Los ayuntamientos del territorio ganan un margen de maniobra de 25 millones

El pacto alcanzado entre los gobiernos central y vasco sobre el Cupo que, es cierto, resuelve un problema enquistado entre Madrid y Vitoria hace años y ofrece una cierta garantía de estabilidad institucional hacia el futuro, supone también un bálsamo para el bolsillo de los ciudadanos guipuzcoanos de a pie. Al menos, para las arcas de los 88 ayuntamientos del territorio e, incluso, para la caja de la Diputación Foral.

¿Por qué? Pues, dicho en plata -que, por otra parte, es lo mejor cuando nos referimos al Cupo y al Concierto Económico, temas nada sencillos- porque la 'pax' sellada entre Pedro Azpiazu y Cristóbal Montoro elimina una losa que soportaban los consistorios que, con los años, había ganado peso.

La cuestión es que los ayuntamientos, advertidos por la Hacienda Foral, se habían visto obligados a provisionar (a apartar en una caja intocable) 24,7 millones de euros por si el asunto del Cupo estallaba y Euskadi debía de soportar la peor de las facturas respecto al Estado. En la Diputación, el colchón de emergencia ascendía a ocho millones. Pues bien, el Fisco foral ha confirmado a DV que la obligación de provisionar ese dinero ha desaparecido. Eso no significa que ahora llegue una lluvia de millones sobre el territorio. Ni mucho menos. La inveterada prudencia guipuzcoana seguirá imponiéndose, pero lo que sí gana el territorio es un buen margen para el gasto o la inversión.