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Las diez noticias clave de la jornada
Manolo Monserrat, Julio Esteban Tife, Teodoro Murua y Dionisio Zabala. 30 de junio de 1956
EL ALARDE EN LA MEMORIA

La Alborada, el despertar

RAFA GLEZ. MERINO

Martes, 16 de junio 2009, 03:34

En la madrugada del día de San Marcial del año 1943, después de salir del baile del Casino, Tife, como mejor se le conocía, de manera espontánea comenzó a dar unos toques con su trompeta, que fue respondido por parte de su compañero Dionisio Zabala a toque de redoble.

Al año siguiente, repitieron la experiencia y desde entonces la Alborada se ha interpretado de forma ininterrumpida, llegando a adquirir un carácter oficial y siendo incluida dentro de las actividades del programa de fiestas de San Pedro y San Marcial.

Desde la propia Banda de música de Irun, varios iruneses han ido tomando el relevo en la interpretación de esta pieza. Se puede decir que han sido continuadores de una tradición que ha prevalecido con el paso del tiempo, pese a que durante años no estuvo escrita.

Algunos de sus intérpretes recuerdan que la efectuaban antes con 15 días de antelación. Acudían al domicilio del desaparecido Dionisio Zabala y él les enseñaba los toques exactos del redoble para evitar que la música se desvirtuara.

De esta forma, los iruneses podemos disfrutar cada 30 de junio de las mismas notas musicales que disfrutaban nuestros antecesores desde hace ahora 66 años.

En la primera interpretación de la madrugada del día de San Marcial, los nervios y la tensión están a flor de piel, tengo el recuerdo que un año en la Avda. de Navarra, justo debajo del domicilio de Julio Esteban Tife, había gente por todos los lados, el ruido era ensordecedor, los bares con la música en la calle, algunos madrugadores ya vestidos con el uniforme sanmarcialero no paraban de mirar el reloj, eran las 03,55 horas. Los músicos ya estaban esperando que el reloj de la Iglesia del Juncal sonase, dando asi la orden para la interpretación de la pieza, nadie pidió silencio al de al lado suyo, pero faltando un minuto todo el bullicio de la calle empezó a bajar su intensidad desapareciendo por completo. Para entonces, ya había iruneses con lágrimas en los ojos. De alguna manera empezaba la jornada festiva mas larga del año, pero también la que más rápido se pasa.

La vida de Tife siempre estuvo vinculada a la música. Fue un trompetista «con un estilo muy particular»,

Durante la década de los cuarenta, el trompetista irundarra fue toda una referencia musical. Formó parte de diferentes orquestinas de bailes como Negresco y Palermo y actuó en las mejores salas de la época. Acompañado por su trompeta, Tife interpretó durante años las conocidas polkas que, cada mes de julio, se representan en las fiestas de la calle Santiago. También fue profesor de solfeo, trompeta y trombón. Tife firmó la primera partitura en 1963. Aunque la melodía figuró por primera vez en el programa oficial de fiestas de 1978.

Tuve la oportunidad de conocer a Julio un mes de mayo en el desaparecido Bar Restaurante Machín venta, del Paseo de Colón. Decía que «no es lo mismo leer las notas de la partitura, a leer esas notas desde el corazón, hay que tocarla con mucho sentimiento».

Julio Esteban Tife y Dionisio Zabala, los dos ya fallecidos, convirtieron en 1943, unas notas sueltas de manera improvisada en la maravillosa Alborada de San Marcial.

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