Condenado a 7 años por violar a una mujer dentro de un coche en el alto de Gaintxurizketa
El agresor, un varón de origen magrebí que durante el juicio negó los hechos, ha sido sentenciado a indemnizar a la víctima con 12.000 euros
La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a siete años de prisión a un varón de origen magrebí que hace dos años violó a una mujer en el alto de Gaintxurizketa. El tribunal impone además al acusado una medida de alejamiento por un periodo de 8 años durante los cuales no solo no podrá acercarse a la víctima, sino que tampoco podrá comunicarse con ella. Asimismo, le sentencia a indemnizar con 12.000 euros a la víctima.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior del País Vasco. El letrado Víctor Nieto, que representa a la víctima de la violación, analizará en las próximas horas el contenido de la resolución, tras lo cual decidirá si interpone el recurso. Lo mismo hará el letrado de la defensa que solicitó la absolución, después de que su cliente declarase que la relación sexual fue con el pleno consentimiento de la mujer.
Los hechos sentenciados por la Sección Primera de la Audiencia se iniciaron el 4 de septiembre de 2016 en un bar de Errenteria. Aquella noche, la víctima, tras despedirse de dos amigas, accedió al establecimiento hostelero, donde el acusado y ella entablaron una conversación.
Durante el juicio, celebrado el pasado mes de octubre, la mujer explicó que en un momento determinado se dirigió al servicio y que cuando salía del mismo el investigado intentó acceder al váter de las mujeres. Explicó que al salir recibió un golpe en el hombro, si bien todo quedó en una anécdota, ya que «luego estuvimos hablando, y no pasó nada más», afirmo entonces.
El tribunal impone además al acusado una medida de alejamiento por un periodo de 8 años
En el transcurso de la noche, según la versión acusatoria, la mujer se interesó por un amigo del que le informaron que estaba en Irun ante lo cual el acusado se ofreció a llevarle en su coche. «Al final, accedí y salimos del bar juntos», manifestó entonces la víctima.
La mujer explicó que ya dentro del turismo, el investigado le dio «una tarjeta y una bolsa de cocaína». En su relato, detalló que, de camino a Irun , el acusado se desvió a la zona de estacionamiento existente en Gaintxurizketa, ante el bar La Seta, donde detuvo el coche y una vez allí la actitud del acusado cambió de «forma radical».
Asustada
Manifestó que se asustó cuando vio que estaba aparcando y añadió que trató de huir «pero no me dejó». La mujer explicó a los miembros del tribunal que a partir de aquel instante el acusado le dirigió comentarios de índole sexista a la vez que se tocaba sus partes y cogía su mano para que le hiciera lo mismo.
La denunciante señaló que, seguidamente, el ahora condenado abatió el asiento de copiloto, se puso encima suyo y comenzó a darle besos en el cuello. Posteriormente, le despojó de la ropa interior, le subió el vestido y mantuvo una relación sexual plena en contra de su voluntad. «Yo le repetía: «No por favor, no por favor». Pero él seguía. No hacía caso», manifestó.
La mujer declaró que en aquellos momentos pasó miedo. Dijo que intentó mantener la calma, no alterarle y que terminase cuanto antes. «No tenía fuerza para moverle y quitármelo de encima», dijo la víctima que a preguntas de la fiscal reconoció que durante el episodio no hacía otra cosa que llorar.
La mujer afirmó en el juicio que llegó a temer por su vida y pensó que le iba a «tirar en una esquina»
Tras consumar la agresión sexual, el acusado puso rumbo hacia Irun, lo que hizo que la víctima se pusiere todavía más nerviosa. «Pensé que me iba a matar y dejarme en una esquina», fueron sus palabras.
La mujer afirmó que en aquella situación cogió el móvil y de manera disimulada llamó al 112. Manifestó que dejó el aparato «en abierto» y comenzó a dirigir mensajes tales como que le había forzado, que fueron escuchadas por la operadora. Esta le dijo que simulara que era una amiga. No obstante, el acusado empezó a sospechar, de forma que emprendió el regreso a Errenteria.
Saltó en plena marcha
Al entrar en la localidad, la mujer descendió del vehículo en plena marcha en una rotonda, tras lo cual fue asistido por unos policías que para entonces habían sido alertados por el centro de coordinación.
Tras lo sucedido, la mujer ingresó en el psiquiátrico, donde permaneció unos días al cabo de los cuales abandonó el centro a petición propia dada la presencia de varias personas de origen magrebí que le recordaban al acusado.
El acusado negó los el día del juicio hechos y dijo que las relaciones fueron consentidas. Rechazó que hubiese forzado a la mujer y, asimismo, manifestó que durante toda noche las manifestaciones de cariño entre ambos fueron constantes.
Durante el juicio, la Fiscalía Provincial de Gipuzkoa solicitó una condena de ocho años de prisión para el acusado por el delito de agresión sexual. Asimismo, reclamó, el pago de una indemnización de 10.000 euros. La acusación particular, por su parte, demandó una condena de 9 años y 30.000 euros por el daño moral causado.