Josemi Beltrán | Director de la Semana de Cine de Terror

«Viene menos gente de fuera por los alojamientos tan caros de Donostia»

– ¿Cómo va la venta de entradas?

– Vamos más tranquilos que otros años. La sesión de inauguración y la de Halloween están prácticamente agotadas, cosa que suele ser habitual independientemente de la película. Y la proyección del sábado de 'Cuando los amos duermen', también. En esta edición tenemos un título vasco potente como es 'La ermita' y su interés irá creciendo según pasen los días, pero es verdad que sobre el papel no hay esa 'peli hito', como pudiera ser 'Irati' el año pasado. En general este está siendo un año a priori extraño con títulos no demasiado 'hype', como ya hemos visto en el festival de Sitges, pero la crítica y el público las está aupando.

– Decía sobre el papel, pero ¿qué percibe en la gente?

– Ya lo comprobamos en 'la cola de sustitos' y es que hay un interés en general por el festival como evento disfrutable, por el amor al género fantástico y por la confianza en la programación que hemos preparado. Pero es un año en el que me resultaría difícil decir cuál será la película ganadora del público. Es muy dispar en sus propuestas, no hay un caballo ganador.

– ¿Y qué tal están respondiendo los abonados?

– Se han vendido en torno a los 180, alguno menos que el año pasado. Una bajada que sobre todo hemos percibido entre la gente que viene de fuera y en la que creo que han influido dos factores: uno, que este año no hay un puente festivo; y dos, lo tengo que decir, por el encarecimiento del alojamiento en San Sebastián. Nuestro perfil de público no es necesariamente de un poder adquisitivo súper alto y, aunque mantenemos los precios, este es un problema generalizado. Vivimos todo el rato en temporada alta.

– En comparación con el Zinemaldia, más orientado a la industria y a los cineastas, la Semana está hecha para el público y su entretenimiento.

– Si comenzáramos la venta en mayo, antes de anunciar ninguna película, quiero pensar que hay un porcentaje bastante alto de espectadores que compraría su abono igualmente sin mirar el programa, lo que supone un voto de confianza muy importante. En el Festival de Cine o el Jazzaldia el evento social de ciudad está mucho más presente, lo cual está muy bien: hay veces que tienes a miles de personas viendo una película iraní que no irían a ver en otro momento del año. En nuestro caso muchos planifican sus vacaciones para coincidir con estas fechas y es que hay un gran volumen de cinefilia y de amor al terror. Y luego también hay un público más puntual o esporádico.

– ¿Cómo convencería a ese público de venir?

– ¡Que vengan! Esa es la respuesta más fácil, porque si vienes una vez, vas a repetir. Igual hay gente que diga que esto no es para mí, pero me acabo de acordar de la estupidez esa de quienes están criticando a las jóvenes que están yendo a los cines a ver los conciertos de Taylor Swift. Es algo muy bonito: van a vivir el concierto en la sala, con sus camisetas, como si estuvieran allí, cantando y bailando. Y esa es también nuestra experiencia, romper la barrera con la pantalla y que el cine sea algo vivo. Todo el mundo se hace amigo y creo que tan solo tienes que encontrar 'tu' peli, seas más o menos fan del terror. Este año he visto veteranos que traían consigo a algún novato al que habían conseguido convencer.

– Sus espectadores más fieles son también sus mejores comerciales.

– Sí (ríe), y como broma se me ocurre... ¡Te ofrecemos descuentos si traes a un amigo!

– ¿O sea que hay relevo generacional? Al terror uno se acerca con cierta edad, pero la Semana tiene actividades familiares, como la Sorgin-con de este año.

– El tema de Halloween está teniendo mucho tirón entre el público infantil. La proyección matinal del sábado es para familias también anima a que los críos se disfracen como anticipo de Halloween, pero también hay muchos adolescentes que aprovechan el festival para quedar, irse a merendar y ver alguna película. Por eso este año hemos hecho dos pases especiales para jóvenes: uno es la animación japonesa de 'El castillo en el espejo'; y otro 'Karusell', un slasher en un parque de atracciones. Y también tendremos un concurso de disfraces con premios. Así que es un buen plan de peli, risas, disfraces y de estar con los colegas.

– ¿Cómo se va a 'vestir' el teatro Principal este año?

– Las últimas ediciones venimos trabajando con un director de arte que trabaja para cine y que suele preparar nuestros balcones. Además también participa en la exposición 'Akelarre ilustrado' que tenemos en la cripta de San Jerónimo. Pero como adelanto diré que el tema va a ir de brujería, por supuesto (ríe). Además pondremos una variante del póster oficial de Itziar Ituño, pues personifica a dos brujas, una oscura y una luminosa, que ocuparán la fachada.

– Las brujas protagonizarán una edición con mucha temática japonesa, aprovechando el año de intercambio Euskadi-Japón.

– Sí, además después del premio de Miyazaki en el Zinemaldia, nosotros ponemos el anime de Keiichi Hara, uno de los nombres más importantes en el género. Japón sigue manteniendo una producción muy buena, podríamos decir que no son los mejores años pues hay otros países asiáticos que han estado comiéndole la tostada como por ejemplo Corea. Pero directores como Nakata o Shimizu demuestran que el cine japonés sigue viéndose internacionalmente. Siempre, siempre, siempre lo japonés ha sido una parte tradicional del festival, como una conexión histórica. Y eso más allá de este año cultural, que nos ha servido para que por primera vez la clausura la haga una película japonesa, 'Atrapados en un bucle infinito'.