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Las rodadas en el asfalto muestran la trayectoria que siguió el coche antes de impactar contra el pretil y luego contra en poste de la señal. :: PEDRO MARTÍNEZ
AL DÍA

Tragedia en Orio

Cuatro amigos de Zarautz fallecieron ayer de madrugada en la autopista, a su paso por Orio, tras colisionar su coche contra el poste de una señal

JAVIER PEÑALBA

Domingo, 18 de abril 2010, 18:29

La madrugada fue trágica en Gipuzkoa. Cuatro personas, todas ellas de Zarautz, perdieron la vida tras salirse de la carretera el coche que uno de ellos conducía en Orio. El vehículo impactó contra el poste de una señal indicativa y quedó prácticamente desintegrado. Zarautz lloraba ayer la muerte de sus cuatro vecinos, con la misma amargura que una semana antes lo había hecho la ciudad de Eibar por los cuatro chicos fallecidos en Elgoibar. En apenas una semana, ocho guipuzcoanos han fallecido en dos siniestros.

Josu Aizarnazabal, de 36 años; Mikel Eizagirre, de 40, Javier Uranga de 36, y Juan José Urretabizkaia, de 43, son las víctimas del último siniestro. Los cuatro eran amigos y regresaban de cenar juntos. Fuentes del Departamento de Interior del Gobierno Vasco informaron de que el suceso ocurrió sobre las tres de la madrugada, en el kilómetro 32,300 de la autopista A-8, en sentido Zarautz, a poco menos de un kilómetro de la salida de Orio, en el tramo de tres carriles.

En circunstancias que la Unidad de Atestados de la Ertzaintza investiga, el conductor del Mercedes modelo E-55, en el que viajaban los cuatro amigos fallecidos, perdió el control tras entrar en una curva a derechas, en el tramo de descenso hacia Orio. Para evitar el impacto contra la mediana, el chófer frenó de manera brusca y si bien consiguió en un primer momento evitar el golpe no pudo impedir que el coche, dada la inercia, colisionara contra un murete de hormigón que en ese punto hace las veces de pretil y delimita la carretera por el lado derecho.

Vuelco

Tras el impacto, el turismo despegó del suelo, volcó sobre uno de sus costados y se deslizó unos setenta metros por encima del muro y una alambrada hasta que finalmente colisionó contra un grueso poste metálico que sustenta una señal indicativa de la salida a Orio.

Desintegrado

Tras este golpe, el coche poco menos que se desintegró. El techo del vehículo quedó 'abrazado' al poste, como si se tratase de una bandera de metal sujeta a un mástil. El tren delantero con sus dos ruedas salió despedido a casi cien metros de distancia del punto del impacto. El motor quedó también fuera de perímetro de la autopista, al igual que el depósito de combustible y otras piezas, como uno de los alerones. La parte de la carrocería correspondiente al suelo quedó en mitad de la calzada.

Tras el violento golpe, varios de los ocupantes salieron despedidos y sus cuerpos quedaron en las proximidades de la calzada, algunos de ellos sobre el mismo asfalto.

Un turismo Renault Clio que circulaba detrás del Mercedes siniestrado no pudo esquivar a las víctimas ni tampoco a las piezas del coche que habían quedado esparcidas y sufrió un vuelco. El conductor del turismo, un joven de 21 años, fue atendido de diversas lesiones en el mismo lugar del percance y evacuado seguidamente a un centro sanitario de Donostia.

A resultas del siniestro, los cuatro ocupantes del Mercedes fallecieron en el acto. Algunos cuerpos sufrieron graves mutilaciones. Las asistencias desplazadas al lugar sólo pudieron confirmar que no había supervivientes.

Cierre de la carretera

Tras el siniestro, los tres carriles de la autopista del sentido Bilbao quedaron cerrados al tráfico. Agentes de la Ertzaintza se personaron en el lugar a fin de determinar las circunstancias en las que se produjo el suceso. Sin embargo, dada la escasa visibilidad existente a esas horas, los instructores del atestado hubieron de esperar hasta el amanecer para llevar a cabo algunas pruebas.

Los graves desperfectos que presentaba el coche dificultaron su reconocimiento. La existencia del anagrama de Mercedes en las llantas no dejaba dudas de la marca a la que pertenecía, pero fue mucho más costoso establecer el modelo.

La identificación de los cuerpos, por su parte, no entrañó complicaciones. La Policía halló entre las pertenencias de los cadáveres los documentos personales de cada uno de los fallecidos.

Con las primeras luces, los efectivos de la Ertzaintza desplegados en el lugar efectuaron una batida por la zona en busca de posibles restos humanos que hubieran podido quedar sin localizar tras el impacto.

Los tres carriles permanecieron cerrados hasta las siete y media de la mañana, momento en el que se habilitó un paso en el sentido a Donostia. Durante el tiempo en el que la autopista estuvo cortada, el tráfico fue desviado por la N-634.

Brigadas de mantenimiento de la autopista retiraron durante la mañana los restos de los coches accidentados. A las 12.30 de mediodía, una vez finalizadas las labores de limpieza de la calzada, la circulación quedó restablecida.

Los cuerpos de los cuatro amigos fallecidos fueron trasladados en furgones fúnebres al Instituto de Medicina Legal de Donostia, donde se les practicaron las autopsias.

Consternación

Familiares de las víctimas se personaron en las dependencias del Juzgado de Guardia de Donostia, anexas al Instituto de Medicina Legal, a fin de hacerse cargo de los cadáveres para su posterior trasladado a Zarautz donde serán velados por familiares y allegados.

La muerte de los cuatro amigos causó gran consternación en la localidad costera. Los fallecidos eran muy conocidos en la villa. Juan José Urretabizkaia y Josu Aizarnazabal, este último natural de Legorreta, estaban casados y cada uno tenía dos hijos.

Fuentes cercanas a las víctimas precisaron que en el momento del accidente, los cuatro regresaban a sus respectivos domicilios después de haber cenado en una sidrería. Al parecer, Josu, Mikel, Javier y Juan José, junto a un otro amigo más, también habían comido juntos y celebraban el reciente cumpleaños de Javier Uranga. No obstante, el quinto amigo regresó antes a casa ya que al día siguiente tenía que madrugar.

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, lamentó a través de un comunicado no sólo la tragedia ocurrida ayer, sino también la vivida en Eibar y expresó su cariño con las familias de los ocho guipuzcoanos fallecidos.

El Ayuntamiento de Zarautz, por su parte, expresó su «solidaridad y apoyo» a los familiares de las víctimas al tiempo que mostró su consternación por lo sucedido.

Los funerales se oficiarán mañana, en la iglesia parroquial Santa María la Real de la localidad, a partir de las siete de la tarde.

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