El independentismo consuma el desafío

Con los votos a favor de Junts pel Sí y la CUP, que suman 72 de los 135 escaños de la Cámara catalana, aunque no superan el 48% de los votos registrados el pasado 27-S, el Parlamento autonómico ha dado luz verde a la apertura de un proceso constituyente para preparar las bases de la futura Constitución catalana y poner en marcha la ruptura con el resto de España.

Según la declaración aprobada esta mañana, el "Parlamento y el proceso de desconexión democrática no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado, en particular del Tribunal Constitucional", a quien la Cámara catalana considera "deslegitimado y sin competencia" en Cataluña. Junts pel Sí y la CUP se comprometen además con el texto validado a desobedecer al alto tribunal y cumplir "exclusivamente" aquellas normas y mandatos emanados del Parlamento autonómico. La votación se ha hecho de manera ordinaria en secreto y no a mano alzada como reclamaba la oposición. También se ha votado punto por punto los 9 que integran la resolución.

La declaración secesionista fija asimismo un calendario inmediato e insta a la Cámara a que ponga en marcha la tramitación de las leyes del proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública en un plazo de 30 días.

La resolución rupturista, que supera el límite hasta donde nunca había llegado hasta la fecha el independentismo en su órdago al resto de España, se ha aprobado tras un acalorado debate, en el que se ha visualizado que la política catalana está dividida en dos bloques. Junts pel Sí ha advertido de que la "artillería legalista" que pondrá en marcha el Estado para frenar la resolución secesionista "no parará" el proceso soberanista. "Esto no se para. Si no somos nosotros, serán otros. Este país dice que ha llegado la hora de ir a por todas", ha afirmado Raül Romeva.

Desde la CUP, Anna Gabriel, ha señalado que la resolución aprobada no es una declaración unilateral, "aún no", ha aclarado, se trata de un "acto de ruptura", ha afirmado. "Hay que dejar atrás la Cataluña subordinada, pero también la de la corrupción y los recortes", ha dicho en clara alusión a Convergència. Gabriel ha lanzado otra indirecta a Artur Mas cuando ha expresado que el proceso "no puede depender de nadie". "Abrimos el inicio de un proceso constituyente no subordinado, anunciamos la desconexión democrática con el Estado", ha sentenciado. El momento tenso que viven Junts pel Sí y la CUP ha quedado claro, pues Mas y algunos de sus consejeros han evitado aplaudir el discurso de los que se suponen son sus socios. El debate de investidura que arranca esta tarde también ha sobrevolado el discurso de esta mañana.

Inés Arrimadas, de Ciudadanos, ha reprochado al independentismo por iniciar una vía rupturista sin tener la razón ni la mayoría de votos. "Ustedes no han sido capaces de convencer a una mayoría de catalanes", ha afirmado. Ha avisado además al secesionismo porque pone en peligro el autogobierno, con su "deprecio" a la "sangre, el sudor y las lágrimas" que ha costado a los españoles tener una democracia. "Están utilizando el sentimiento de la gente por una cuestión personal", ha expresado, en referencia a la corrupción. Según dicen ustedes, ha reprochado a los soberanistas, "los gobernantes no tendrán que rendir cuentas ante la justicia en caso de independencia y elegirán a qué ley se someten". "¡Qué casualidad que no se reconozca la ley española!", le ha recordado a Mas.

El portavoz del PP, Xavier García Albiol, por su parte, ha señalado que "ni Mas ni Junqueras, ni la extrema izquierda radical romperán Cataluña del resto de España". "Por muchas propuestas ilegales o ilegítimas" que pongan en marcha, ha señalado, ha garantizado que el PP "no permitirá" que el independentismo "construya un muro en Cataluña". Y ha concluido replicando al 'visca la república catalana' pronunciado hace dos semanas por la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell: "Va por usted, ¡Visca Cataluña y Viva España!".

Miquel Iceta, del PSC, ha acusado a los independentistas de estar "buscando una reacción del Estado para tener más argumentos para la independencia". "Al Estado de derecho no hay que provocarle para que haga cumplir la ley, es su razón de ser", ha afirmado.