Eibar

Unbe inicia una nueva etapa de deporte local y de base tras la marcha del Eibar a Areitio

Con la llegada del Eibar al Alto de Areitio, el CD Urki, referente histórico del fútbol en Gipuzkoa con más de 45 años de trayectoria, podrá desarrollar sus entrenamientos en horarios más adecuados. Desde esta temporada, los once equipos del club podrán entrenar a partir de las 17.30 en lugar de las 16.30. Además, los entrenamientos de los equipos juveniles y de adultos se ampliarán a 90 minutos, mientras que los conjuntos más pequeños disfrutarán de sesiones de 75 minutos. Esta mejora horaria supone un paso importante en la calidad de la preparación, lo que permitirá seguir afianzando el crecimiento competitivo del club.

Según explicaba su presidente, Jesús Alzaga, el Urki ha detectado un aumento del nivel en sus plantillas en los últimos años, lo que en parte atribuye a la colaboración con la escuela de fútbol del Eibar. «Hemos tenido que dejar fuera a chicos porque no teníamos espacio en Unbe ni suficientes entrenadores. Este año, incluso hemos podido sacar un equipo más en infantil masculino. Ahora vamos a estar mejor», señala Alzaga, que cumplió 35 años al frente del club.

El Urki también mantiene una relación fructífera con el Eibar en el ámbito del fútbol femenino, con equipos como el Cadete de Honor o el Juvenil de Honor compitiendo a buen nivel. Con cerca de 200 jugadores y jugadoras, la entidad mantiene un fuerte componente identitario y social, apostando por la formación sin renunciar a la competitividad. Por ello, otras de las novedades es que el equipo alevín del Urki y el rugby femenino pasarán a entrenar en el anexo de Ipurua, facilitando una mejor distribución del espacio y evitando solapamientos.

Uno de los beneficios más destacados de la salida del Eibar de Unbe será la reordenación de los horarios de partidos. Hasta ahora, muchos encuentros de los equipos del Eibar, Urki, Eibartarrak e incluso del fútbol aficionado debían disputarse en franjas horarias intempestivas debido a la saturación de instalaciones. «Ahora, con más campos y horarios racionalizados, se podrá garantizar una mayor comodidad para jugadores, familias y público», señalaba Xepe Gallastegui, entrenador del Urki.

En el caso del Eibartarrak, el cambio también llega en un momento de renovación institucional. El club ha sumado a su directiva a cinco jóvenes que han vivido la entidad como jugadores: Jon Agirrebeitia, Josu Etxegarai, Alex Ugarteburu, Josu Garai y Asier Castillo. Este último ha destacado que «sentimos el Eibartarrak como nuestro», y ha agradecido el trabajo realizado por Aitor Campos y Alberto Aberasturi, quienes han liderado el club en los últimos años.

El equipo de Preferente ha logrado la permanencia, un éxito que da estabilidad al proyecto deportivo. Además, el equipo de fútbol sala alcanzó este año las semifinales de la Copa de Gipuzkoa, consolidándose como uno de los referentes provinciales. El club también impulsará la formación de entrenadores con nuevos cursos específicos para fútbol sala, lo que refuerza su apuesta formativa.

Todo ello se ve así como una oportunidad para toda la estructura deportiva de la ciudad. «Se mejora la eficiencia del uso de las instalaciones, se fomentan mejores condiciones de trabajo para la base y se construyen nuevas sinergias entre clubes que comparten objetivos: formar personas a través del deporte, fortalecer el tejido social y proyectar Eibar como ciudad referente del fútbol formativo», expresaba Alzaga

Por ello, el nuevo escenario no solo revitaliza la actividad deportiva, sino que permite a entidades como el Urki y el Eibartarrak seguir creciendo y consolidando su papel en el panorama deportivo vasco. La colaboración entre clubes, la apuesta institucional y el compromiso de los entrenadores y directivos apuntan a un futuro prometedor también en Unbe. Además, el Urki Club Deportivo, una entidad profundamente arraigada, ha alcanzado un hito histórico al conseguir el ascenso a la División de Honor Regional. Este logro, que surge del trabajo constante y la pasión de jugadores, técnicos y vecinos, es un motivo de orgullo para Eibar y un ejemplo de cómo el fútbol de barrio puede convertirse en motor social y deportivo para toda la comunidad.