El vecino de Errenteria falleció al golpearse la cabeza contra el suelo tras ser empujado
Policía Municipal y Ertzaintza siguen buscando al agresor, que huyó del lugar de los hechos | El hombre, de 61 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó la muerte cerebral
La peor de las suertes se topó el domingo por la mañana con un vecino de Errenteria de 61 años cuando daba un paseo ... por Donostia. Una mala caída originada por un empujón le causó heridas de extrema gravedad que acabaron provocándole la muerte. La Policía sigue buscando a su agresor en distintos puntos de San Sebastián. El testimonio de varios testigos presenciales y las grabaciones de las cámaras de seguridad de establecimientos cercanos a la zona son las principales pistas con las que cuentan los agentes para dar con él.
La muerte se certificó ayer por la mañana. El errenteriarra permanecía ingresado en el Hospital Donostia desde el domingo, en estado de muerte cerebral. Su estado era crítico e irreversible, y finalmente su corazón dejó de latir.
Aunque en un principio se pensó que se podría haber producido una pelea entre ambos varones, testigos presenciales confirmaron que fue el agresor quien empujó al de Errenteria al suelo. Al parecer, la víctima se encontraba dando un paseo por Gros en dirección hacia el centro de Donostia, cuando cerca del paso de cebra que une las calles Miracruz y Gran Vía fue abordado por otro hombre. Este, según dichos testimonios, se le acercó para pedirle algo, se desconoce si dinero, tabaco o algo similar, una petición a la que el de Errenteria se negó.
La víctima paseaba por Donostia cuando el agresor le abordó para pedirle algo, a lo que se negó
Entre ellos se produjo un forcejeo, en el que uno de los hombres empujó al otro, que cayó al suelo
El Ayuntamiento de Donostia celebrará hoy una concentración de repulsa a las 12.00 en Alderdi Eder
Entonces surgió entre ambos hombres, que no se conocían de nada, una discusión. Tras un cruce de palabras la víctima continuó caminado, seguido por la otra persona durante unos metros. A la altura del paso de cebra se produjo un forcejeo entre ambos y el agresor le propinó un empujón. El errenteriarra trastabilló y cayó al suelo, sufriendo un fuerte impacto en su cabeza. Al llegar, los sanitarios comprobaron que sufría un traumatismo craneoencefálico severo, por lo que fue inmediatamente trasladado al Hospital Donostia. Las heridas eran de extrema gravedad, y a las dos horas de ingresar entró en estado de muerte cerebral irreversible. Unas 24 horas después se certificó su fallecimiento.
En un primer momento se valoró la posibilidad de que el agresor hubiera golpeado al hombre, que habría caído al suelo por dicha agresión. Por esa razón la Policía solicitó un informe médico, para poder establecer si el estado de muerte cerebral era causa de los golpes recibidos o del impacto sufrido al chocar contra el suelo en la caída. Finalmente los testigos afirmaron que no se produjo una pelea, sino que fue un empujón y su posterior caída lo que causó las heridas de la víctima.
El agresor huyó corriendo del lugar, sin prestar ayuda al hombre de 61 años, que yacía en el suelo y que sangraba intensamente de la cabeza. Varios testigos se acercaron hasta la víctima y avisaron a la Policía Municipal que, tras personarse en el lugar del suceso y comprobar la gravedad del estado del errenteriarra, alertaron a los servicios de emergencias. Dotaciones de la Ertzain-tza y dos ambulancias se trasladaron hasta allí.
En ese mismo momento se inició el dispositivo de búsqueda para dar con el agresor, primero en las calles cercanas al lugar de los hechos y después en distintas localizaciones de la ciudad. El despliegue policial para encontrar al agresor huido era evidente. Varias patrullas de la Ertzaintza y de la Policía Municipal recorrían las calles a pie y en coche, e incluso se desplazaron a distintos puntos de salida de la ciudad como las estaciones de bus y de tren, ante la posibilidad de que el agresor pudiera desplazarse en alguno de estos medios de transporte. La investigación sigue abierta, aunque por el momento no ha dado el resultado deseado.
La Policía recabó asimismo los testimonios de varios testigos que presenciaron los hechos, quienes identificaron a una única persona como la causante de la agresión, un hombre que logró huir del lugar de los hechos. La Policía le busca desde ayer, aunque por el momento no se han producido detenciones. Se descarta que haya más personas implicadas en la agresión, por lo que se busca a un solo agresor, al que se espera detener en los próximos días. Por el momento no han trascendido datos sobre la edad y la descripción física del hombre. Asimismo, a pesar de que el agresor no tuviera, por lo que se deduce de los testimonios, intención de matar a la víctima, el suceso podría ser tipificado como un delito de homicidio.
Por su parte el Ayuntamiento de Donostia ha convocado una concentración de repulsa por estos hechos ocurridos en la ciudad, que se celebrará hoy a las 12.00 horas del mediodía en los jardines de Alderdi Eder.
Revisar las grabaciones
La Policía sigue por otro lado revisando las cámaras de vigilancia de la zona para poder obtener más datos sobre lo ocurrido. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Donostia no cuenta con videovigilancia en la zona donde se cometió la agresión, por lo que los agentes recabaron las grabaciones de los locales cercanos. «Nos han pedido los vídeos de las cámaras pero no tenemos ninguna que apunte a la calle, solo al interior de la tienda», señalaba la responsable del establecimiento de golosinas ubicado frente al paso de cebra.
Este comercio abrió sus puertas pasadas las 10.30 horas, cuando el vecino de Errenteria ya había sido trasladado en ambulancia. «Solo quedaba la Policía inspeccionando la zona justo por donde está la mediana», explicó. El despliegue policial y sanitario llamó la atención de numerosos vecinos, que en su mayoría desconocían lo que había sucedido. «Pensábamos que había sido un accidente de tráfico, no imaginábamos algo tan horrible», señalaron.
Los alcaldes condenan los hechos
Los alcaldes de Donostia, localidad en la que se produjo la fatídica agresión, y de Errenteria, municipio del que era vecino el fallecido, quisieron ayer mostrar su condena contra este suceso. Eneko Goia, recientemente reelegido alcalde de San Sebastián, expresó antes de conocer las circunstancias en las que se habían producido los hechos, su «condena» ante lo ocurrido, como «siempre merece cualquier agresión», pero se decantó por «la prudencia» ante las características «diferentes» que presenta este caso, por «el horario» en que se produjo -a las 10.00 de la mañana- y la edad de la víctima -61 años-.
Aun desde esa «prudencia», lamentó que éste sea el tercer caso que se registra en San Sebastián en menos de un año con «un parecido bastante grande», después de que el pasado 26 abril un menor de 17 años recibiera una paliza en el exterior de una céntrica discoteca y muriera dos días después, y de que el 12 de agosto del año pasado un joven de 28 años de Urnieta fuera agredido en la Parte Vieja, durante las fiestas de Semana Grande, y falleciera tras dos meses en coma.
Por su parte la nueva alcaldesa de Errenteria, Aizpea Otaegi, mostró su solidaridad con la familias del fallecido y el excalde, Julen Mendoza, señaló en su Twitter que el pueblo amaneció ayer «con una mala noticia».
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