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CULTURA

Quien tuvo, retuvo

Guns N' Roses. Debut entre nosotros de los históricos y polémicos Guns N' Roses del controvertido Axl Rose. Tras años a la baja, su nueva gira está convenciendo. Este domingo, en el velódromo donostiarra.

:: AITOR ZUBIZARRETA

Viernes, 8 de octubre 2010, 13:09

Según los promotores, será el mayor montaje que ha acogido el velódromo donostiarra de Anoeta en muchos años. Catorce camiones trailers se usan para mover la maquinaria del Chinese Democracy Tour de los nuevos Guns N' Roses. Les vimos actuar en Roma hace un mes y convencieron plenamente. Con casi dos horas y cuarto de show de un gran espectáculo visual, pantallas y pirotecnia incluidas, e interpretando todos sus grandes clásicos del rock and roll.

Una muestra de la mucha entrega y pose de una banda asentada (¡no hay cambios de formación desde marzo de 2009!), con tres guitarristas espectaculares y un Axl Rose con muchas ganas de agradar y que pareció estar bien de voz. Famosos por sus retrasos, los Pistolas y Rosas suelen hacerse esperar durante una hora tras acabar su trabajo los teloneros. Son típicos caprichos de las 'rockstars' tipo Axl Rose, que de momento sólo ha pedido que el camerino esté tapizado en negro y un espacio para sus maquinas de gimnasio.

El cartel es 100% rock duro muy USA porque como telonero llega el guaperas Sebastian Bach, ex Skid Row y con desigual carrera propia. Su último lanzamiento es 'Angel Down', de 2007, y ha participado en un sinfín de proyectos, algunos tan llamativos como los musicales que protagonizó en Broadway: dos diferentes de 'Jekyll And Hyde', 'Rocky Horror Picture Show' y 'Jesucristo Superstar'.

En directo, se le vio una vez en diciembre 2004, en la sala Jam de Bergara. Con un concierto corto, pero desbordante de energía. Ahora, en su tour junto a Axl (que canta en tres temas de su último disco) promete muchos clásicos de los dos enormes primeros discos de su ex banda: 'Skid Row (1989) y 'Slave to the Grind' (1991), más algo de repertorio propio. Un telonero de lujo.

Guns N' Roses es punto y aparte. Uno de esos grupos admirados y odiados a partes iguales. Escándalos, polémicas, broncas y r'n'roll monumental en un legado musical incontestable en sus primeros discos. Sobre todo su debut 'Appetite For Destruction' (1987), pero también los dos volúmenes de 'Use Your Illusion' (1991). Tenían madera para convertirse en unos nuevos Aerosmih o Rolling Stones (les telonearon en 1989 en Los Ángeles), pero casi desde el principio aquella formación de veinteañeros macarruzos integrada por Axl Rose, Slash, Izzy Stradlin, Duff McKagan y Steve Adler estaba destinada a morir de éxito.

Desde que el grupo se rompió, los intentos por volver a reunir a la formación del debut han sido constantes. Axl lo tiene claro: «Estaba muy mal con los antiguos compañeros, independientemente de nuestro éxito. Pero ellos fueron los que me dejaron cuando estábamos en la cima y me hicieron sentir culpable. Seguir cada año con comentarios sobre una hipotética reunión cuando ha pasado más de una década es una pesadilla. Han hablado mucho sobre mi con tal de promocionarse».

Democracia china

Todos tienen su punto de vista. «Durante la última gira de Guns N' Roses todo fue de mal en peor. Se llegó a un punto donde era imposible para nosotros compartir una habitación y componer», ha llegado a decir Slash. Ningún torpedo por parte del ex bajista Duff: «Soy el único que nunca ha dicho no a una reunión». Hasta el ex batería Steve Adler, expulsado por sus abusos con la drogas en 1989, y viviendo de rentas desde entonces, opina al respecto que «a Axl le gusta echar la culpa a los demás. ¿Qué ha hecho Slash? ¡Nada! Pero Axl no piensa así y por eso no hay reunión».

La última década y media no ha sido un camino de rosas. Con el vapuleado vocalista como único superviviente de la formación original, GN'R ha deambulado cual grupo fantasma. Sin discos, sin conciertos, con músicos que entraban y salían, y de postre, con un disco cuya grabación fue anunciada en 1999 y publicado en 2008, el tan cacareado 'Chinese Democracy', un regreso desigual. Axl se excusaba tras publicarlo: «Había tanto que hacer y tantos problemas de todo tipo que por momentos pensé que seria un milagro sacar el proyecto adelante. Había que construir el estudio de grabación, encontrar músicos adecuados, productor, discográfica, montar una buena gira, soporte gráfico., el paquete era muy amplio. Y exigía calidad, tanto artística como empresarialmente».

Para Slash, el disco de GN'R mola. «Axl ha hecho un disco perfecto. No es lo que habríamos grabado los viejos Guns, pero es muy heavy y un poco oscuro y depresivo. Axl ha demostrado que es un puto fenómeno». Tan buen rollo no puede ser verdad, así que perlita de propina: «Se me pasó por la cabeza llamarle para que cantase en algún tema de mi nuevo CD, ¡pero quería terminarlo este milenio!». Incluso James Hetfield, de Metallica, opinaba sobre el tan largamente esperado disco.

«Creo que le ha perjudicado tardar tanto en publicarlo. Pero pensándolo bien, él siempre llega tarde, así que tiene sentido. Le vi recientemente en un festival, es buen frontman, un excéntrico, pero todos los artistas lo son. Si no dan la impresión de que son raros, te están engañando. O están fingiendo para no parecer raros o están fingiendo ser artistas».

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