El Ayuntamiento no incrementará la actual protección del Bellas Artes

El futuro del edificio del Bellas Artes plantea de momento más dudas que certezas. La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra estudió ayer la nueva situación tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que reconoce la ruina del inmueble y la decisión del Gobierno Vasco de no recurrir la resolución y paralizar el expediente que pretendía declarar el Bellas Artes bien cultural.

El delegado de Urbanismo, Enrique Ramos, recordó ayer a sus compañeros de Corporación que es ahora la Sade, empresa propietaria del edificio, la que debe explicar cuáles son sus planes. Ramos reveló que el gobierno municipal había valorado incrementar la protección del edificio en consonancia con la decisión del Gobierno Vasco, pero finalmente dejará la calificación legal en la calificación que ya tenía.

El Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) dictaminó en su momento para el Bellas Artes una protección de grado C. Este nivel protege el chaflán o cuerpo de la esquina del inmueble, incluida la cúpula ahora retirada, así como los paños de sillería de la planta baja. La catalogación municipal en grado C permite «la reorganización controlada de las fachadas».

Cuando el Gobierno Vasco apostó por la declaración como bien cultural, el Ayuntamiento valoró incrementar la protección hasta el grado A, mucho más estricto, aprovechando que el Peppuc está en fase de revisión. Pero esa opción ha quedado descartada, más tras la sentencia, según explicó ayer el concejal Enrique Ramos a preguntas de Ricardo Burutaran, de EH Bildu, que reclama una posición «más activa» del gobierno municipal en la protección del edificio. Burutaran acusa al ejecutivo local de poca transparencia y pasividad.

La comparecencia de Ramos sirvió también para sembrar interrogantes en torno a la reconstrucción de la cúpula del edificio, sobre la que preguntó Miren Albistur, portavoz del PP. La cúpula fue derribada ante la amenaza de ruina, pero el Ayuntamiento exigió a la empresa Sade que la reconstruyera de acuerdo con el formato original. Ante la decisión de la empresa propietaria de no acometer la obra, el gobierno municipal apostó por construirla y cobrar luego a la propiedad, de forma subsidiaria, el coste del trabajo.

El futuro de la cúpula

Pero dos sombras han congelado la orden de reconstrucción. Por un lado, desde la secretaría del Ayuntamiento se plantean dudas legales sobre ese procedimiento. Y por otro, «desajustes» en el registro municipal habían extraviado una alegación presentada por la Sade contra la obra de la cúpula. «Ahora hay que resolver esa alegación y, si todo sale como pensamos, volveremos a llevar a la Junta de Gobierno la licencia para la reconstrucción», dijo Ramos. «Mi intención es seguir adelante y volver a traer el dictamen, salvo que secretaría nos diga lo contrario», matizó el delegado de Urbanismo.

El edil de EH Bildu Ricardo Burutaran lamentó que el proceso se haya dilatado y mostró su sorpresa ante el desconocimiento por parte del gobierno municipal de la existencia de la alegación de Sade.

Enrique Ramos anunció que mañana habrá una reunión del foro municipal de patrimonio en la que se analizará la situación del Bellas Artes. «El Ayuntamiento debe mantener prudencia. Es un edificio privado y, a la espera de lo que plantee la propiedad, la protección es la misma que ya tenía», remarcó .