La Biblioteca Digital Vasca culminará a fin de año su largo proceso de creación

Esa aparente, y también engañosa, sensación de facilidad no ha tardado en llegar a los usuarios de bibliotecas, archivos, museos o centros de documentación que, para poder darles el servicio que demandan, aceleran el ritmo de transformación para convertirse en 'superbibliotecas' adaptadas a la nueva exigencia: todos los datos en un solo clic.

Ese es justamente el título -'Datu guztiak, klik batean'-, de la jornada organizada por Xenpelar Dokumentazio Zentroa, el centro que recoge el patrimonio del bertsolarismo, que tiene lugar hoy en la casa Subijana de Amasa-Villabona. La jornada servirá para conocer algunas de las experiencias en marcha en Euskal Herria, sobre todo en la CAV, donde, si se cumplen las previsiones, se dará un gran paso en ese ámbito con la entrada en funcionamiento, a finales de año, de la Biblioteca Digital Vasca. La también llamada Biblioteca Digital de Euskadi es un servicio largamente anunciado que tiene entre sus objetivos recoger y organizar la producción bibliográfica vasca, y poner a disposición de los usuarios una importante colección de títulos.

El hecho de que haya transcurrido más de una década desde que se comenzó a plantear que la entonces denominada Biblioteca Nacional Vasca fuera exclusivamente digital ha contribuido a que una parte del camino esté hecha. Se ha avanzado mucho en la digitalización de los fondos susceptibles de ser incorporados a esa biblioteca, así como en el desarrollo y la aplicación de las soluciones tecnológicas precisas para que una iniciativa de esas dimensiones tenga una base sólida.

Uno de los hitos en ese proceso fue la puesta en marcha en julio del pasado año de Liburubila (www.liburubila.euskadi.eus), un buscador de contenidos digitales vinculado a la Red de Lectura Pública de Euskadi. Como indica Francisca Pulgar, del Servicio de Bibliotecas del Gobierno Vasco, «recoge en un único punto de consulta todo lo que hay en las bibliotecas de Euskadi. Es como un 'google' muy intuitivo que da al usuario todas las facilidades del mundo para que con una sola búsqueda acceda a varias bases de datos, lo que significa que sin moverse de casa se tienen al alcance de la mano los catálogos de las bibliotecas de la red, los libros en formato epub de eLiburutegia, música digitalizada, películas que puedes recoger en DVD en tu biblioteca o ver directamente».

En concreto, Liburubila ejecuta búsquedas en el catálogo de la Red de Lectura Pública de Euskadi, eLiburutegia (libros en formato digital) y Liburuklik, el repositorio con datos y documentos de patrimonio bibliográfico digitalizados a partir de documentos analógicos. En este momento, da acceso a 921.000 libros, 17.877 ebooks, 66.672 videos, 14.326 películas online y 76.253 audios, además de a miles de documentos digitalizados, imágenes y archivos de ordenador.

Los números demuestran que Liburubila todavía está muy pegado al mundo físico, que en sus contenidos predominan las referencias a catálogos que a su vez conducen a materiales analógicos, aunque se está avanzando mucho en la oferta de fondos ya digitalizados. Un avance que están protagonizando, cada uno en su terreno, múltiples agentes culturales e institucionales.

La meta está todavía lejos, pero se ha avanzado mucho en poco tiempo. «Hay que tener en cuenta -apunta Francisca Pulgar, que junto con el director de Patrimonio del Gobierno Vasco, Mikel Aizpuru, hablará hoy sobre Liburubila-, que eLiburutegia se creó en 2014. Salimos con 1.500 títulos, y en cuatro años ya tenemos casi 18.000, en euskera y castellano y en formato epub, para descargar y leer en casa».

La oferta de eLiburutegia, ciertamente, es enorme comparada con la que tienen los servicios bibliotecarios públicos de las restantes comunidades autónomas del Estado. Así lo demuestran los datos extraídos de la revista anual del Servicio de Bibliotecas que recoge la actividad de 2018, en cuya introducción anticipaba Mikel Aizpuru la puesta en marcha de la Biblioteca Digital de Euskadi.

eLiburutegia seguirá creciendo, y Liburubila ofreciendo un mejor servicio a los usuarios, porque si «en una primera fase nos hemos centrado en mejorar el metabuscador para que permita acceder a toda la información desde un punto único, estamos a las puertas de una segunda fase en la que cada usuario podrá crear su propio entorno, en el que tendrá toda su información». Puede ser cuestión de semanas. En paralelo, junto con otros agentes, el Servicio de Bibliotecas del Gobierno Vasco, dependiente del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, está trabajando en el desarrollo de la Biblioteca Digital Vasca, «que va a ser un auténtico revulsivo y va a repercutir positivamente en toda la Red de Lectura».

Una red formada por más de 200 bibliotecas en la que se integrará, cuando dentro de un par de años resurja completamente renovada tras las obras cuyo inicio está previsto para otoño, la biblioteca del Koldo Mitxelena Kulturunea de San Sebastián. El director de uno de los principales equipamientos culturales dependientes de la Diputación Foral, Patxi Presa, no tiene dudas: «Ahora que, aprovechando la reforma, estamos rediseñando nuestra política, vamos a intensificar la presencia de lo digital, porque es lo que demandan los usuarios y lo que incrementa el atractivo de las bibliotecas». El nuevo KM, por lo tanto, «emergerá de la reforma con un perfil más digital e integrado en la red de Lectura Pública de Euskadi», que para entonces ya tendrá en su epicentro a la futura Biblioteca Digital de Euskadi.

Pero no solo las administraciones y las grandes instituciones están embarcadas en el proceso de acercar sus contenidos a los ciudadanos. Xenpelar Dokumentazio Zentroa, anfitrión de la jornada, es un claro ejemplo. El centro, creado por Bertsozale Elkartea en 1991 para garantizar la «recopilación, organización y difusión del patrimonio del bertsolarismo» tiene su propio 'todos los datos en un clic': Bertsolaritzaren Datu Basea.

BDB es una 'ventanilla única' para acceder a una decena de bases de datos. Parece fácil, pero no lo es. Y, como afirma Nere Erkiaga, responsable de bases de datos y una de las coordinadoras de XDZ, todo ha sido todavía más complicado porque las tecnologías para «funcionar al estilo de Google, buscando a la vez en varias bases de datos» no estaban al alcance de sus posibilidades económicas. Hasta que comenzaron a utilizar Solr, el motor de búsqueda de código abierto que también utiliza Euskaltzaindia.

Erkiaga asegura que el aumento de usuarios ha sido directamente proporcional a las facilidades que se les iban dando y al posicionamiento de BDB en Google -«si no estás ahí, no existes»-, un tema al que han dedicado mucho esfuerzo. «Desde que arrancamos hemos hecho un trabajo titánico, y creemos que el resultado es muy bueno, pero la falta de recursos nos impide avanzar todo lo que nos gustaría» asegura. Todavía, por ejemplo, les quedan varias bases de datos por integrar. Ya lo harán «cuando haya tiempo y dinero».