Mark Cousins enseña a hacer cine, a ver cine, a descubrir lo que hay dentro, detrás y al fondo de las imágenes. Indica los diferentes modos que hay de empezar una película, cómo se consigue el tono adecuado para crear un mundo particular, cómo se transmiten sensaciones al espectador más allá del puro argumento, cómo se encuadra y se mueve la cámara para contar un historia por delante de la palabra.
Pero Cousins utiliza para ello únicamente escenas de películas dirigidas por mujeres. Sin explicitarlo, simplemente las coloca ahí porque son secuencias espléndidas y muy ilustrativas. Nada de 'Ciudadano Kane ni 'Vértigo'. El resultado es fascinante, por lo que se aprende sobre el lenguaje del cine, por la seductora y misteriosa manera que Tilda Swinton tiene de guiarnos por los mecanismos ocultos de las imágenes y los sonidos, que casi parece un 'thriller' calmado y elegante, y porque uno se descubre apuntando nombres y títulos de los que nunca ha oído hablar: hay escenas que dan ganas de ir corriendo a buscar la película porque tiene trazas de obra maestra. También están Jane Campion, Kathryn Bigelow, Lucrecia Martel y tantas visibles y consagradas, claro. La reivindicación es subliminal, lo importante es encontrar el mejor cine. Y resulta que las mujeres también lo han hecho.
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