Azkoitia estrena los rastreos preventivos

Osakidetza mete una nueva marcha en su lucha contra la pandemia. A diferencia de la estrategia llevada a cabo hasta ahora cuando había sospecha de un brote de contagios, la sanidad vasca acaba de desplegar su nueva apuesta para tratar de controlar el Covid-19: rastreos masivos preventivos en las zonas de mayor incidencia. Azkoitia ha sido el primer municipio elegido de Euskadi, al que seguirá hoy el barrio Sansomendi de Vitoria. En ambos lugares se ha producido un aumento considerable de casos en las dos últimas semanas, con 569,23 positivos por cada 100.000 habitantes en la localidad del Urola y 527,17 en el barrio vitoriano.

Son cifras que se sitúan por encima de la tasa límite establecida para adoptar medidas de confinamiento, reconoció ayer Ignacio Garitano, coordinador del programa de Vigilancia y Control del Covid-19 en Euskadi. «El objetivo del cribado en Azkoitia es frenar la cadena de transmisión del virus», afirmó horas después de que arrancaran las pruebas masivas en la localidad. Una estrategia a través de la cual se pretende testar a toda la población de entre 17 y 60 años, más de 6.000 vecinos.

El Gobierno Vasco ha querido cortar por lo sano para atajar la posible transmisión del virus y alejar la amenaza de verse obligado a adoptar medidas más estrictas. La iniciativa de realizar cribados masivos entre la población viene recogida en el último documento del plan Bizi Berri como medida preventiva. En los últimos meses ya se han realizado rastreos generales en poblaciones, pero cuando ha habido sospecha de un foco de contagios, como ocurrió en Ordizia, Zarautz, Eibar o Tolosa. Esta vez no hay un foco concreto localizado, pero sí se advierte un aumento de la tasa de incidencia por encima de los parámetros establecidos.

El llamamiento extraordinario fue comunicado al Ayuntamiento azkoitiarra el martes por la tarde, para que con la mayor rapidez posible instalara las mesas y todo el material necesario para el cribado en el frontón de la localidad, que se convirtió a partir de la una del mediodía en un ambulatorio alternativo por donde pasarán en torno a mil personas por día, entre las 09.00 y las 20.00 horas.

Las personas de entre 17 y 60 años deben pedir primero cita en en el teléfono del centro de salud de Azkoitia, el 943 00 76 10, o en el teléfono del Consejo Sanitario de Osakidetza, el 900 20 30 50. La idea es terminar el cribado el sábado, aunque si fuera necesario se alargará el calendario hasta completar el rastreo. Las pruebas son voluntarias, pero «altamente recomendables».

La mayoría de vecinos cumplió con la petición. Ainara Elorza, diseñadora gráfica de 30 años, fue de las primeras. «Me parece bien que se haga la prueba y quiero creer que valdrá para prevenir la expansión del virus. A la gente le diría que no cuesta nada venir a hacerse la prueba y que es por la salud de todos los azkoitiarras». La noticia del cribado masivo corrió ayer como la pólvora entre los locales. «Para cuando me he enterado, mi madre ya me había cogido la cita», admite Ainara.

Igor Sudupe, socorrista de 30 años, destacaba la rapidez con que le habían atendido. «A la segunda llamada ya me han cogido en el ambulatorio para darme cita. Teniendo en cuenta cómo está la situación me parece bien hacer esta prueba y saber cuál es la incidencia real en el municipio». Igor muestra cierto escepticismo sobre la respuesta de los más jóvenes. Me temo que vendrán las personas de 30 años en adelante». Tampoco cree que el aumento de casos vaya a hacer que la población sea más precavida. «Creo que en la calle la gente se seguirá comportando igual, haciendo vida social. Yo no noto miedo o incertidumbre en mi entorno. Se sigue quedando igual con los amigos, y aunque en general se siguen las normas de prevención, en los bares es difícil mantener las distancias cuando estás tomando algo».

Juan Pozo, de 59 años, no confía en una respuesta masiva. «Creo que acudirá un 50%. Parece que para muchos jóvenes este tema no va con ellos, y creo que si se hubiera avisado antes habría sido mejor».

Todo lo contrario opina Edurne Olaizola, orientadora de 43 años, que considera que la premura de tiempo ayudará a que «no dé tiempo a dudar en si ir o no a hacerte la prueba». Más optimista que Igor y Juan, confía en que «el pueblo responderá bien y acudirá gente de todas las edades, salvo un pequeño grupo de negacionistas, que también los hay en Azkoitia». Edurne se enteró del rastreo masivo antes que otros vecinos. «Vinimos el martes al entrenamiento de pelota del niño y nos avisaron de que se iba a hacer la prueba y de que los entrenamientos se suspendía hasta volver a tener libre el frontón».

Juan Bautista Mendizabal, de 59 años, es concejal en el Ayuntamiento de Azkoitia. Aplaude la medida, ya que «un cribado a gran escala servirá para detectar casos de personas asintomáticas». «La prevención personal es muy importante, y con estas medidas generalizadas se da un gran paso tanto para la salud individual como colectiva», destaca quien también es director de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. «Con las primeras noticias nos asustamos creyendo que había un brote en Azkoitia», confiesa, «pero luego hemos visto que es una medida preventiva necesaria».

Peio Larrañaga, administrativo de 58 años, valora que «a pesar de que el aviso ha sido sorpresivo, se ha organizado bien y no hay aglomeraciones. Lamenta que «hay información contradictoria sobre el tema y en Azkoitia veo cierto hartazgo e incertidumbre, así que hacer pruebas a gran parte de la población ayudará a tranquilizar a la gente».