La Jornada sobre Errebal perfila un futuro muy unido a un mercado de producto local

No obstante, la charla sirvió para dar a conocer el trabajo desarrollado por IKEI en los últimos años, consistente en buscar fórmulas de gestión más adecuadas y empresas interesadas en ubicarse en los siete puestos comerciales con los que contará el espacio. La jornada también contó con la presencia de los gerentes de las plazas de abastos de Donostia, Bilbao, Gasteiz, Azpeitia y Errenteria, que explicaron «las experiencias positivas y negativas, y los negocios rentables y no» que existen en el sector comercial.

Félix Gorospe, de la empresa IKEI consultora, contratada para diseñar y llevar a cabo este proceso, dio cuenta de la situación de Errebal con la presencia de 72 comercios minoristas, 8 de hostelería y 69 actividades no minoristas, en total 149. Gorospe hizo una reflexión sobre la fuerte competencia que ejercían 5 autoservicios, junto a 10 establecimientos de alimentación, en un espacio de 1.900 metros cuadrados, fuera de Errebal. «Depende de lo que se haga es necesario hacerlo muy bien», dijo Gorospe.

Así, Gorospe, a la hora de decidir los contenidos, planteó varias preguntas, la primera de ellas '¿Cómo tenemos que ser?'. Y la respuesta la encontró en las conclusiones que se recogían en el proceso participativo, realizado en el año 2013. «Ese proceso no sólo dice lo que quiero ser, también las características. Se nos dice que tiene que ser innovador, que no sea una mercado tradicional al uso, con capacidad de atracción y sin generar competencia con los establecimientos colindantes, además de servir de eje de conexión de Urkizu y Unzaga, y garantizando la rentabilidad de los ocupantes del espacio, bajo producto local, próximo, autóctono, y fuera del ámbito gourmet».

Todo ello tenía su reserva en metros cuadrados. Para ello, Gorospe dio cuenta de la búsqueda de alternativa idónea que se había seguido para lograr atraer negocios a los puestos fijos de Errebal. «Cuando analizamos los puestos fijos se reservan 7 con una cafetería, sobre 358,61 metros cuadrados y 251 metros cuadrados para 21 baserritarras».

En este sentido, tras las conversaciones mantenidas con los representantes de los baserritarras, se conseguía definir la zona para producto local que permanecería bajo control de una comisión sobre la oferta a realizar. Esta zona estaría ocupada por 21 puestos que venderían producto de caserío, local, y que también admitirían los elaborados. «Se han mantenido 10 reuniones con Debemen y un grupo de baserritarras asociados en Andirao, algunos con presencia actual en el mercado de Rialto y otros que han demostrado su interés en estar presentes en el futuro Errebal, de edades y perfiles diferentes pero con un sentimiento común: un futuro sostenible».

No obstante, las dificultades de afinar se establecían sobre los puestos fijos. En su intervención, Gorospe dejó en el aire que las conclusiones del proceso participativo de 2013, con las características fijas a las que habían llegado sus conclusiones, había encorsetado mucho las posibilidades de encontrar empresas. Así Gorospe se hacía más preguntas sobre las incógnitas que se desprendían del modelo establecido: «¿Los 159 metros cuadrados fijos van a conseguir alcanzar los objetivos? ¿Cuándo se alcanza el equilibro con El Corte Inglés? ¿Qué es un negocio innovador? ¿Cuántos peatones tengo que captar a la hora?», comentó en la jornada.

Junto a ello, Gorospe contaba la experiencia de las visitas a los mercados de Madrid (San Ildefonso, San Antón), Valencia (Central, Colón), o el mercado de Santa Barbara (Gasteiz). «Entre las tendencias que vimos lo innovador era únicamente la degustación y gastronomía. ¿Se puede meter esto en Errebal con garantía de rentabilidad?», era la pregunta clave que hacía Gorospe. Para despejar todos estos interrogantes, IKEI se reunió con representantes de la hostelería de Eibar, con una cercana Escuela de Hostelería, con el Basque Culinary Center para atraer a sus titulados hacia Errebal, con gestores líderes en degustaciones variadas, junto a otro de equipamiento minorista con mercado, y los líderes de acción social en catering. «Todos rechazaron nuestras invitaciones». Esto llevó a IKEI a establecer un calendario de reuniones con entes que determinaron que los puestos fijos deberían contar con un centro de degustación de otras culturas.

El edificio Errebal tendrá 8.800 metros cuadrados, divididos en diferentes plantas; dos plantas para aparcamiento subterráneo -una en rotación y otra en propiedad-, y una planta baja que albergará una zona de exposición y venta, que contará con dos usos principales; uno de puestos fijos y cafetería, y un espacio destinado a productores locales, junto con pasillos y almacén. En la planta restante se reservaría una zona para diferentes aulas. La cafetería haría como elemento central entre la zona de venta y un edificio multiusos donde se desarrollarán diferentes actividades culturales.

El amplio número de reuniones que había celebrado IKEI con múltiples agentes, relacionados con la hostelería, mercados y acción social hizo poner el punto de mira en otras entidades. Entre ellas, se establecieron contactos con la agencia comarcal Debegesa, emprendedores relacionados con la diversidad cultural, Gizartegintza (área de Inmigración), potenciales operadores de distintas nacionalidades, movimientos líderes Slowfood o gestores de espacios gastronómicos culturales exteriores. A resultas de las reuniones se ha llegado al acuerdo de reservar los puestos fijos para un espacio de degustación de otras culturas.

Los espacios quedarían reservados para una cafetería-hostelería de 159,47 metros cuadrados. Después, los puestos fijos tendrían un primer puesto, de 21,11 metros cuadrados para productos de kilómetro cero, otro de las mismas dimensiones para gastronomía de Mejico, otro de Venezuela, otro de Marruecos y Nepal. El quinto puesto sería para alimentación sin gluten, un sexto, con 23,72 metros cuadrados, quedaría sin determinar y el septimo para la asociación Andirao con productos locales. En total este espacio contaría con 358,61 metros cuadrados.

En principio se establece un horario de funcionamiento de mediodía y tarde, momento en el que los baserritarras han cerrado sus puestos. No obstante, los productos locales de caserío, pese al cierre de puestos de las baserritarras, se seguirían vendiendo en el puesto de Andirao por la tarde. En esta zona de puestos fijos se establecerá un puesto de degustación de los productos y habría una oferta limitada de productos de cada puesto. Las bebidas se ofrecerían sólo en puestos de hostelería.

De esta manera, se consiguen los objetivos que planteaba el proceso participativo de «contar con un mercado innovador, en su contenido buscando el equilibro con la zona de El Corte Inglés, convirtiéndose en un eje de conexión con Unzaga y Urkizu». Además este espacio «tendrá una relación clara con los baserritarras y se caracteriza por la proximidad, ecológico, artesanal, de oficios».

Finalmente, consiguen diferentes espacios gourmet, con vinculación al pequeño comercio, en el objetivo potenciar el comercio de la zona, sin generar competencia.

Entre los hosteleros y comerciantes se plantearon dudas sobre si Errebal iba a llegar a conectar Urkizu con el centro, sobre la la afluencia que podría tener los fines de semana o la atracción de jóvenes hacia las compras.