«Mirando el suelo da la sensación que la nevada está siendo mayor de lo que ha caído realmente»

Filomena ya ha cubierto con un manto blanco Vitoria y la inmensa mayoría del territorio alavés. La sensación de nieve, afirman los expertos, se ve exagerada por tener una composición escasamente hídrica. «Es lo que llamamos nieve polvo, ya que ocupa mucho pero trae muy poca agua. Mirando el suelo da la sensación de que la nevada es mayor de lo que cae realmente. La prueba está en que los pluviómetros apenas tendrán registros», explica José Antonio Aranda, responsable meteorológico de Euskalmet. De hecho, tan sólo las estaciones de Herrera, Kapildui y Zaldiaria recogieron ayer a mediodía más de un litro por metro cuadrado en el espacio de una hora.

La agencia autonómica subraya que «lo importante» no es el espesor del manto blanco, sino de la capa de hielo que queda por debajo y «eso depende de la cantidad de agua que hay en esa nieve». «Para sacar un milímetro de agua se necesita un centímetro de nieve normal y alrededor de tres en el caso del polvo», apunta Aranda.

Las precipitaciones llegaron a lo largo del sábado con temperaturas muy negativas, pero en algunos puntos se han percibido repuntes de la temperatura. «Se trata de un frente ocluido con características cálidas porque se han mezclado masas de aire frío con otras más calientes», comenta el responsable de Euskalmet, que prevé levantar el aviso amarillo esta mañana sobre las nueve y a partir de entonces apenas habrá precipitaciones. «La borrasca se retira de nuestra zona y entramos en una situación en que tendremos (viento) norte que nos traerá algo de nubosidad y pequeñas precipitaciones en la vertiente cantábrica», analiza José Antonio Aranda.

Para el martes, siempre según el experto, la cota de nieve estará por encima de los mil metros y la nieve en Vitoria acabará de fundirse.

«Saber hora y día en el que se retoman los viajes a Madrid es imposible, es jugar a tener una bola de cristal». La frase del servicio de atención de la Estación de Autobuses de Vitoria ayer al mediodía ejemplifica el complicado mapa de carreteras de este pasado sábado con todos los trayectos en bus a Madrid y al aeropuerto de Barajas cancelados (18), además de algunos retrasos en otros trayectos, como el autobús que sale desde Levante hasta la capital alavesa con un retraso de más de tres horas debido al corte en la carretera de Valencia a Teruel. También los viajes al sur se cancelaron.

A pesar de ello, la situación en la estación de autobuses ayer al mediodía estuvo lejos de parecer desbordante. La explicación es que el número de viajeros y de recorridos ya se había reducido drásticamente debido a la restricción de movilidad. En la estación de tren, esa imagen de calma se repitió al mediodía a pesar de las cancelaciones. La mayoría de pasajeros que acudieron allí lo hicieron porque su viaje se mantenía en pie. De las nueve salidas previstas en tren para la tarde del sábado que paraban en la estación de Dato tan solo se mantuvieron tres viajes con dirección a Pamplona, Zaragoza y Miranda de Ebro. El resto de viajes a Coruña, Madrid o Barcelona aparecieron en las pantallas como destinos cancelados por el temporal.