Pagan 1.800 euros por el primer salmón del Bidasoa
Se trata de una hembra, de 6.460 kilos y 83 centímetros de longitud y con la aleta adiposa cortada | El restaurante Rekondo de San Sebastián pagó por el ejemplar 1.800 euros
ALICIA DEL CASTILLO
Miércoles, 17 de abril 2019, 09:37
Aitor Aristreg
Después de que el domingo, en el inicio de temporada de pesca de salmón en el río Bidasoa, 100 personas probaran fortuna ... sin éxito, el miércoles al fin se capturó el primer ejemplar del año.
Se trata de una hembra de repoblación, con la aleta adiposa cortada, que pesa 6,460 kilos y mide 83 centímetros de longitud. Pasadas las 7.30 de la mañana a la altura de los túneles, el vecino de Huarte-Pamplona Aitor Aristregui Oloriz, probaba fortuna a cucharilla. El río estaba algo movido, después de las lluvias del lunes por la tarde y tras lanzar cuatro veces, notó la fuerza del ejemplar. «Ha sido emocionante, con algo de pelea, pero menos mal que traía la sacadera y en cuanto lo he acercado a la orilla, lo hemos podido coger», explicó. Contaba con la ayuda de su amigo Pello Egaña, de 22 años y de Pamplona, con el que suele ir a pescar trucha. «Se movía mucho en la sacadera, yo creo que hasta lo he abrazado...». Aristregui, pintor de profesión y corredor habitual del encierro de Sanfermines en la zona de Telefónica, lleva pescando muchos años. «Voy a la trucha desde niño y será el cuarto o quinto año que vengo al salmón».
Este miércoles fue su primera captura y resultó ser el primero, el 'lehendabiziko', por lo que recibió además el trofeo que entrega la sociedad de cazadores y pescadores de Bera, de las manos de Lorenzo Jaurena, su presidente.
También el miércoles por la mañana llegaba hasta Endarlatsa, donde está situada la caseta en la que los guardas de Medio Ambiente realizan la guía obligatoria que debe llevar cada salmón que se pesca en el Bidasoa, Txomin Recondo, del restaurante Rekondo de San Sebastián, que pagó por el ejemplar 1.800 euros.
Zancados
El de este miércoles no fue el primer ejemplar capturado, pero sí el primero que era válido, después de que el domingo y el lunes se capturaran dos zancados. Se trata de salmones que llevan en el río desde el pasado año y que tras desovar, intentan llegar al mar. Si lo consiguen, podrían cocluir otro ciclo completo y regresar al río para una segunda puesta de huevos. El domingo se trataba de un zancado totalmente plateado, preparado para salir al mar.
Los pescadores experimentados habrían reconocido enseguida que se trataba de un zancado, porque era muy delgado, ya que había perdido toda la grasa. Hay que tener en cuenta que dejan de comer al entrar al río y sólo vuelven a hacerlo si consiguen desovar y regresar al mar. Su pesca está prohibida y el pescador será sancionado. El que lo capturó sólo se dio cuenta cuando al cogerlo vio que pesaba muy poco para el tamaño que tenía. Pescador habitual de trucha sin muerte, se le escapaban las lágrimas cuando le confirmaron que era un zancado. El lunes volvió a picar otro, pero en ese caso lo mantuvieron en el agua y cuando los guardas les confirmaron que era un zancado, lo soltaron. Los pescadores habituales comentaban que tal vez sería recomendable «poner unos carteles con las fotos de los salmones del año, los que acaban de entrar en el río y los zancados, para que todos puedan reconocerlos y que no vuelva a ocurrir».
La campaña acaba de inicarse en el Bidasoa con algunas novedades, como el proyecto 'Apadrina un salmón' por el que los pescadores pueden donar los salmones que capturen vivos para colocarles un emisor de radio o para que se conviertan en reproductores en la piscifactoría de Oronoz.
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