Albaola ve el plan «un sinsentido, no estamos todos en la misma liga»
Con más de dos décadas de trabajo en el ámbito de la recuperación del patrimonio marítimo vasco, la Fundación Albaola optó en esta ocasión por no presentarse al concurso, una ausencia que cuando menos sorprende. «Sí, pero también esperábamos solicitudes de otras asociaciones o museos que tampoco se han producido -asegura Mikel Xabier Aizpuru-. Nuestra convocatoria insistía en el carácter original del patrimonio marítimo y eso ha podido ser una de las razones del retraimiento, pero hay que tener en cuenta que no nos hemos limitado a las embarcaciones de madera tradicionales, sino que también hemos incluido yates clásicos».
Desde Albaola, su gerente, Erme Pedroso, se muestra crítica con los términos en los que se ha planteado la convocatoria para acceder a las ayudas: «No tiene pies, ni cabeza. Es un sinsentido». En su opinión, «Albaola no puede presentarse al concurso junto a otras asociaciones en igualdad de condiciones. No lo veo justo. Prefiero que me conceda o no una subvención nominativa, pero no estamos todos en la misma liga y presentarnos nos hubiera colocado en una situación muy fea respecto a otras asociaciones del sector».
Albaola, que con más de 63.000 visitantes este año -10.000 más que en 2017- se sufraga en sus dos terceras partes mediante ingresos propios, recibe 200.000 euros de subvención del Departamento Foral de Cultura. La misma cantidad que - vía enmienda presupuestaria del PSE- destinó el Gobierno Vasco a la Fundación en 2016. Sin embargo, ya el pasado año el Ejecutivo autonómico suprimió esta subvención nominativa y tuvo que conformarse con una partida de 106.802 para los trabajos de reforma del atunero 'Ozentziyo'. Sin ánimo de polemizar, Pedroso cree que «primero deberían haber hecho un análisis del patrimonio marítimo existente y después, haber tomado las decisiones». La gerente de Albaola señala, como ejemplo, que la exigencia de que el astillero solicitante esté catalogado impedía solicitarla para reparar Ondartxo, «un agujero sin fondo». Recalca que el Gobierno Vasco sabía que sólo los astilleros de Mutiozabal y Mendieta están catalogados, «es decir, les han concedido una ayuda nominativa, que nos hubiera parecido muy bien. Si son proyectos estratégicos, que lo hagan», concluye.