Irun
Adinkide incorpora Irun a su frente contra la soledad no deseada en los mayoresDiputación Foral y Ayuntamiento han colaborado para posibilitar que la ONG traiga a la ciudad su labor de acompañamiento
El trabajo con la comunidad de mayores que padecen situaciones de soledad no deseada se puso en marcha en Irun hace algo más de una ... década con un importante esfuerzo municipal por detectarlo y combatirlo y un apoyo social concretado en el esfuerzo de entidades como Nagusilan o la AVV de Elitxu, que han desarrollado diferentes programas contra el aislamiento de los mayores.
Ahora, con la llegada de Adinkide a la ciudad se abre una nueva etapa. Irun se convierte en el octavo municipio de Gipuzkoa al que llega esta ONG (delegación territorial de la estatal Grandes Amigos) centrada, desde 2017, en combatir esa soledad no deseada no sólo desde el acompañamiento afectivo y la socialización, sino actuando sobre las causas con detección, prevención, sensibilización e investigación.
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irundarras del total de 64 255 personas que habitan la ciudad, un 23,6%, tienen 65 años o más. Actualmente el 27,4% de los hogares del municipio son unipersonales y se estima que para 2037 1 de cada 3 viviendas en Gipuzkoa la habitará una sola persona.
Adinkide colabora con empresas, otras ONG y asociaciones, universidades, pequeño comercio, asociacionismo vecinal «y, por supuesto, con las instituciones. Hay que sacar la soledad del ámbito de lo privado y abordarla como un problema estructural de una sociedad cada vez más individualista y menos comunitaria. Las instituciones, Diputación y Ayuntamiento de Irun en este caso, son esenciales para recuperar la vida en comunidad, para hacer 'más barrio'», explicó Loles Díaz-Aledo, presidenta del patronato de Adinkide. También apuntó que muchos mayores en soledad «sienten como si fuesen culpables de algo» y fue muy explícita al caracterizar el acompañamiento que ofrece Adinkide como una acción «sin paternalismos, en horizontal y que aporta a ambas partes».
Cobertura institucional
La diputada de Cuidados y Políticas sociales, Maite Peña, recogió el apunte de Díaz-Aledo sobre el sentimiento de culpa de los mayores en soledad no deseada con los datos de un informe elaborado desde su departamento: «Ante la pregunta directa, sólo algo más de un 5% reconocía esa situación, pero con la batería de preguntas para detectar los casos, el porcentaje subía casi al 30%». Peña calificó la soledad no deseada como «uno de los mayores desafíos para nuestra sociedad» y defendió las políticas forales dirigidas a paliarla, no sólo con apoyo a iniciativas como esta de Adinkide sino con todas las acciones derivadas de la estrategia Hariak frente a las soledades.
La alcaldesa de Irun, Cristina Laborda, que recordó el trabajo que ha venido haciendo el consistorio en este sentido, felicitó a Adinkide por su labor y reconoció que «os estábamos esperando» para impulsar «un modelo en el que los mayores se sientan acompañados y que fomente el voluntariado».
El delegado de Bienestar Social, Iosu Iguiñiz, apuntó que esa situación de soledad no deseada, «cada vez más común, tiene efectos medibles en la salud no sólo emocional, también física, de las personas».
También hubo espacio en la presentación local de Adinkide para que interviniera, Lina, irundarra de 77 años que ha sido una de las primeras acompañadas en la ciudad, en su caso, por dos jóvenes, «dos chicas que me han llegado al alma, ellas conmigo y yo con ellas. Están pendientes de mí y me llaman. Estoy encantada», contó.
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