Adiós a José Luis Cuerda, un genio del absurdo
Muere a los 72 años José Luis Cuerda, director de títulos como 'Amanece que no es poco' o 'El bosque animado'
«Supongo que me respetarás, ¿eh, Teodoro?», preguntaba un temeroso Luis Ciges. «Pero, ¿qué burradas está usted pensando, padre?», respondía, atónito, Antonio Resines. «¡Déjate, déjate! Que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama», asestaba Ciges. Es inevitable esbozar una sonrisa ante estas tres líneas de diálogo tan magistralmente escritas para 'Amanece que no es poco' (1988). Ayer, sin embargo, la sonrisa se congelaba al conocer que su autor nos ha dejado a los 72 años.
José Luis Cuerda (Albacete, 1947) falleció ayer tras sufrir una embolia en el Hospital de la Princesa de Madrid, según informaron sus hijas en un comunicado de prensa. Su muerte suscitó un rimero de reacciones en el mundo del cine, donde se sucedieron los testimonios de admiración hacia la obra y personalidad del cineasta albaceteño.
Desaparece así uno de los guionistas y directores más personales del cine español. Excelente orador, de humor agudo y afilado y con una ingeniosa retranca, de la que hacía gala cada vez que podía -«¿Sois periodistas? Pero si no tenéis ni edad. ¿Quién os habrá mandado aquí? Estáis todos expulsados de la provincia de Madrid», atestó en uno de los encuentros con la prensa con motivo de su última película-, Cuerda es artífice de algunas de las historias más importantes que atesora nuestro celuloide, pero destaca, por encima de todas ellas, la tetralogía que dedicó al surrealismo y que encabeza la ya mentada 'Amanece que no es poco', junto con 'Total', un largometraje dirigido para televisión en 1983, 'Así en el cielo como en la tierra' (1995) y 'Tiempo después' (2018), la cinta con la que cierra una filmografía tan personal como variopinta que dio pie a una quincena de películas en cuatro décadas.
«Perdemos a un cineasta libre, rebelde, inconformista y radical, un auténtico iconoclasta»
Mariano Barroso, Presidente de la Academia de Cine
Tocaba Cuerda en su obra todos los asuntos terrenales, filosóficos y también espirituales, quizá por aquellos tres años que pasó en un seminario de infante. Iba para abogado, pero la televisión y la radio se cruzaron en su vida y acabó convirtiéndose en técnico de ambos medios. En 1969, el cineasta comenzó a trabajar en TVE, primero en los servicios informativos de la casa, más tarde como responsable de programas culturales.
Ocho años más tarde debutaba detrás de las cámaras con 'El túnel', un largometraje para televisión que adaptaba la novela homónima de Ernesto Sábato, sobre un preso que cuenta desde la cárcel los motivos que le llevaron a matar a su amante. 'Pares y nones' (1982) descubrió a un Cuerda cómodo en la comedia de enredos personales, pero fue 'El bosque animado' (1987) la cinta que dio a conocer al manchego al gran público. Basado en la novela de Wenceslao Fernández Flórez y con guion de Rafael Azcona, el filme sentaba como un guante al Cuerda más absurdo, con una galería de personajes, a cual más disparatado, en el enclave de un bosque casi fantástico. Recibió cinco goyas, entre ellos el de mejor película.
«Todos somos contingentes»
Después llegaría 'Amanece que no es poco', la historia de un ingeniero, interpretado por Antonio Resines, que decide regresar a España y acaba junto a su padre en un pueblo perdido de la montaña, lleno de pintorescos personajes. «¡Alcalde, todos somos contingentes pero tú eres necesario!»; «Yo es que he pensado que a mí también me interesaría ser intelectual, como no tengo nada que perder», o «Eres minoría étnica». - «Bueno, minoría étnica y negro como un tizón», son solo tres de las brillantes frases de una película que, si bien no fue un gran éxito de taquilla, fue ganando estatus de clásico con el tiempo. No en vano alumbró hace unos años a los 'amanecistas', una asociación de «adoradores» de la película, formada por extras y vecinos de Aýna, Liétor y Molinicos, enclaves donde se rodó.
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Mención aparte merece 'La lengua de las mariposas', la emotiva historia entre un niño y su peculiar profesor (Fernando Fernán Gómez) en la Galicia de 1936, que recibió trece nominaciones al Goya en el año 2000, aunque solo obtuvo un galardón a mejor guión adaptado. Posteriormente, rodó películas como 'La educación de las hadas'(2006) o 'Los girasoles ciegos'(2008), con la que ganó nuevamente el Goya a mejor guión adaptado. Cuerda también destacó como productor, siendo uno de los responsables de la carrera de Alejandro Amenábar, a quien descubrió al gran público con 'Tesis'.
«Sus películas son una sublimación del absurdo con el que muchas personas se identificaban»
Alejandro Amenábar, Cineasta
«De su mano vimos el amanecer más brillante del cine español»
Antonio Banderas, Actor
Ya en 2018, rodaba su última cinta, 'Tiempo después', una secuela espiritual de aquel universo surrealista que había tejido en los ochenta y noventa. «Me gusta que se vean parecidas porque eso significa que soy congruente», afirmaba hace poco más de un año el realizador. El argumento giraba en torno a los dos únicos asentamientos humanos que persistían en el planeta Tierra: un edificio sospechosamente similar a las Torres Blancas de la avenida de América de Madrid, donde se había instalado la élite, y un poblado chabolista donde residían los parados.
Fue la excusa perfecta para criticar y analizar asuntos como la religión, la monarquía, el capitalismo, la derecha la izquierda o los nacionalismos. Una pena que fuera por última vez.