Irun
José Antonio Santano: «En este mandato van a salir proyectos que marcarán la ciudad los próximos 25 años»El alcalde de los últimos 21 años afronta un nuevo mandato al frente del consistorio con el reto de conseguir estabilidad y sacar adelante una larga lista de proyectos clave
José Antonio Santano sigue siendo el alcalde de la ciudad tras ganar por sexta vez las elecciones municipales. Ha convertido la reelección en algo natural, ... pero no hay más que mirar el panorama político general para darse cuenta de que no es nada habitual repetir tantas veces en el cargo de máximo responsable de un municipio.
– ¿Cuál es su fórmula?
– No sé ¿Qué hago todos los días? Estar muy cerca de las personas y trabajar a favor de la ciudad sin mirar colores políticos. Resumiendo mucho, eso hago desde hace 21 años. Tengo contacto permanente con todo el mundo. En reuniones, en el ayuntamiento, pero también en el autobús, en la calle. Escucho a todo el mundo. Gente de todo tipo que critica, me apoya, protesta, se queja... Siempre de muy buenas formas, eso lo tengo que decir. Para mí, la clave es que el ejercicio del poder no nos ha cambiado y seguimos escuchando y atendiendo todo tipo de temas. Hoy, en el bus, una señora me ha contado que en una calle donde había dos bancos se ha quitado uno y que lo echa de menos. Y yo me preocupo en saber qué ha pasado, por qué y si se puede solucionar. Me siento uno más de la comunidad, siento que trabajo para mejorar la ciudad en la que vivimos todos. Sinceramente, con las equivocaciones que podamos cometer, que siempre las hay, creo que la gente percibe que la ciudad ha mejorado y se transforma. Con sus problemas también, sí, pero la gente ha sabido valorar qué aportamos a la ciudad.
– El PNV hizo la campaña con un mensaje muy explícito sobre que lleva usted demasiado tiempo y que la ciudad necesita un cambio, pero fue una campaña más tranquila que hace cuatro años.
– Nada que ver. Cada momento es diferente. Hace cuatro años hubo un bloque claro frente a mi candidatura y todo fue muy tenso. Ahora las cosas han sido diferentes y lo que ha habido ha sido la oportunidad de elegir entre dos planteamientos. Nosotros íbamos con nuestro modelo de ciudad y el PNV ha querido ser alternativa. De esta campaña destacaría que trabajando en las redes sociales hemos llegado a un público joven que ha podido comprender y valorar algunas de las propuestas que hacíamos. Hemos podido explicar nuestro proyecto a mucha gente y conectar con una mayoría social. En un contexto de abstención muy alta, una desafección a los partidos de gobierno en cada municipio y con el Partido Socialista perdiendo posiciones, mantener la situación con un discurso y un proyecto tan claros es un resultado que nos deja contentos.
– ¿Cómo prevé gobernar la ciudad los próximos cuatro años?
– Para entender el momento actual, hay que entender lo que fue el último mandato. Buen ambiente y buena relación entre los grupos. La capacidad para acordar con todos que hubo no tiene precedentes, ni en las anteriores legislaturas democráticas en Irun ni en otros ayuntamientos. Se ha generado un ambiente que permite hacer las cosas de otro modo. Hemos gobernado con Podemos dos años, pero esa suma ahora no da. El objetivo es dar estabilidad, dar tranquilidad, es lo que espera la ciudadanía de nosotros. Buscamos generarla con quien puede aportarla, el PNV, con el que el PSE está llegando a acuerdos en todas partes.
– ¿Cómo se pueden entender en Irun con el pasado que cargan? No hace tanto que cesó a Iridoy como delegado de Urbanismo por «falta de confianza», con todo lo que eso desató después, ¿y ahora negocian otra coalición?
– En este mandato, Irun se está jugando muchas cosas y mucho contenido depende del apoyo de otras instituciones. Por encima de todo pongo a la ciudad. Primero se trata de conseguir un acuerdo programático que involucre a Diputación, y creo que es posible. El tema de las personas afecta, claro, pero vendrá después. Hay proyectos muy importantes para los que este mandato es clave, proyectos que se van a sustanciar en estos cuatro años y van a marcar el perfil de la ciudad para los próximos 25. Asuntos estratégicos como Vía Irun, el Distrito Urbano Innovador, el nuevo pabellón, completar la Ronda Sur, desdoblar parte de la variante norte, el traslado de las instalaciones deportivas de Plaiaundi, la Residencia de Arbes...
