Hondarribia
IZ4 Ikasbasket Hondarribia fue séptimo en la mejor temporada de su historiaLas hondarribitarras eran nuevas en Primera División y quedaron a un partido de disputar el play-off de ascenso
Con muy buen sabor de boca acabó la temporada para IZ4 Ikasbasket Hondarribia, que había regresado a Primera División femenina, la tercera categoría estatal, ... y no solo logró la permanencia con holgura, sino que acabó la temporada en séptima posición, con quince victorias y una derrota, empatado con el sexto y a solo una victoria de poder disputar el play-off por el ascenso.
Oscar Sotomayor recuerda que este equipo lleva «cuatro años compitiendo en categoría nacional. El primero fue en Primera y luego pasamos dos años en Segunda. En el primero jugamos la Final Four por el ascenso en Hondarribia y perdimos la final y en el segundo fuimos campeonas, logrando el ascenso directo».
Para esta, su segunda temporada en la tercera categoría estatal, IZ4 Ikasbasket mantuvo casi el mismo grupo que había logrado el ascenso. Por eso, Sotomayor cree que «la posición final tiene mucho mérito. Nos quedamos a solo un partido de poder meternos en la Final Four de ascenso a Liga Femenina 2. Es un gran paso adelante».
Entre los puntos álgidos de la temporada está la victoria en la cancha del campeón, que solo perdió ese partido en casa
Pocos cambios de inicio
Aunque el grupo de jugadoras era muy parecido, sí que hubo algunos cambios. Cuenta Sotomayor que «el bloque se mantenía a excepción de dos jugadoras interiores, María Mariezkurrena y Nora Yurrita, que por motivos laborales no podían seguir jugando. Dos bajas sensibles ya que ambas eran jugadoras interiores con mucho peso en el equipo. También teníamos la baja de Paula Urien, que por motivos académicos se iba a ir de Erasmus».
Pese a esas ausencias, «el equipo seguía manteniendo su estructura y contaba con el refuerzo y apoyo de las jugadoras de categorías inferiores del club».
Hay veces que los recién ascendidos mantienen la mecha de la temporada anterior, pero no ha sido el caso de IZ4 Ikasbasket Hondarribia, que ha ido de menos a más a lo largo de la liga. En el club y en el staff técnico del primer equipo «sabíamos que la categoría era más exigente físicamente, aunque ya la conocíamos. La pretemporada fue buena y nos ayudó a coger ritmo».
El primer partido se saldó con victoria en el exterior. Asegura el entrenador que «ganar en una pista tan difícil como Nájera nos dio confianza. A partir de ahí, el equipo fue creciendo cada semana. Se notaba que había experiencia acumulada y muchas ganas de mejorar».
A lo largo de la temporada, «hemos competido en todos los partidos y en todas las pistas. En casa hemos sido muy sólidas, solo perdiendo contra los cuatro primeros clasificados». Dentro del buen tono general de este curso, «lo mejor llegó en la segunda mitad de la temporada, cuando alcanzamos nuestro mejor nivel: físicamente fuertes, jugando con dinamismo y mucha confianza, algo clave en un equipo tan joven».
Calma en el segundo tramo
Con unas cuantas victorias en el zurrón y cada vez más lejos de los puestos de descenso, el equipo de Hondartza ganó en tranquilidad para el segundo tramo de la liga: «Nuestro objetivo era sumar el máximo número de victorias lo antes posible para poder andar más tranquilas y así fue. Sabíamos bien cuáles serían nuestros rivales. El equipo se focalizó en esos partidos y tratando de obtener esas victorias, iríamos viendo qué escenario se nos iba planteando. Fuimos consiguiendo esas victorias que poco a poco nos hicieron escalar en la tabla y nos dio ese punto de tranquilidad tan necesario para poder competir con más seguridad».
IZ4 Ikasbasket estaba escapando del peligro y ¿pensando en el premio? «Sinceramente, siempre tienes ese pensamiento si eres ambicioso, como es el perfil de este grupo de jugadoras. Y aunque directamente no se dijo, sí se notaba que la gente tenía esa motivación adicional de competir para ascender en la clasificación, sabiendo quiénes somos. Y una vez se logró el primer objetivo de la permanencia, sabíamos que era complicado pero las jugadoras querían intentarlo y ver de qué éramos capaces».
A lo largo de la liga, Sotomayor se queda con dos victorias muy especiales, «una en la pista de Loiola Indautxu, que luego fue campeón de liga, y fuimos el único equipo que logró ganar allí, y la otra, contra Tabirako en su mejor momento. Jugamos nuestro mejor partido del año». Donde hay luces también hay sombras y «la derrota que más rabia nos dio fue en la pista de La Salle, donde ganábamos por 11 a falta de cuatro minutos y se nos escapó. También dolió perder en casa frente a San Ignacio tras dos prórrogas. Son cosas del deporte».
Ahora toca descansar y después pensar en la próxima temporada, que se presenta de nuevo «ilusionante. Un año más en Primera y con la mayoría del bloque que se mantiene a pesar de que tendremos dos o tres bajas por motivos laborales. Incorporaremos a jugadoras jóvenes, con ganas de sumarse al equipo y competir en esta categoría. De momento ya hemos sumados tres incorporaciones muy interesantes que ayudarán al equipo y seguimos mirando opciones de jugadoras».
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