Varios perros presentan síntomas de intoxicación tras ingerir algún tipo de veneno en el entorno de Mintxeta

No en vano, el pasado mes de diciembre los dueños de un perro se percataron de que su animal llevaba en la boca un trozo de carne repleto de clavos y la pasada semana al menos cuatro animales tuvieron que ser llevados al veterinario con claros síntomas de envenenamiento. Afortunadamente, todos los animales han superado este triste episodio y se encuentran en perfecto estado.

El pedazo de carne con clavos se localizó en el entorno de viviendas de Arregitorre; mientras que los canes que se han visto afectados por un posible envenenamiento tienen como denominador común el haber paseado durante los mismos días por las inmediaciones de las instalaciones deportivas de Mintxeta, ubicadas muy cerca de Arregitorre.

La joven Iria Andrade es la dueña de Dark, un eléctrico galgo de tres años que la pasada semana fue llevado al centro veterinario de Azpeitia. Según cuenta la propia Iria, «por la mañana estuvimos dando un paseo por la zona de Mintxeta y por la tarde, al llegar a casa, me di cuenta de que Dark no estaba bien. Se movía como si estuviera borracho, así que decidí llevarle al veterinario para ver qué le pasaba». Una vez allí, añade, «me dijeron que lo más probable era que hubiera ingerido algún matarratas o algún otro tipo de veneno por lo que le pusieron una buena cantidad de suero por vena y nos mandaron a casa».

Al día siguiente Iria regresó con su animal al veterinario para que le hicieran una analítica: «para entonces ya había expulsado el veneno y todo estaba en orden», explica aliviada.

Preguntada sobre este asunto, la alcaldesa de Elgoibar, Maialen Gurrutxaga, afirma que en el Ayuntamiento no se ha registrado oficialmente ninguna denuncia sobre los casos de posibles envenenamientos a perros, si bien reconoce tener conocimiento de lo acontecido «porque una de las personas propietarias que se ha visto afectada me lo ha trasladado personalmente».

Preguntada sobre la posibilidad de que el Patronato Municipal de Deportes o el propio Consistorio hubieran puesto algún raticida en las inmediaciones de Mintxeta, la alcaldesa descarta completamente esa opción: «he realizado esa pregunta y puedo confirmar que el Ayuntamiento no utiliza ese tipo de productos ni en los edificios ni en las instalaciones públicas», asevera.

Por todo ello, cobra fuerza la hipótesis de que el veneno ingerido por los perros mientras paseaban por el entorno de Mintxeta ha podido ser colocado a mala fé por alguna persona a la que no le gusta la convivencia con los canes.

El pasado diciembre algunos dueños de perros constataron que alguien había colocado trampas para hacer daño a los animales en las inmediaciones de los bloques de viviendas de Arregitorre. De hecho, unos propietarios que estaban dando un paseo por esa zona se percataron de que su perro llevaba algo en la boca y al acercarse vieron que se se trataba de un trozo de carne repleto de largos clavos.

Con el susto en el cuerpo, dichos ciudadanos decidieron llevar al animal al veterinario para ver si había ingerido alguno de los clavos. Para su sorpresa, la radiografía realizada al animal confirmó que no había rastro de esos grandes clavos en el cuerpo del can, pero sí varios alfileres e imperdibles fruto de una ingesta realizada en días anteriores. Por suerte, el tratamiento que puso el veterinario dio sus frutos y el animal pudo expulsar todos los elementos metálicos que había ingerido.

Aún así, los propietarios del perro decidieron poner una denuncia en la Policía Municipal de Elgoibar y alertaron al resto de la ciudadanía de lo acontecido para que tuviera cuidado.

Según declararon en su día a la revista Barren, «nuestro perro tiene 14 años y si hubieran tenido que realizarle una operación es muy probable que ya no estuviera entre nosotros».

Las personas que tienen perros son conscientes de que son muchas y muchos los elgoibartarras que están enfadados porque en varias zonas de la localidad se acumulan los excrementos de los animales.

Aún así, consideran que acciones como las que se están viendo en los últimos meses no solucionan el problema existente con las heces de los animales y, en cambio, ponen en riesgo la vida de los perros, que no tienen ninguna culpa de que algunos dueños no cumplan con su obligación, que no es otra que recoger los excrementos de sus canes.