Irun
Los Dies Oiassonis tuvieron un impacto de casi 630.000 euros en la economía localUn informe encargado por el Ayuntamiento califica de «notable alto» la pasada edición, que contó con algo más de 15.000 participantes
El festival romano Dies Oiassonis del pasado mes de julio contó con algo más de 15.000 participantes y generó un impacto económico superior ... a los 600.000 euros. Esas son algunas de las conclusiones del informe de evaluación encargado por el Ayuntamiento para analizar el impacto directo e indirecto que tuvo el evento en la economía local, además de en otros aspectos.
La presentación de los resultados tuvo lugar ayer en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento, con presencia de la delegada de Promoción Económica e Impacto de Ciudad, Nuria Alzaga; además del director de actividades del Museo Oiasso, Juanjo Jiménez, y Joseba Lopetegi (Bar Sargia) y Félix Manso como representantes del sector hostelero.
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629.160 El impacto económico total (en euros) que han tenido los Dies Oiassonis en la ciudad.
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8,3 Las casi 650 personas encuestadas han valorado de «notable alto» la pasada edición.
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15.019 Personas han participado durante los cinco días del festival, en su mayoría locales.
En el plano económico, Alzaga aseguró que cada euro público invertido ha tenido un retorno de 2,5 euros a la economía local, un dato que calificó de «potente y positivo». Así, el Ayuntamiento ha destinado cerca de 118.000 euros a la organización de los Dies Oiassonis, obteniendo un valor añadido de consumo generado de medio millón de euros.
Más allá del impacto en la economía local, el informe recoge un estudio realizado con los datos obtenidos a partir de 647 encuestas realizadas a pie de calle durante los cinco días del festival, que arrojan otros resultados «imprescindibles para mejorar el evento».
Entre el 9 y el 13 de julio, 15.019 personas tomaron parte en el festival, la mitad de ellas con entrada. En cuanto a la procedencia de los participantes, el 77% eran residentes de Irun y alrededores, mientras que entre los visitantes la mayoría eran guipuzcoanos y de nacionalidad francesa. Cabe destacar que más de la mitad de esos visitantes vinieron expresamente a la ciudad atraídos por el festival, y que el 91% manifestó su intención de volver.
En el plano general, los encuestados valoraron con un «notable alto» (8,3 puntos sobre 10) la edición de este año. Entre otros, la amplia mayoría se mostró a favor de seguir apostando por este tipo de eventos y reconocieron que festivales como el Dies Oiassonis «atraen y son disfrutables». Del mismo modo, el 90% de la gente opinó que los actos apenas afectaron a la actividad diaria de la ciudad.
Además de destacar las buenas valoraciones también a nivel organizativo y de la calidad de las propuestas, Alzaga volvió a recalcar la importancia del «trabajo en equipo», un mensaje compartido por el resto de los participantes en la rueda de prensa.
Cada vez más ropa romana
Para Jiménez, el estudio «confirma con datos que lo estamos haciendo bien» y puso en valor que el público reconozca la calidad de la organización y de las actividades del festival: «Hay que seguir trabajando en esta línea, reforzando los contenidos que podamos ofrecer».
Además, el director de actividades del Museo Oiasso destacó que «cada vez son más» las personas que se animan a vestirse con indumentarias de la época romana. Un aspecto reconocido por los grupos de recreación invitados al Dies Oiassonis, que según Jiménez, le transmitieron que «hay mucho cariño e interés» en el público irundarra.
Por otro lado, reconoció «el tirón» que ha supuesto el yacimiento de las termas en las buenas cifras del festival, inauguradas en abril; al igual que la plazoleta, «un espacio adicional de recreación histórica».
Éxito de la Ruta del Pintxo
Por su parte, el responsable del bar Sargia expuso que el festival ha sido «un éxito en todos los sentidos: ha venido mucha gente y hemos vendido más pintxos que nunca». Gracias a ese contacto directo con la ciudadanía, Lopetegi aseguró que los hosteleros son «un termómetro de lo que pasa en la calle» y que, en general, el público ha disfrutado con las propuestas.
La Ruta del Pintxo también «ha mejorado el nivel de la hostelería: nos hemos implicado más, vistiéndonos de romano y creando ambiente en la ciudad». A pesar de estar en «las afueras», el restaurante Félix Manso lleva tiempo participando en la ruta, una actividad que el propio Manso agradece y que «ayuda a mantenerte despierto».
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