«Durante 2020 he tenido la suerte de estar volcada en mi trabajo»

- Su agenda es muy apretada, entre viajes y reuniones. ¿Cómo separa los momentos de crear de los de pura gestión?

- Tengo un equipo en mi estudio y en cada proyecto que me permite trabajar varias obras a la vez.

- Y eso, ¿ayuda?

- Me ayuda mucho. Una obra completa a la otra. Todas tienen que funcionar solas, pero siento que todas ellas componen algo más que cada una en sí misma. Todos los estudios que hago en torno a los proyectos son también obras.

- Algunos de esos materiales se podrán ver en San Telmo.

- Algunos sí, pero he decidido no enseñar las maquetas porque me parece un poco forzado, pero al margen del documental que Asier Altuna está haciendo de todo el proceso, yo estoy realizando un corto. Se llama 'Guide Tour' y lo suelo hacer con todas mis obras. Es una pequeña visita guiada a esta pieza porque me interesa muchísimo como concepto ya que lo puedo colgar en las redes y también porque me permite realizar 'collages' con diferentes obras para enseñar mi mirada al mundo. Este corto sí se proyectará en una sala en San Telmo, donde también se podrán ver dibujos preparatorios y grabados en cobre pintados por encima.

- ¿Recomienda hacer la visita sin saber excesivamente lo que uno se va a encontrar o documentarse mucho antes?

- Las dos maneras sirven. Hay una forma de visitarlo que es estar abierto a la sorpresa, pero también funciona al revés porque pasa igual en las redes sociales o en la prensa. Te enteras de que existe algo y decides que quieres verlo. Eso nos pasa a todos. Es un impulso natural y como escultora me interesa muchísimo, cada vez más.

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- Desde que inició su carrera, el papel del artista ha cambiado muchísimo. ¿Cómo ha vivido este acelerón que han provocado las nuevas tecnologías?

- Lo vivo como todos los demás, con aspectos que me parecen muy positivos y otros que no tanto o incluso negativos porque llevan a la manipulación. Hay gente que puede decir lo que quiere y sabe que eso va a salir. Eso es peligrosísimo y a veces, feo. Y a niveles políticos, es algo muy serio. Pero también es una herramienta fantástica que si se utiliza bien te da muchísima información de la que te nutres y que te permite jugar con muchas cosas.

- El simposio que acompaña a la inauguración será en parte presencial y en parte virtual.

- Sí, estas cosas ya se venían haciendo así hace tiempo, pero ahora con la pandemia estamos todavía más obligados a que sea así. Y habrá gente de EE UU, Reino Unido y otros lugares, junto a expertos de aquí.

- ¿Se le exige ahora al artista que sea también un personaje, alguien con una proyección pública interesante, que ayude a 'vender' su obra?

- No, yo creo que no. Hay mucha gente que se niega incluso a aparecer y dar entrevistas, lo cual también se convierte en algo muy atractivo. Y por otra parte ocurre que hay quien sabe que si utiliza eso de crear un personaje va a vender más. En el caso de lo de la isla yo no estoy vendiendo nada.

- ¿Cómo ha vivido este 2020 de pandemia?

- He tenido la suerte de poder volcarme en el trabajo. En este tiempo de pandemia precisamente algo que ha cambiado es el 'tempo' de todo, la medida. Los primeros meses viví muy encerrada en el estudio con mi hija Lucía y dibuje mucho y tuvimos muchas reuniones por zoom. Sin embargo hemos tenido también que movernos con todas las dificultades que esto implicaba.. Terminé el libro y a la vez, preparé la obra de Houston. Fue dificilísimo viajar a EE UU porque éramos ocho personas de Alfa Arte y tres de mi estudio. Desde el museo, gestionaron un permiso especial con el Departamento de Estado. Y en la isla, a pesar de la pandemia y las condiciones climatológicas, se ha trabajado siempre. Obviamente se han generado retrasos por estas razones.

- Peor hubiera sido estar mano sobre mano todo el año...

- Exacto. Y las consecuencias de todo esto van a ser muy duras.