Portales virtuales que facilitan el acceso a millones de objetos digitales de todo tipo

Bibliotecas, tal vez mejor portales o puntos de acceso al saber y a las creatividad humana, que tienden a borrar los límites entre los soportes y los formatos (no son solo bibliotecas, no son solo fonotecas, no son solo fototecas, no son solo pinacotecas, no son solo archivos...) y priman la facilidad de uso. Todo en un clic.

Prácticamente todas las bibliotecas nacionales, nacidas conforme al modelo más clásico, y un número creciente de bibliotecas especializadas cuentan con versiones digitales, pero las que más se acercan a la vieja aspiración son las 'nativas digitales' que han revolucionado el concepto de biblioteca.

En ese entorno nacerá, sin paso previo por el mundo físico, la Biblioteca Digital de Euskadi, una de cuyas funciones será probablemente facilitar contenidos propios a Europeana, la monumental biblioteca digital europea que surgió en 2008 a instancias de la Unión Europea. Europeana reúne contribuciones ya digitalizadas de instituciones culturales de todos los estados miembros, y es un lugar en el que merece la pena pasar un rato. En lo que respecta al Estado español, el agregador de contenidos es Hispana, que a su vez se nutre de colecciones digitales de archivos, museos, bibliotecas digitales de universidades y comunidades autónomas. Y de pequeñas 'europeanas', como la Galiciana gallega.

Porque un modelo que funciona a gran escala también lo hace a escala más pequeña, como la de Bilketa (bilketa.eus) el portal de los fondos documentales vascos en el Estado francés, un proyecto promovido por el Ayuntamiento de Bayona, que cuenta con el apoyo de la Biblioteca Nacional de Francia, y que tendrá su espacio en la jornada de hoy.