Un tributo escultórico al castaño

Con el objeto de visibilizar la importancia que este árbol frutal ha tenido en la forma de vida de Euskal Herria y animar a cultivarlo, los jardines de Eltzia estrenarán este mes un tributo escultórico al ejemplar que da uno de los productos más populares del otoño. Una pieza de tres metros de alto y 1,70 de diámetro que ganó el concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento para poner en valor las especies arbóreas autóctonas que enriquecen la biodiversidad. 'Gaztainari aitortza' es una propuesta de la asociación Gure Bazterrak, a la que estos días se le dan los últimos retoques para su fiesta de inauguración. Será el día 23 con bertsos y cómo no, una castañada popular. Pero antes, el próximo miércoles y el sábado, habrá dos citas para saber más del castaño y la importancia que tuvo en la economía, los bosques y los hogares. La castaña quitó mucha hambre, pues se guardaba casi todo el invierno y la que sobraba se utilizaba para alimentar al ganado.

El miércoles, a las 18.30 en Kultur Etxea, Jose Ibargurengoia, de Euskal Herriko Hazien Sarea, hablará sobre proyectos de recuperación de este cultivo, y Beñat Itoiz, todo un referente de la transformación de las castañas en harina, de la historia de los castaños y su experiencia en una granja-molino que ha convertido en centro de interpretación (Euskal Gaztain Etxea).

Además, el próximo sábado habrá una excursión a la localidad alavesa de Apellániz que está desarrollando iniciativas para potenciar y recuperar la cultura de la castaña como complemento agrario y diversificar los cultivos.

En cuanto a la escultura, el Ayuntamiento asignó 15.000 euros para su creación e instalación y la obra ya está casi a punto.

El tronco se trajo de Artatxueta y tras vaciarlo y sanearlo, se reforzó interiormente con una estructura metálica y se barnizó al igual que el banco circular que servirá de base y de asiento.

Ha sido un trabajo realizado en auzolan por Gure Bazterrak con la ayuda de artesanos del grupo Laister y un buen número de oñatiarras. Iñaki Jauregialtzo ha pintado cuatro hojas de castaño en la escultura, e Itziar Ugarte es la autora de la poesia que podrá leerse en una de las dos placas de bronce ya adheridas al tronco. La otra ofrece una contextualización histórica del castaño.

Y es que, tanto por su madera noble como por sus frutos y usos, este árbol tuvo gran importancia. Tanta, que su uso se regula en las leyes forales, que distinguían los derechos al suelo y vuelo de los castañares.

Fue a finales del siglo XIX cuando todo cambió. Una epidemia de 'tinta', una enfermedad provocada por un hongo, diezmó los castañares. Después, llegaron las guerras. que aumentaron el interés para fabricar culatas. El precio del castaño subió, la pobreza era extrema y los árboles se cortaron. Luego otra plaga se cebó con los robles, y empezaron a proliferar las plantaciones de pinos. El objetivo de la escultura que el día 23 se inaugurará en Eltzia es recuperar al castaño del olvido y animar a su cultivo.