Expertos de la Diputación analizan los daños de las piezas recuperadas de la Universidad de Oñati

Sagarna considera que «no va a ser posible certificar si un rayo ha provocado la caída, pero todo indica que ha sido así». De hecho, explica que una de las personas del municipio oñatiarra se ha acercado a los responsables institucionales que estaban en la zona afectada «y nos ha contado que a la hora exacta del suceso vio una luz y a la vez, escuchó una explosión. Entendemos que ha sido un rayo y un trueno, no veo otra explicación posible».

El desprendimiento ha afectado a la torre este de la Universidad y más concretamente a los pináculos labrados su parte alta. «La esquina de esa parte del edificio está labrada por completo y la figura más alta, la figura última que tenía una lanza metálica y que sobresalía por encina del alero, prácticamente se ha caído entera, además de algunas piezas interiores de su soporte también», indica. La jefa del servicio de Arquitectura de la Diputación no ha podido confirmar a este periódico si esa figura tenía nombre. Sí que confirma Sagarna que la pieza labrada desprendida «es muy grande, parte de un conjunto escultórico que se compone de varias figuras diferentes, entre ellas, una columna troncocónica».

Los técnicos de la Diputación, con la ayuda del Ayuntamiento de Oñati, recuperaron ayer todas las piezas y piedras que había desperdigadas por la calle y las han guardado en la Universidad para cuando comiencen los trabajos de restauración, «porque hay varias piezas recuperables». En cuanto se ha tenido conocimiento de los hechos, técnicos de los servicios de Arquitectura y Patrimonio Cultural, pertenecientes a los departamentos de Ordenación del Territorio y Cultura, respectivamente, de la Diputación foral de Gipuzkoa han acudido a Oñati, donde han realizado una intervención coordinada junto con el Ayuntamiento de la localidad. Azahara Domínguez, diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, y Goizane Alvarez, diputada de Cultura han estado permanentemente informadas de los trabajos que se estaban realizando.

Además, con la ayuda de los bomberos y una empresa especializada, ya han retirado del tejado de la torre afectada las piezas sueltas que estaban en riesgo de caerse. El objetivo era dejar lo más limpia posible la zona de la cubierta de la Universidad, donde también había piezas caídas, y todo ese espacio se va a proteger con una lona de manera provisional hasta que la Diputación comience a trabajar en la reparación definitiva. Además, teniendo en cuenta que para este domingo también hay un aviso amarillo activado por riesgo de precipitaciones y tormenta, la zona afectada seguirá balizada y cerrada, «previsiblemente hasta el lunes», indica Sagarna.

Sobre el impacto patrimonial, artístico e histórico del desprendimiento, Sagarna prefiere «no hacer una valoración sobre cuál es ese impacto». Anuncia que el lunes comenzarán a trabajar en la Diputación «con profesionales y técnicos en restauración del patrimonio e iremos viendo cuál es la dimensión del daño». Lo que sí afirma es que el daño «es importante. Solo con ver qué pieza falta en el paisaje de la plaza, se ve que el daño es importante». E insiste, «serán los expertos los que deban valorar las piezas recuperadas y puedan ver hasta qué punto con esas piezas se pueda recomponer lo que está dañado».

En este trabajo de valoración de los daños participarán a partir del lunes técnicos forales del Departamento de Cultura y del servicio de Arquitectura para decidir qué expertos van a valorar los trabajos a realizar.