– ¿Todo eso está en la mesa local de negociación?
– Algunas cosas de manera explícita y otras de manera implícita, porque estamos en fases iniciales. Tenemos que hablar mucho. La negociación para la organización del Ayuntamiento fue más fácil que ningún otro año, pero cerrar un acuerdo programático va a costar. En los últimos dos años el PNV ha ido diseñando propuestas que marcan una diferencia con nosotros y con la mayoría de la Corporación: la sanidad y los ambulatorios, Vía Irun, Azken Portu, Lastaola... Temas en los que no teníamos diferencias hace cuatro años, ahora nos separan. Tenemos claro que hemos ganado las elecciones en un contexto muy difícil y que una amplia mayoría política y social respalda ciertos planteamientos así que aunque dialogaremos mucho para acordar, entendemos que los que tienen que moverse más son ellos.
– ¿Será este el mandato en el que cambie de una vez el tono de la relación entre Ayuntamiento de Irun y Diputación Foral y Gobierno Vasco?
– Estamos a las puertas de ese cambio, sin duda. Es el momento. Proyectos que eran ideas han tomado cuerpo, avanzan y cada uno se debe retratar. Diputación debe mostrar su compromiso con Irun como segunda ciudad de Gipuzkoa y creo sinceramente que lo va a hacer. Vamos a hablar con la diputada general, Eider Mendoza, una mujer que conoce bien las necesidades de la comarca y creo que va a querer afrontar junto a nosotros esos proyectos pendientes que hay que materializar.
– ¿Qué espera que ocurra en el caso concreto de la sanidad pública y los ambulatorios?
– Nos gustaría que se abordara de nuevo el Plan Funcional de la OSI Bidasoa, pero junto a los ayuntamientos y los profesionales de la OSI. Ahora tenemos una oportunidad para hablar de verdad con el Gobierno Vasco. Eso se lo hemos trasladado al PNV. ¿Tenemos un punto de encuentro en que Oñaurre pueda llevarse adelante?, pues que se encargue el proyecto y se den pasos. Casi como señal de que hay un compromiso del departamento con Irun, con la comarca. Que arranque Oñaurre y desbloqueemos la situación para poder hablar del Plan Funcional, de las inversiones en el hospital, de las posibilidades de ampliar el ambulatorio Irun Centro (que está en la mejor ubicación posible), de modernizar Dunboa... Confío en que el acuerdo que podamos cerrar aquí se traslade a Osakidetza para desbloquear completamente la situación.
Los temas del mandato
– En los próximos años, Irun, como el resto de ciudades de más de 50.000 habitantes, tendrá que transformar su movilidad.
– Los cambios se empezarán a ver en 2024 y las medidas serán progresivas. Hemos encargado la ordenanza que lo va a regular todo partiendo de dos ideas. Una, la participación. Hablaremos con los grupos políticos, pero sobre todo, con colectivos afectados: hostelería, comercio, residentes en lo que serán ZBE (Zonas de Bajas Emisiones). Dos, una implantación paulatina. Nadie pretende transformar mentalidades ni ciudades de un día para otro. Va a llevar un tiempo. Será progresivo y con mucha participación, comprendiendo las excepciones con residentes, personas de movilidad reducida y las que afectan a comercio y hostelería.
– También en clave medioambiental, su programa hablaba de acciones para evitar islas de calor.
– El mandato anterior construimos el programa sobre los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y vamos a dar continuidad a eso que ya se ha interiorizado en el Ayuntamiento. No son sólo las acciones concretas, son conceptos transversales que se tienen en cuenta a la hora de hacer política cultural, social, urbanística, de movilidad y cualquier política que lleve a cabo el Ayuntamiento. Ahora estamos desarrollando una ordenanza para incorporar esa clave en las urbanizaciones de calle. Más arbolado y zonas verdes, sí, pero sobre todo, cambios de concepto. Elementos reciclados en la vía pública; pavimentos drenantes que no son baldosa/cemento pero garantizan mejor movilidad que las zonas verdes; arbolado planteado no para desarrollar una enorme copa verde, sino para tejer una sombra sobre zonas de estancia. Y vamos a incorporar el agua a la vía pública de manera diferente a como lo hemos hecho hasta ahora. También vamos a cambiar el concepto de accesibilidad para ir más allá de las personas con movilidad reducida, incorporando elementos como pictogramas y otros para hacer una ciudad para todos, también para personas con dificultades visuales o diversidad funcional. Esos conceptos también están en los ODS, que van mucho más allá del medio ambiente.
