Un repaso preocupante y digno de profundo análisis
Altuna III y Rezusta aprovechan otro mal día de Albisu y anulan a Olaizola II para colarse en la final de Lekeitio
JOSEBA LEZETA
Domingo, 4 de septiembre 2016, 10:27
Si a la mejor pareja de tu empresa, Olaizola II-Albisu, le propinan un 6-22 inapelable, comienza a preocuparte. Si todo un Aimar Olaizola termina con un solo tanto de jugada -el gancho del 5-13-, hay motivo para el desvelo. Si de tus seis tantos, el primero llega a través de una falta de saque del delantero rival y otro gracias a un error de apreciación de los jueces -dieron falta un pelotazo de Rezusta que botó dentro de la cancha-, corres riesgo de pasar de la preocupación a la angustia. Si tu mejor zaguero no acaba de encontrar salida al túnel en el que se metió a inicios de agosto después de un julio que acabó con siete victorias en siete partidos, la desazón aumenta. Programas al ataundarra con Olaizola II para tratar de que recupere confianza con el mejor compañero que puedes darle y el efecto es justo el contrario.
La semifinal que Altuna III y Rezusta, infinitamente superiores, propició esa serie de situaciones, merecedoras de un análisis profundo en la dirección técnica de Asegarce, a la que Aimar Olaizola sostiene a duras penas este verano. Pero llega un punto al que ni siquiera puede llegar el delantero de Goizueta, sin chispa en esta ocasión, nada acertado a la hora de cruzar sus zurdazos y víctima de desesperación en algunos instantes de la semifinal del Torneo Acarregui de Lekeitio.
Por primera vez este verano, Olaizola II no estará presente en uno de los grandes torneos. Se había clasificado para el de San Fermín, para el Bizkaia del cinco y medio, para La Blanca, para el Villa de Zarautz, para el Aste Nagusia de Bilbao, para el Ciudad de San Sebastián... Hasta que ha cedido en Lekeitio. La saturación también afecta a un pelotari que durante muchísimo tiempo parecía inmune a esas vicisitudes, propias de gente más terrenal.
Altuna III y Rezusta serán mañana los rivales de Irribarria y Zabaleta en la final. Unos y otros han dominado con rotundidad las semifinales. Beñat Rezusta marcó una clara diferencia, algo que se repite con asiduidad en las últimas semanas cuando el de Bergara o Zabaleta saltan a la cancha. Ahora mismo no hay ni en Aspe ni en Asegarce zagueros capaces de contrarrestar la pegada de ambos.
Lucimiento de Altuna
Bajo esa premisa, Altuna III se lució: ganchos, un besagain de zurda con el que rebasó a Albisu en el 0-3, atrevimiento con el dos paredes, capacidad técnica para mover a los adversarios, buena lectura del juego, facilidad para meter la cintura cuando golpea de derecha y solidez defensiva.
Los cinco días de descanso y los masajes recibidos en el hombro izquierdo entre la derrota en Bilbao y la semifinal de Donostia le han sentado de maravilla. Ese pequeño parón le ha refrescado física y psicológicamente. Se nota para bien sobre la cancha. Por supuesto, todo resulta más fácil cuando llevas de compañero a Zabaleta o Rezusta, pero al amezketarra también le ha tocado remar a contracorriente en algunos compromisos y ha respondido. Ahora toca disfrutar.