Bidasoan | Felipe Oyarzabal Ibarra
Situado a la entrada de la localidad, frente a la Iglesia, por donde pasa el Camino de Santiago por Baztan
Es consciente de que ya quedan pocas personas desarrollando este antiguo oficio, el de molinero, que él tuvo que aprender. Felipe Oyarzabal lleva al frente ... del Molino de Amaiur, 12 años. Como otros molinos este es porcionista, pertenece a 30 viviendas de la localidad, a quienes volverá en unos años, cuando termine el convenio de cesión al Ayuntamiento de Baztan, que se ocupó de su restauración gracias a una ayuda europea.
–¿Cómo empezó tu trabajo como molinero?
–Hace ya casi 12 años que salió a subasta la gestión del molino y lo vimos como una oportunidad. Mi mujer y yo nos metimos en este embrollo. No tenía ni idea. El único conocimiento que tenía de los molinos era que el de Urdax estaba al lado de casa de mi abuela. De chaval me metía por la ventana y solíamos jugar dentro. También había ido alguna vez a Aritzakun, a ver el molino de Arraxka, pero no los había visto ni siquiera mover.
–¿Y cómo fueron los inicios? ¿Tuviste maestro?
–Los inicios fueron un poco a verlas venir. Hay un hombre en Orabidea, Xapalo, que fue el que restauró este molino. Me costó un poco hacerme con su confianza, pero ahora nos llevamos muy bien y me ayudó con algún problema. Pero ha sido todo según venía: me ha tocado que se desplome, picar piedra... Puedo decir que el molino hace muy buena harina y que todo el que viene se queda contento.
–¿De cuándo es este molino? Es una maravilla que siga activo.
–Este molino es de 1894. Pero en Amaiur hay molinos desde el año 1100. Es un molino porcionista, con 40 porciones y son propietarias unas 30 viviendas de Amaiur. Lo reformó el Ayuntamiento de Baztan gracias a una ayuda de Europa. Estaba con todo el techo caído, y se consiguió devolverlo a la vida. Además, se hizo una casa rural en la parte de arriba. Para poder restaurarlo lo cedieron durante 25 años al Ayuntamiento. Quedarán unos 7 años y revierte otra vez al pueblo, a los dueños. Ya veremos si se plantean que sigamos...
«Era un oficio bastante cerrado, antiguamente se ganaba mucho dinero»
–¿De dónde viene el maíz con el que trabajáis?
–Trabajamos con un maíz certificado ecológico sin gluten, libre de contaminantes, con todo tipo de pruebas que nos trae una empresa catalana de Italia. Al tener tantas visitas de colegios, con niños, tenemos que asegurarnos de que es totalmente sin gluten, sin contaminaciones cruzadas. Nos aseguramos así de que todos los niños, todas las personas celíacas, puedan comerlo sin ningún problema.
–¿Sobre todo funcionáis con visitas de colegios?
–Con todo. Hacemos visitas, talleres, comidas, visitas guiadas, degustaciones... Para turistas, para agencias de viajes, también para colegios y también para los vecinos del Valle. Funcionamos también con la casa rural del molino y tenemos ahora un proyecto en Arizkun, en el Barrio de Aintzialde, para una casa rural para 12 a 16 personas que abrirá este verano.
–¿Cuál es el plan que hacéis con los colegios?
–Les explicamos la actividad, tamizan harina, hacen la masa, hacen el talo y se lo comen. Y luego ven el funcionamiento del molino. Lo compaginamos con visitas al Castillo y al Museo de Amaiur.
–¿Ha subido mucho el turismo en Amaiur?
–Sí, desde hace unos cuantos años. En todo el Valle de Baztan, que está de moda y Amaiur es uno de los referentes en el Valle. En Baztan mucha gente está viviendo del turismo y de lo que viene asociado a él, será la actividad más potente. Hay casas rurales, restaurantes, bares, todo eso genera un dinero que también se mueve en el Valle.
«Trabajamos con un maíz certificado ecológico sin gluten, libre de contaminantes»
–Quién te iba a decir que ibas a acabar siendo molinero... ¿Te lo imaginabas?
–Para nada. De chaval pescaba truchas debajo del molino de Urdax y en mi vida lo hubiera pensado. Estudié mi carrera de biólogo y no la pude ejercer por distintos motivos. Pero es una cosa didáctiva, educativa...
–Hay muchos oficios que se están perdiendo, lo deja la gente mayor y nadie continúa...
–Molineros en activo quedarán pocos... Era un oficio bastante cerrado porque antiguamente se ganaba mucho dinero, pero luego cambió. Fue una actividad industrial muy importante, pero luego todo fue cambiando. Muchos quedaron en desuso y fueron desapareciendo. En Baztan por ejemplo había 30 molinos en 1977, y ahora en activo, que puedan funcionar y ponerlos en marcha, habrá cuatro, en Elizondo, Aritzakun, Orabidea y este. Los demás están todos perdidos. Aunque en activo hay dos. Los otros dos los pondrán en marcha las familias una vez al año. Los demás o se han derrumbado, o se han reconvertido en viviendas.
–Me imagino que será algo que se repetirá en todo el Bidasoa...
–En casi todos los sitios se han perdido los molinos. Hubo un boom con la llegada del maíz, aunque antes también había para otros tipos de grano. El maíz trajo bienestar para la gente, engorde de animales... Proliferaron los molinos. En Baztan habría muchos más. Había, por ejemplo, uno en Bozate de bestia, movido por animal, supongo que de algún agote. Los movían caballos, mulas... Y en Tenerife los movían los camellos. En las guerras a los apresados les quemaban los ojos con hierro para que no se marearan y se les ponía a dar vueltas para mover los molinos. A los animales se les ponía una caperuza por el mismo motivo.
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