– Uno de los temas de los que más se habla es el de la seguridad.
– Es un problema que existe en ciudades medianas y grandes, no es exclusivo de Irun. Eso no consuela, pero hay que tener presente el contexto. Lo más importante es que haya un acuerdo político para no usar la seguridad como arma arrojadiza porque eso no hace sino envenenar las cosas y alejarnos de las soluciones. El pasado mandato todos los grupos firmamos un pacto por la seguridad y la convivencia. Cada grupo aportó su visión. Unos prefieren hablar en clave preventiva, educativa; otros tienen una visión más punitiva. Sinceramente, creo que las dos visiones son necesarias. El pacto ya está funcionando y vamos a seguir desarrollándolo los próximos años. De momento, hemos pasado unos sanmarciales multitudinarios con datos elocuentes de cómo han empezado a funcionar algunas cosas.
– ¿Qué nuevos pasos veremos en estos próximos 4 años?
– Estamos en el proceso de incorporar nuevos policías municipales. Vamos a ampliar la plantilla para que pueda haber más presencia en la calle. Porque la seguridad son datos y percepción y hay que mejorar las dos cosas. También vamos a crear mesas con el tejido social (asociaciones vecinales, comerciantes) para abordar los problemas concretos que pueda haber en cada caso, porque suelen ser diferentes. Y lo vamos a hacer con transparencia. Eso es esencial. Lo estamos haciendo ya en la mesa general del pacto y lo haremos en esas otras también.
– Otro asunto en boca de todo el mundo: ¿hay nuevas ideas para hacer más efectivo el apoyo al comercio local?
– La verdad es que sí. Lo primero que hay que decir es que el comercio no tiene ya el peso que tenía en la generación de empleo en la ciudad porque la industria ha ido ganado terreno. Pero sigue siendo esencial para el dinamismo urbano, la imagen y el atractivo de ciudad. Somos conscientes de que sobre todo en algunas zonas céntricas hay que hacer algo porque la situación no se corresponde con la que debería, no hay el comercio que debería haber.
– ¿Qué zonas?
– Parte del paseo de Colón, sin ir más lejos. Sabemos que es difícil recuperar el comercio que había y ha desaparecido. Seguramente eso no volverá. En Europa hace ya años que dieron un paso que podríamos imitar, que es el de bajar a pie de calle servicios que están en los balcones: abogados, dentistas, notarías, asesorías, fisios... Vamos a presentar algunas medidas para impulsar ese movimiento y que los locales se ocupen con servicios y las casas se puedan destinar a vivienda.
– Termino con una idea de la que se empezó a hablar poco antes de las elecciones, el traslado de Zubia, el centro nocturno para personas sin hogar que está en el antiguo hospital de la Parte Vieja.
– Las ciudades grandes, Donostia, Errenteria e Irun (fíjate que son de distinto color político), tenemos obligaciones en la respuesta social, pero nos hemos visto desbordadas. A las personas sin techo hay que ofrecerles una alternativa de vida, pero las ciudades nos encontramos muy solas. Hay una parte que corresponde a Diputación y sé que ya ha empezado, pero tiene que rematar ese trabajo. Otras ciudades y comarcas también tienen que ofrecer respuestas a los problemas de su entorno. No podemos hacerlo sólo desde las tres ciudades que tenemos equipamientos. No herramientas para dar respuesta a todo. En Irun hemos pensado que hay que abordar este tema de otra manera, incluso desde el punto de vista urbano, y hemos planteado trasladar Zubia. Hemos tenido alguna conversación con los grupos porque entendemos que hay que hacerlo en consenso, buscando siempre lo mejor para las personas con estos problemas y para los vecinos. Está decidido que se va a trasladar entre este año y el que viene, pero no dónde. Hay varias alternativas.
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