La ermita de Santa Elena incorporará importantes novedades para 2022
Arkeolan, adjudicataria de la gestión de este equipamiento y del Museo Oiasso, trabaja con el Ayuntamiento en un proyecto de mejora
La ermita de Santa Elena está desacralizada y hoy tiene función de museo, pero durante más de veinte siglos ese suelo ha sido sagrado ... para distintas civilizaciones. Durante los últimos años, distintas actuaciones han ido mejorando la forma en la que los restos arqueológicos, el propio edificio y la información relacionada se presentan al visitante. «Pese a las mejoras que se han ido haciendo, teníamos detectadas necesidades que queríamos abordar, algunas compartidas con la AVV Alde Zaharra San Juan», explica Juanjo Jiménez, director de Oiasso.
La gestión del museo y de la ermita están adjudicadas a Arkeolan y ha sido la fundación irundarra la que ha formulado el proyecto para mejorar Santa Elena. «Hicimos una propuesta al Ayuntamiento que tanto Cultura como Obras vieron con buenos ojos». No es una gestión sencilla porque se trata de un patrimonio municipal en el que actuar requiere autorización de Diputación y de Gobierno Vasco. «Pero ha ido todo bien. El Gobierno Vasco incluso ha aportado 52.000 euros», valora Jiménez. Con los 120.000 que el pasado julio confirmó el Pleno municipal, «podremos empezar las obras ya este año, aunque la mayor parte se hará el que viene», anuncia.
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Digitalización Recreaciones 3D que ya están en elaboración y se mostrarán en pantallas táctiles, una en la zona expositiva y otra en el coro.
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Iluminación Renovación de la instalación eléctrica y nuevo diseño LED para realzar partes como el altar y las tallas restauradas.
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Plataforma Ampliar la existente junto al altar con suelo de cristal, en la medida de lo posible y siempre sin alterar los restos ni cargar peso en los muros, que están protegidos.
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Aseos En la zona de la sacristía.
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Trasera Reurbanización parcial del patio de atrás para facilitar la accesibilidad y mejorar el entorno.
Como tantos historiadores locales, él también fue becario en la ermita hace casi 20 años. «Le tengo un gran cariño, pero no sólo por eso. Es una joya con enorme valor arqueológico y patrimonial, parte del lugar de enterramiento de la antigua Oiasso y el primer templo cristiano de Gipuzkoa del que se tiene constancia».
«No se conoce lo suficiente»
La delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre, también utiliza la palabra «joya» para Santa Elena, de la que dice que «aún no se conoce lo suficiente. Las mejoras que propuso Arkeolan servirán para darle un nuevo impulso y motivar a mucha gente a acercarse».
Eizaguirre destaca también «la tranquilidad que da contar con expertos como Juanjo Jiménez y su equipo en un proyecto así. Es una oportunidad de completar las actuaciones que hemos venido haciendo en la línea de conservación y promoción del patrimonio, especialmente del romano, una prioridad para nosotros».
El futuro traerá a la ermita una mejora en varios frentes. Tendrá aseos, se urbanizará parcialmente su patio trasero para facilitar la accesibilidad y una pequeña plataforma, la que sea posible sin afectar a los restos ni al patrimonio arquitectónico, ampliará el espacio junto al altar y acercará al visitante a los vestigios. Todo el conjunto se realzará con un nuevo diseño de iluminación, especialmente sensible con el altar y las tallas que recientemente ha restaurado el Consistorio, y se está terminando contenido digital para dos pantallas, una en el coro, la otra en la zona expositiva, que modernizarán y facilitarán la transmisión de información al visitante.
«Como colofón», anuncia Jiménez, «llegarán actividades de dinamización: monólogos, visitas específicas... Llevar espectáculos a un yacimiento ayuda a entenderlo mejor y la ermita es un tesoro, un puente del mundo pagano al Cristianismo (que la figura de Santa Elena simboliza muy bien) y queremos darle el valor que merece».
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